Madre de petrolero fallecido en explosión de Tuzandepetl, pide a Fiscalía que entregue su cuerpo

​Han transcurrido poco más de tres meses desde que se registró el accidente en el Centro de Almacenamiento Estratégico de Pemex en Tuzandepetl, una explosión que terminó con la vida de cinco trabajadores, de los cuales solamente dos han sido entregados a sus familiares, mientras que el resto vive un viacrucis por culpa de la indolencia del personal que labora en la Fiscalía General del Estado (FGE) con sede en Nanchital.

Pemex ha confirmado que ocho trabajadores sindicalizados conformaban el equipo de perforación PM-119, tres resultaron lesionados y fueron estos obreros quienes señalaron que sus cinco compañeros perdieron la vida en las maniobras que impidieron que la desgracia fuera más grande.

Hay documentos que avalan el ingreso de los obreros en la guardia del jueves 23 de febrero, un fatídico jueves; cuando faltaban solamente quince minutos para que acabara la jornada y fueran remplazados, se registró la explosión e incendio.

Quienes perecieron en el accidente fueron Carlos Ascensión, José Dimas Pérez Solís, Gabriel Obed Canseco Pacheco, Hugo Cruz Acosta y José Alfonso de la Cruz. El mismo número de cuerpos fueron localizados en el área luego de que el fuego fue controlado y sofocado.

LOS CUERPOS

Luego de que se levantaron los restos de cinco personas, dos fueron entregados a sus familias tras ser plenamente identificados, pero los otros tres permanecen bajo resguardo de la Fiscalía, cuyo personal le ha dicho a los familiares que resulta complicado hacer las pruebas de ADN para identificar cada uno, por el estado en que se encuentran los restos, prácticamente calcinados.

Mientras tanto los días pasan, madres, padres, hermanos, viudas e hijos de tres petroleros siguen sin tener una tumba donde llorar, están conscientes de que sus seres queridos perdieron la vida, pero no pueden cerrar el ciclo mientras los restos estén en algún punto, sin la cristiana sepultura.

​

Así lo señaló la señora Juana Pacheco López, mamá de Gabriel Obed Canseco Pacheco, la única víctima de Agua Dulce, quien, de acuerdo a las versiones de los sobrevivientes, fue un héroe al cerrar las válvulas que impidieron que el incendio fuera mayor, lo que habría dejado muchas víctimas más.

ACTA DE DEFUNCIÓN

Mientras que la Fiscalía General del Estado de Veracruz no emita el acta de defunción correspondiente, las viudas e hijos de las víctimas no pueden realizar trámite alguno ante Petróleos Mexicanos (Pemex), pues permanecen bajo el estatus de desaparecidos y hasta corren el riesgo de perder algunos derechos laborales conforme pase el tiempo; para que Pemex reconozca el estatus de fallecido sin certificado de por medio, tendrían que pasar cinco años.

La entrevistada Juan Pacheco López señaló que le preocupa lo que pasará con sus nietos y su nuera, pues aunque actualmente ella está laborando, no tiene un empleo seguro y sus nietos tienen derecho a contar con una protección que garantice sus gastos generales y educativos por lo menos.

Con llanto corriendo por sus mejillas, ella le pide a la Fiscal General, Verónica Hernández Giadans, que se apiade de una madre que está sufriendo, de una familia que solo quiere recuperar lo que quedó de su ser amado y que sus hijos tengan un sitio donde visitarlo, donde llorarle y decirlo cuando lo extrañan.

No es sorpresa lo que señalan los familiares de Gabriel Obed Canseco Pacheco, pues en la Fiscalía con sede en Nanchital, al momento de la tragedia se mostraron solícitos y con disposición de apoyar a las víctimas.

Conforme la atención mediática del caso disminuyó, se volvieron indolentes y hasta dejaron de contestar las llamadas de los familiares, quienes lo único que piden es que avance la identificación y si no cuentan con las herramientas para ello, que lo digan, para que se busque ante otras instancias en el país o incluso, en el extranjero.

“Ya van a entregar los cuerpos de los accidentados hace pocos días, pero a mi hermano no nos lo pueden dar”, dijo en la entrevista con mucho dolor el hermano de Obed, “No se vale que sean así, él fue un héroe que impidió que la tragedia fuera mayor, pero fuera de eso, es un ser humano que tenía una familia que lo quiere mucho y solo queremos que nos lo entreguen”, sentenció su madre.​