​Desde niño, siempre quise ser anestesiólogo: Dr. Roberto Palma Prieto

Durante 35 años, el doctor Roberto Palma Prieto, se dedicó a la anestesiología, y aunque su profesión en pocas ocasiones es reconocida, es una de las más importantes cuando se va a realizar un procedimiento quirúrgico.

Nacido en Las Choapas, a sus 75 años de edad, nos comparte su vida y su desarrollo profesional.

De pequeño, recuerda que estudió la primaria en la escuela Artículo 123, “José María Morelos y Pavón”, la secundaria solo los primeros dos grados en la Antonio J. Bermúdez.

Unos amigos de la familia que eran comerciantes y que vivían en la Ciudad de México, se ofrecieron para llevárselo y tuviera mejores oportunidades educativas.

Fue así que en Ciudad de México logró terminar la secundaria y la preparatoria, se postuló para ingresar en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) donde fue aceptado.

Desde pequeño quiso ser médico, él observaba cuando llegaban los doctores a su casa a revisar a algún familiar, incluso, recuerda que desde los nueve años decidió que eso sería ser y jamás cambio de idea.

Cuando terminó la carrera de medicina, con promedio de 9.3, quiso estudiar una especialidad y fue así que se decidió por anestesiología, “para mí era algo muy impactante ver cómo dormían a los pacientes para las operaciones, era como algo mágico en esos tiempos, quise saber y decidí estudiar mi especialidad”, dijo.

Cuando se graduó trabajó en el Seguro Social, en el Centro Médico Nacional, “ahí iban los mejores promedios y yo con mi 9.3 tuve la oportunidad de estar ahí”.

Dijo que conoció a los grandes de la medicina, aquellos que incluso hasta escribían libros y eran reconocidos en el país y en el extranjero.

Recuerda que, en el año 1970, su hermana le dijo que hacía falta un anestesiólogo en el hospital de Pemex de Las Choapas, y fue que decidió regresar a la ciudad.

El médico Roberto Palma, es padre de tres hijos, Roberto, Lariza y Ricardo, actualmente vive con su esposa Estela Román Pineda, con quien lleva 52 años de casados.

Señala que esta profesión, aunque pocos la reconocen, es una de las más importantes cuando se va a realizar un procedimiento quirúrgico; los anestesiólogos son quienes duermen a los pacientes, vigilan que todo marche bien, pues revisan signos vitales y muchas cosas más.

“No somos felicitados, pero el hecho de que todo salga bien, ya es motivo de felicidad, es muy triste cuando las cosas no salen bien, uno también sufre, no por el hecho de que hayamos fallado, sino que no tenemos la vida comprada”, reconoció el doctor choapense.

Durante su experiencia laboral, en Las Choapas asistió durante muchas cirugías en diversas instituciones de salud públicas y privadas, y tras 35 años de servicio se retiró.

Es importante señalar que el médico reconoció que, por el auge de trabajo en Petróleos Mexicano, había muchas especialistas en el hospital El Plan, pero con el paso de los años la producción bajó y con esto también los servicios, por lo que poco a poco dejaron de llegar especialistas al nosocomio.   

Aunque su estado de salud no es el mismo que antes, pues ha tenido algunas complicaciones, actualmente es el cronista de la ciudad.