​Despiden en Las Choapas a víctima de Tuzandepetl

Con un homenaje de cuerpo presente en el edificio del Sindicato Petrolero de la Sección 26 y una misa en la parroquia “Sagrado Corazón de Jesús”, este martes por la tarde se dio el último adiós al ingeniero, Carlos Ascensión Morales, quien era jefe de la cuadrilla que laboraba en la Cavidad Tuzandepetl-331, donde se registró la explosión que cobró cinco vidas el pasado 23 de febrero, en Ixhuatlán del Sureste, Veracruz.

Con la presencia de sus familiares, esposa e hijos, así como de trabajadores petroleros, el licenciado, Ricardo Reyes Pérez, Secretario del Interior y Acuerdos de la Sección 26, fue quien presidió la ceremonia. El féretro que guarda los restos de Ascensión Morales, quien contaba con 64 años de edad, fue colocado en el interior del edificio, frente al escudo de la S.T.P.R.M (Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana).

Carlos Ascencio Morales nació en Tampico, Tamaulipas, a los 10 años de edad, sus padres lo traen a Las Choapas, Veracruz, en virtud de que su madre Amparo Morales Lezama era oriunda de este municipio; su padre fue Rosendo Ascensión Palacio, del estado de Puebla.

Le sobreviven sus hermanos Miguel Ángel, Adolfo, Néstor, Armando, y María Elena Ascensión Morales, así como su esposa Hilda Francisco Masse Zapién.

Asimismo, sus hijos Carla Elizabeth y Carlos Armando Ascensión Velásquez, Sergio Alberto Ascensión Masse, y Miguel Ángel Ascensión Pérez.

De acuerdo con la reseña sobre su situación laboral, Carlos Ascensión Morales, laboró por más de 18 años perteneciendo al sindicato petrolero de la Sección 26; sin embargo, fue trasferido a petición propia a la Sección 22 de Agua Dulce, ya que pasó a ser trabajador de confianza; también estudio ingeniería petrolera y se desempeñaba como inspector técnico de perforación. El ahora occiso se inició en Petróleos Mexicanos desde 1978.

En un ataúd color café que carga una cruz de mármol, el cuerpo de Carlos Ascensión Morales en medio del edificio petrolero, recibió guardia de honor por algunos minutos de parte de trabajadores y directivos del gremio sindical.

También le dieron un minuto de aplausos, en el que brotaron las lágrimas por esta despedida.

Aunque el accidente ocurrió el pasado 23 de febrero, apenas el día lunes la Fiscalía General del Estado (FGE) entregó los dos primeros cuerpos a sus familiares tras ser identificados por las pruebas de ADN; entre ellos Carlos Ascensión Morales.

Otro más ya identificado fue Hugo Acosta, quien fue llevado a su natal Nanchital, donde también fue velado por sus familiares y le dieron cristiana sepultura.

“Es lo único que esperábamos y pedíamos, ahora él va a estar en paz, ahorita que le demos cristiana sepultura, eso era lo que esperábamos; así es, fue por la compatibilidad de las pruebas de ADN del 89 por ciento, con mi cuñado y mi hijo”, dijo Hilda Francisco, esposa de Carlos, entrevistada en Coatzacoalcos.

“El enchilado”, como le decían a Carlos, fue velado primero en el número 203 de la calle Jaguares en el fraccionamiento Ciudad Olmeca en Coatzacoalcos, donde vivió sus últimos años a lado de Hilda. “Carlos era una persona muy alegre, muy bromista, tenía un carácter fuerte, pero la verdad que detrás de esa cara dura y ese carácter fuerte era puro corazón”, reiteró la señora mientras acariciaba el féretro.

Este martes, finalmente lo trasladaron a Las Choapas, donde en algún momento pidió que cuando falleciera se le sepultara en este municipio y luego de una misa de cuerpo presente lo llevaron al panteón nuevo municipal.

Como contexto, el 23 de febrero, a las 15:40 horas, tuvo lugar una explosión en un pozo dentro de las instalaciones de Tuzandepetl PEMEX, en el municipio de Ixhuatlán.

De acuerdo con los informes oficiales, el siniestro ocurrió en el campo de perforación PM-119 cuando los trabajadores realizaban labores de mantenimiento a la cavidad Tuzandepetl-331 que derivó en un incendio y posterior explosión con saldo de cinco personas fallecidas.