En Las Choapas balean a dos hijos de activista del MMPV; uno murió

La calle Playón Sur, a unos 30 metros de la palapa “Los Ídolos”, frente al domicilio de la familia Castillo Rojas, fue la escena del crimen que llamó poderosamente la atención de un gran número de personas que se arremolinaron al lugar para mostrar consternación y lamentar la inseguridad que aún sufre el municipio de Las Choapas. Policías ministeriales, estatales y municipales fueron recriminados en repetidas ocasiones por no garantizar la paz social.

LOS HECHOS

Pasaba el mediodía cuando los hermanos Miguel y Moisés, de 32 y 21 años de edad, respectivamente, decidieron salir de su domicilio para ir a la tienda de la esquina a comprar unos huevos, un paquete de jamón de la marca Fud y medio kilo de tortillas, sin saber que eran vigilados; los agresores esperaron que sus víctimas compraran lo que almorzarían, pero al regresar, a escasos cinco metros de la entrada principal de su casa, fueron sorprendidos por el par de sujetos en motocicleta.

Uno de los ejecutores llevaba el arma en mano y disparó en repetidas ocasiones contra la humanidad del profesor Miguel Ángel Castillo, quien impartía clases de primaria en la comunidad de Úrsulo Galván, perteneciente a este municipio; su hermano al ver la acción, reaccionó en contra  los agresores, logrando quitarle el casco protector a uno de ellos, pero no pudo hacer más, pues recibió cinco impactos de bala que lo dejaron mal herido.

Al escuchar las detonaciones, del interior de la casa la mamá de ambos, Rosario Rojas Aragón, salió corriendo en su ayuda un amigo de ellos de nombre Salvador, quien nada pudo hacer por detener a los delincuentes, ya que huyeron a toda velocidad ante la mirada atónita de vecinos y transeúntes.

Miguel Ángel Castillo Rojas, ensangrentado en el suelo, junto a los alimentos que acababa de comprar, exhaló su último suspiro de vida, recibió tres impactos de bala del calibre 9 milímetros que le perforaron el costado derecho; dos proyectiles tuvieron orificio de salida por el lado izquierdo y uno quedó alojado en el cuerpo; Moisés Castillo permaneció parado pero desangrándose, este recibió dos balazos en la pierna izquierda, dos en la derecha y uno en el brazo derecho.

RIÑA EN LA ESCENA DEL CRIMEN

En medio de esta desgarradora escena, curiosos comenzaron a grabar con sus celulares, lo que provocó que la profesora Rosario les exigiera que respetaran y dejaran de grabar, pero uno de los que videogrababan le respondió a la dolida madre y desencadenó una trifulca, toda vez que el amigo de los hermanos baleados lo enfrentó a golpes y justo en ese momento llegaron elementos de la Policía Municipal.

Los uniformados intervinieron para terminar con la riña, pero Salvador se opuso y también los enfrentó a golpes y patadas, por lo que tuvo que ser sometido y esposado; la profesora trató de impedirlo y forcejeó con los policías, pero finalmente terminaron por separarla y llevarse detenido al que protagonizaba el pleito, mientras que el curioso que grababa prefirió retirarse del lugar.

En cuestión de minutos, la calle Playón Sur se llenó de patrullas de la Policía del Estado, Municipal, Ministerial y ambulancias, en una de éstas trasladaron a Moisés Castillo Rojas al hospital “Doctor Pedro Coronel Pérez”, pero horas más tarde, sus familiares pidieron el alta voluntaria y lo canalizaron a una clínica particular de este municipio para que recibiera atención de especialistas.

INSEGURIDAD E IMPUNIDAD

Con el cuerpo de su hijo sin vida tendido en el suelo y en medio del llanto, la profesora Rosario Rojas Aragón, reprochó a todos los policías presentes la inseguridad que sufren los choapenses, que no hacen nada por garantizar la seguridad en el municipio y condenó el grado de impunidad que existe, porque cuántas muertes no se han registrado en los últimos meses y no hay nadie detenido.

“¿Cuántos asesinatos ha habido en Las Choapas, cuántos, cuántas ejecuciones, cuántos descuartizados, y qué han hecho esta gente, qué han hecho?, no han hecho nada, y cuándo agarran un asesino no falta que un hijo de su… vaya y lo saque mediante arreglos y la policía no hizo nada”, reclamó la maestra ante los presentes.

Cuando ella continuaba con los fuertes reclamos, a lo lejos comenzó a escucharse un fuerte lamento y llanto, una joven llegó corriendo y se tiró sobre el cuerpo de la víctima, se trataba de su hermana Irlanda Nayeli Castillo Rojas, quien no podía ser controlada, sus gritos de dolor la llevaron al grado de quedarse afónica, pero se aferraba al cadáver de su hermano, suplicándole a Dios que le devolviera a su hermano, que no se lo llevara, “no me abandones hermanito, no por favor, Dios mío, tú tienes el poder para que no se vaya”.

Conocidos de la familia brincaron la valla de seguridad para solidarizarse con la profesora y con su hija, a quienes les pasaban alcohol para evitar un desmayo, mientras tanto, personal del Servicio Médico Forense realizaban las diligencias correspondientes en coordinación con la Policía Ministerial del Estado.

Finalmente, luego de una hora de mediciones, de marcar indicios, tomar gráficas de distintos ángulos, etcétera, ordenaron el levantamiento del cuerpo para ser trasladado a una conocida funeraria, en tanto que el otro joven lesionado anoche era atendido por especialistas y lo reportaban fuera de peligro.

ANTECEDENTES

El joven Miguel Ángel Castillo Rojas, asesinado ayer frente a su domicilio, el 8 de octubre de 2013, fue perseguido en las inmediaciones de la colonia Anáhuac por un vehículo Jetta, cuyos tripulantes viajaban armados y en más de dos ocasiones intentaron con cerrones bloquearle el paso, pero no lo consiguieron.

Castillo Rojas, se desplazaba a bordo de su camioneta Expedition, color vino, cuando el automóvil Jetta, color oro, con vidrios polarizados, se le emparejó tratando de cerrarle el paso; sin embargo, al darse cuenta, el ahora occiso emprendió acelerador a fondo y aunque hubo una persecución, no lograron alcanzarlo y los del auto compacto recibieron un golpe con la camioneta que los hizo perder estabilidad y quedarse atrás.

CASTILLO DUQUE, SU PADRE

El 8 de octubre de 2012, falleció el profesor Miguel Ángel Castillo Duque, a sus 59 años de edad, padre de los jóvenes baleados el día de ayer.

El docente fue director de la escuela primaria “Eduardo Soto Ines” y también tuvo participación en la vida política; en una ocasión fue candidato a la diputación local por el Partido Nueva Alianza (Panal), así mismo, formó parte del comité directivo municipal del Partido Verde Ecologista de México.

Unas 600 personas entre profesores, padres de familia, amigos, alumnos y ex alumnos se reunieron en la plaza cívica de su escuela para darle el último adiós aquel día. El profesor fue sepultado en su tierra, allá en el estado de Tamaulipas.