A pesar de los años aún no existe públicamente un peritaje que determine la causa de la explosión, la infraestructura quedó reducida a chatarra.
A pesar de los años aún no existe públicamente un peritaje que determine la causa de la explosión, la infraestructura quedó reducida a chatarra.
Este 20 de abril, se cumplen seis años de la explosión de Clorados III en Coatzacoalcos, que de acuerdo con el reporte de Petróleos Mexicanos este hecho cobró la vida de 32 personas y dejó 136 lesionadas.
A pesar de los años aún no existe públicamente un peritaje que determine la causa de la explosión, la infraestructura quedó reducida a chatarra.
La coordinadora por la defensa de Pemex, hizo un llamado a las autoridades para que se deslinden responsabilidades y pongan mayor atención a los problemas que se presentan en la industria.
“En el marco del sexto aniversario luctuoso de la explosión de Clorados III, demandamos a Petróleos Mexicanos y al gobierno Federal y escuchar la voz de los petroleros, la nueva y vieja gerontocracia en Pemex debe escuchar a los trabajadores democráticos, primero ejecución del presupuesto anual para el mantenimiento, la reparación del complejo petroquímico pajarito, alto al outsourcing y desplazamiento de mano de obra calificada en petróleos mexicanos, reparación inmediata de la red de contra incendios del complejo petroquímico cangrejera e integración de plantas para la producción de gasolinas”, expresó Mario Díaz Ortega, responsable de difusión de la organización.
Además, señalaron que no se ha remediado el impacto ambiental. Fue en junio del 2016 cuando la organización ambientalista Greenpeace presentó los resultados del análisis de las muestras de agua y suelo que recolectaron durante los días 23 y 24 de abril del 2016 en la zona.
“De las 10 muestras tomadas, la que arrojó resultados más alarmantes de presencia de tóxicos es precisamente la del agua proveniente de Pajaritos. Se encontraron etenos clorados, etanos clorados, y metanos clorados, así como bencenos clorados. Además, contiene una amplia gama de químicos orgánicos semivolátiles.
De las distintas sustancias, el químico más predominante es el Dicloruro de Etileno (EDC, por sus siglas en inglés) (2), sustancia catalogada como posible cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y los servicios de salud de los Estados Unidos. Las concentraciones halladas de EDC superan de 10 a 28 veces los límites que establecen Estados Unidos (3) respecto a las aguas residuales que vierte el sector de los plásticos”, detalló en un comunicado.
Díaz Ortega explicó que Mexichem después del accidente cobró el seguro industrial y se llevó hasta la infraestructura de Clorados III para venderla como chatarra, dejando sin trabajo a obreros de compañías contratistas.