El empresario republicano sucederá a Barack Obama al frente de la Casa Blanca, pese a las advertencias fatalistas y mofas sobre su victoria electoral.
El empresario republicano sucederá a Barack Obama al frente de la Casa Blanca, pese a las advertencias fatalistas y mofas sobre su victoria electoral.
El republicano Donald Trump será el próximo inquilino de la Casa Blanca al conseguir 270 votos electorales necesarios para derrotar a la demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Contra todos los pronósticos, el magnate neoyorquino gobernará el país más poderoso del mundo.
A lo largo de su campaña, Trump construyó un discurso cimentado en la xenofobia, los prejuicios y los estereotipos raciales que le generó un amplio rechazo internacional.
También hizo polémicos pronunciamientos sobre economía y derechos humanos que encendieron las alarmas en los mercados de todo el planeta y en organismos internacionales.
La propia ONU advirtió hace algún tiempo que este empresario que jamás ha ejercido un cargo público, y que pronto despachará desde la Sala Oval, es un ‘peligro para el mundo’.
DESAFÍOS
Credibilidad: Desde el inicio de la contienda por la sucesión presidencial, diversos sectores de la sociedad y la política estadunidense cuestionaron las capacidades intelectuales de Trump para gobernar el país. Según su predecesor en el cargo, Barack Obama, ni siquiera está preparado para atender una tienda de conveniencia. Tendrá que demostrar lo contrario.
Política exterior: Las opiniones, dichos y posturas del próximo presidente de Estados Unidos lo han enemistado con gobiernos, instituciones religiosas y organizaciones de todo el mundo. Trump deberá recurrir a un secretario de Estado casi genial para revertir las discordias.
Conciliación: Luego de cargar contra inmigrantes, minorías y credos religiosos, el magnate de bienes raíces tendrá el reto de dialogar hacer política con dichos sectores, si es que pretende lograr consensos y acuerdos.
Terrorismo: La principal amenaza que afronta Estados Unidos a su seguridad nacional. Todas las propuestas de Trump se han centrado en el grupo Estado Islámico y el terrorismo, pero ha sido poco claro a la hora de establecer estrategias concretas de combate y prevención. También es incierto el futuro de las alianzas militares con otros países.
Economía: “Volver a hacer de Estados Unidos un gran país” fue el lema de campaña de Trump. La cuestión será cómo lo logrará, pues sus propuestas de fortificar a las empresas norteamericanas apelan al proteccionismo y contradicen el libre mercado. Además, ha prometido sacar a su país del polémico Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) -que actualmente está en negociaciones-, y renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).