Revelan pruebas del fraude en medio de la tragedia en Agua Dulce

​Del fraude en el que incurrió el patronato de damnificados, gran parte de ciudadanos de Agua Dulce tuvieron conocimiento, sin embargo, 16 años después se expone la ficha de depósito que el entonces presidente del patronato entregó a la Secretaría de Desarrollo Regional, lo que pone en evidencia el contubernio de las autoridades estatales y de algunos ciudadanos locales para lucrar con la sociedad a pesar del embate sufrido por la creciente del arroyo “Agua Dulce”.

Días después de la inundación del 28 de septiembre, se comenzaron a organizar los ciudadanos en un patronato de damnificados. Al principio, de acuerdo a las listas oficiales de afectados, se determinó que hubo un total de 3,135 familias afectadas en toda la ciudad, pero este número fue variando con el pasar del tiempo.

El gobierno estatal de Miguel Alemán Velasco no sólo no ayudó, sino que a través de su incondicional, Porfirio Serrano Amador, de la Secretaría de Desarrollo Regional (Sedere), orquestó un fraude en perjuicio de los habitantes de esta localidad.

Las fuentes consultadas, que vivieron esta situación, narraron que Juan Quevedo Pérez, habitante local, fue contactado para presidir el patronato de damnificados. En ese entonces el estado de Veracruz iba a entregar 1000 pesos a cada ciudadano afectado, sin embargo, se les ocurrió una mejor idea: adquirir un paquete de productos y vendérselo a la ciudadanía a “bajo precio”.

El paquete constaba de un colchón, una licuadora y una estufa, por mil pesos. Aunque los artículos fueron comprados con el dinero que estaba dispuesto para los afectados, estos terminaron pagando por los artículos y el dinero sería para los funcionarios de la Sedere y Juan Quevedo. Negocio redondo.

Las listas de cobro consultadas por Presencia exponen que muchos ciudadanos dieron abonos de apenas 100 pesos, aunque otros sí saldaron el paquete. “Incluso hubo quienes compraron 3 o cuatro paquetes”, relatan los testigos de aquel episodio.

Llegó el momento en el que la Sedere exigió a Juan Quevedo que entregara el botín, es decir, el dinero recaudado por la venta de artículos a bajo costo comprados con un recursos que debió haber sido entregado íntegramente a los afectados; incluso hay un oficio firmado por la secretaría en la que se le pide el depósito al presidente del patronato.

Casi un año después, en julio de 2001, se detectó el fraude y Quevedo Pérez fue destituido del patronato y perseguido por la misma oficina de Porfirio Serrano. Por tal razón el hidrómilo se mantuvo fuera de la ciudad por una larga temporada, pero finalmente retornó al municipio.

No obstante, a 16 años de la inundación, salió a la luz la ficha de depósito que el ciudadano hizo a la Sedere con lo que queda comprobado que las autoridades estatales estuvieron de acuerdo con el fraude, no sólo Juan Quevedo Pérez, quien entonces también era dirigente del PRI en Agua Dulce.

Cabe destacar que nunca hubo castigo por lo sucedido. Porfirio Serrano Amador fue encarcelado por presuntos ilícitos en la administración de Dante Delgado Rannauro (junto con este) por Miguel Ángel Yunes Linares, ahora gobernador electo de Veracruz, pero salió libre y llegó al frente de la Sedere con Miguel Alemán. Después del sexenio de Alemán Valdés, el político se ha mantenido en la oscuridad.

“Aún en la desgracia no faltó quien se aprovechara”, concluyen las fuentes consultadas al descubrirse una verdad por todos conocida, pero que en su momento, no se pudo comprobar: un fraude organizado por el Gobierno de Veracruz, quien no sólo no ayudó a los ciudadanos, sino que todavía les quitó.