Macabro hallazgo hicieron trabajadores del pozo Rabasa, quienes en un camino vecinal ubicada en el kilómetro 5.5 de la carretera antigua a Coatzacoalcos, encontraron dos fosas clandestinas.
Las fosas se encontraban en una separación de seis metros aproximadamente, en un área de maleza, en donde personal de servicios periciales ante la presencia del agente del Ministerio Público del fuero común, hicieron las excavaciones.
En la primera fosa que se hallaba a una distancia de tres metros del camino vecinal, se encontró el cuerpo de un hombre de complexión media, el cual se encontraba cubierto del rostro, con cabello negro ondulado.
En la segunda fosa se halló el cuerpo de un sujeto de complexión media, el cual se encontraba decapitado, aunque elementos de periciales no hallaron la cabeza del sujeto en el lugar.
Alrededor de las cinco de la tarde se alertó a las corporaciones policiacas, llegando al lugar de los hechos personal del Ejército Mexicano que resguardaron el lugar y no permitieron el acceso de la prensa hasta la llegada del agente del Ministerio Público.
Alrededor de las nueve y media de la noche fueron trasladados los cuerpos a la funeraria Eben Ezer en donde se realizaría la necropsia de rigor y se buscaría documentos que pudieran ayudar para su identificación.
Los dos cuerpos se encontraban en estado de putrefacción, indicando que se estima tengan menos de 15 días en el sitio, que es poco transitado y se encuentra a una distancia de más de 150 metros de donde se ubica la carretera antigua a Coatzacoalcos.