Entre denuncias y rechazo, Javier Duarte deja el gobierno

​Con énfasis y con gusto, sin un rasgo de pena, sepultado por denuncias que alcanzan los 35 mil millones de pesos, desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, cuenta Javier Duarte que deja el gobierno de Veracruz.

Y se va entre chiflidos y mentadas.

“Veracruz no necesita un gobernador de medio tiempo —puntualiza—. Necesita un gobernador de tiempo completo”.

Medio tiempo, apunta, lo dedica a gobernar y el medio restante lo emplea para su defensa legal, para evitar la cárcel, para no ser un reo más.

Javier Duarte de Ochoa es la estrella que se funde. Apenas brilló y hoy es sólo una sombra. Habla y se fragmenta, se quema y se exhibe con unas cuantas puyas de Carlos Loret de Mola en Despierta, el noticiario matutino de Televisa.

Su tema es la corrupción, lo que le imputa el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, que engloba enriquecimiento ilícito y desvío de recursos públicos; la investigación del Servicio de Administración Tributaria del gobierno federal por la red de empresas fantasma que implicó pagos por más de 904 millones de pesos, y las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación por la no solventación de 35 mil millones de pesos de recursos federales, entre 2011 y 2015.

Unos, dice el gobernador que deja el cargo, le atañen en lo personal, el enriquecimiento, la compra de casas en México y el extranjero, el lavado de dinero y la evasión de que lo acusa el panista Yunes Linares, y otros son los que implican a diversas instancias del gobierno de Veracruz en las que pudiera, dice, haber alguna irregularidad.

Se va a 48 días de concluir su administración, pues sólo así puede realizar una defensa legal. Es un tema de responsabilidad, agrega, “para poder atender las infamias, las calumnias, las denuncias sin fundamento”.

Transcurren apenas tres minutos de la larga entrevista con Loret de Mola —39 generosos minutos luego de saldar un día antes un adeudo de 100 millones de pesos con la Fundación Teletón, según su presidente, Fernando Landeros— y ya suelta que ese miércoles habría de pedir licencia al cargo.

Lo había picoteado Loret de Mola con una pregunta hiriente: “¿No piensa renunciar?”. 

Y Duarte hace la revelación: “Hoy he decidido solicitar licencia al Congreso para poder separarme del cargo de gobernador del estado”.

Dice que nadie le pidió que renunciara, que lo hace por un acto de congruencia y responsabilidad, por su cariño a Veracruz.

—¿No va a huir?

—No, es lo contrario. Es para dar la cara.

Son sus 39 minutos de fama. O de mala fama. Le preceden semanas y meses de golpeteo mediático, acciones legales, interrogatorios de la Procuraduría General de la República en pleno palacio de gobierno, en Xalapa, o en la Secretaría de Finanzas y Planeación.

Habla de la deuda pública. “Son 40 mil millones de pesos. Y es deuda pública, aprobada por todas las fuerzas políticas en el Congreso. Son 40 mil millones, que representan el 35 por ciento de las participaciones federales, lo que la hace manejable”.

Una y otra vez se queja Javier Duarte de la embestida yunista, acusándolo de haber conformado una red de prestanombres en la que participan sus familiares y amigos, que le permitió desviar más de 3 mil millones de pesos y adquirir cientos de propiedades en México, Estados Unidos y España.

A la par, la Auditoría Superior de la Federación presentó 53 denuncias ante loa PGR por jo haber solventado las inconsistencias en el manejo de por lo menos 35 mil millones de pesos y la simulación de reintegros de diversas partidas al gobierno federal. 

Una investigación del portal Animal Político hizo evidente otro fraude: una red de empresas fantasma que cobraban por servicios no prestados al gobierno de Veracruz.

Duarte le dice a Loret de Mola que si algún funcionario de su administración incurrió en alguna irregularidad, que afronte su responsabilidad. Y en todo caso, hay culpa del SAT porque en su padrón de contribuyentes había inscrito a esas empresas a las que se les adjudicaron más de 100 contratos de servicios.

—¿Tiene miedo?

—No.

—¿No tiene miedo de terminar en el bote?

—No, el que nada debe nada teme.

Y le entra al tema de los 35 mil millones de pesos que no aparecen.

—Es verdaderamente irrisorio decir que yo me robé 35 mil millones de pesos. ¿Dónde están? —se cuestiona Duarte.

Loret le revela lo que asegura el auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, le dijo el gobernador de Veracruz en corto: tomaba de aquí para pagar allá.  

—¿Qué hizo con la lana si no se la robó?

—Ahí está el dinero. Será responsabilidad de cada dependencia demostrar ante la ASF o la PGR si proceden las denuncias, qué hicieron con esos recursos. Lo que sí te puedo decir es que el gobernador de Veracruz no ha tocado un solo peso del erario público.

—¿Lo engañaron?

—No lo sé.

Un trecho de la entrevista se lo dedica al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares. Sus denuncias “son una infamia”, asegura. Él no requiere de prestanombres, todo lo ostenta, a nombre propio y de sus hijos.

Lo indigna las denuncias yunistas:

“25 casas. ¿Cuáles casas?”, apunta con el gesto descompuesto, la boca torcida, los ojos desorbitados. 

Yunes Linares “es corrupto, es un delincuente”, es quien está sujeto a investigación, pues él ha aportado pruebas de su enriquecimiento y ahora aportará más.

Le vacía un repertorio: “Es un personaje deleznable; en un diccionario, en la palabra corrupción debería estar su foto; es un hombre que ha estado envuelto en todos los escándalos habido y por haber, desde temas de pederastia con su compadre Jean Succar Kuri, en Cancún; temas que tienen que ver con desvío de recursos públicos como la Estela de Luz, temas que tienen que ver con desvío de recursos del magisterio de Veracruz y nacionales; es un desvergonzado porque éste sí los dineros que se roba lo ostenta, las mansiones, las propiedades son insultantes.

“Aquí sí ni siquiera podemos pensar la hipótesis de que tiene prestanombres. Es porque todo lo tiene a su nombre y a nombre de sus hijos”.

—¿No se ha enriquecido su círculo?

—Mira, yo no podría decirte que sí o que no. Dependerá de las instancias. Muchos de mis funcionarios eran empresarios desde antes.

—¿Se rodeó de ricos?

—No. Algunos de mis funcionarios no han incrementado su patrimonio, pero es un patrimonio que tenían desde antes.

LA AMENAZA DE YUNES

Después de mediodía, en Xalapa, su secretario particular acudió al Congreso de Veracruz. Ahí entregó la solicitud de licencia a la diputada presidenta, Octavia Ortega.

A esa hora, en Boca de Río, Miguel Ángel Yunes alertaba: la licencia solicitada por el gobernador es una maniobra para evadir la ley y un intento del PRI de bloquear su llegada al gobierno de Veracruz.

“Pensamos que vendría una etapa de transición ordenada, que enviara a Veracruz y a México un mensaje de civilidad y apego a la Ley.

“Pero sucedió todo lo contrario.

“Continuó el saqueo de las arcas públicas.

“La delincuencia recibió carta abierta para delinquir sin freno.

“El régimen corrupto se mostró en estos últimos meses en toda su dimensión, violó todas las normas legales y de ética pública; exhibió toda su miseria moral.

“Pero también el régimen quiso y quiere violentar la voluntad democrática de los veracruzanos que decidieron por el cambio.

“Tratarán de evitar que asuma el cargo porque el régimen sabe que he llegado a la médula de la corrupción.

“No quieren que llegue a Gobernador porque saben que tengo información que cimbrará a México y que a partir de que tome el cargo tendré los instrumentos para profundizar aún más en el conocimiento del destino final de los recursos robados a los veracruzanos.

“Lo intentaron demandando que se anulara la elección.

“Han presentado un sinfín de denuncias en contra nuestra y las seguirán presentando

“Han volcado sobre nosotros todo el poder y nos hemos defendido con valor y determinación.

Dice que el 1 de diciembre, al tomar posesión del cargo, dará a conocer “datos sobre la realidad de la corrupción en Veracruz y cómo —al igual que la humedad— penetró por todas partes.

“Javier Duarte se va con las bolsas llenas y deja un Veracruz incendiado.

“Le vaciaré las bolsas para devolver a los veracruzanos lo robado y apagaré el incendio para recuperar la paz y la tranquilidad.

“Duarte se va a defender sus intereses personales y los de su banda”.

CONFLICTO EN EL CONGRESO

El conflicto se trasladó al Congreso de Veracruz. Ahí, durante la tarde y noche, la bancada afín a Javier Duarte pretendió imponer al secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, como gobernador sustituto. 

En respuesta, la oposición panista, PRD, Movimiento Ciudadano, Panal y priistas tomaron la sede de la Comisión Permanente. Acusaron violaciones al reglamento interno del Congreso y una transgresión a la Constitución de Veracruz.

Señala el texto que ante la falta definitiva de gobernador, el pleno del Congreso designará un gobernador provisional y éste convocará a sesión extraordinaria para designar al gobernador sustituto.

A la medianoche del miércoles, la Comisión Permanente avaló la separación de Javier Duarte del cargo y consumó la imposición de Flavino Ríos, a razón de siete votos a favor y tres en contra. 

Lo propuso la diputada Marcela Aguilera y lo aprobaron ella, Rafael García Bringas, Eber Carvallo, Jacqueline García, Juan Manuel Velázquez Yunes, Eduardo Sánchez Macías y Octavia Ortega Arteaga. Votaron en contra los panistas Alejandro Zairick y Ana Cristina Ledesma, así como el legislador de Movimiento Ciudadano, Cuauhtémoc Pola Estrada.