* Los zetas atacan en Sinaloa y Jalisco  * Próximo baño de sangre en Veracruz  * La esposa y el árabe en la alberca  *Tomaban sol… a medianoche 
 

Andar entre el fango ha hecho de Daniel Aguilar Avendaño un mentiroso profesional. Lanzador de rollo, inventor de éxitos intangibles, falsea logros y encubre una cruda, terrible, realidad: el fracaso del Ayuntamiento de Coatzacoalcos en el tema de las obras públicas, en el año 2011.

Personaje de bajo perfil, a la sombra siempre de su esposa, Samantha Palafox Barandiarán, la coordinadora de asesores del alcalde Marco César Theurel Cotero, tuvo el desparpajo de alardear resultados inauditos, matiz de un año perdido.

A bocajarro, dijo a la prensa —21 de noviembre— que la construcción del malecón costero, en su séptima etapa, camina de acuerdo a lo planeado, “cumpliendo sus tiempos”, y que los trabajos de terracería, suministro e instalación de agua potable y drenaje, son obras que no se ven “porque todo es subterráneo”.

Ese galimatías es el parche al desbarajuste que prevalece en Obras Públicas Municipales. No avanza la ejecución de proyectos por falta de recursos y por la concentración de contratos en manos de los amigos y protegidos del alcalde Theurel Cotero.

Una semana antes, sin embargo, un reporte de circulación restringida —formato RAFF-01— advertía la crítica situación de las obras públicas en Coatzacoalcos, el mínimo avance de los trabajos y la falta de pago a constructoras que cumplieron en tiempo y forma.

Entre los integrantes del cabildo de Coatzacoalcos, como era de suponerse, cundió la alarma.

Con fecha 14 de noviembre, el reporte RAFF-01 citaba pormenorizadamente el avance de obra, el pago por concepto de anticipo y el avance técnico. Dejaba al descubierto, también, la farsa de la que forma parte Aguilar Avendaño, a quien como propietario de la empresa Grupo Raudales, S.A. de C.V. se le asignaron obras millonarias y una vez que se le designó secretario de Obras Públicas Municipales, simuló renunciar a ellas.

Al sobrino del panista Gonzalo Guízar Valladares, rival de Marcos Theurel en la disputa por la alcaldía en 2010, René Alejandro Guízar León, representante de la empresa Servicios Especializados RODZEN, S.A. de C.V. se le deben casi 2 millones de pesos, correspondientes a tres obras ya ejecutadas, contratadas por 3 millones.

En la pavimentación de la calle Caracas, entre Quevedo y Cuauhtémoc, la empresa Gestoría, Proyectos y Construcción, S.A. de C.V., de Alberto Brandt, logró un avance físico del 99 por ciento, pero ha cobrado el 82.28 por ciento del monto total.

MR Industrial, de Luis Antonio “El Cacha” Salazar, reponsable de la pavimentación de la calle Prescenda, entre Bellavisa y 18 de Marzo, presenta un avance del 78 por ciento, pero únicamente se le pagó el anticipo, o sea el 30 por ciento. Del total contratado, un millón 299 mil 327.17 pesos, sólo se le han cubierto menos de 400 mil pesos.

Yesoductos, Dragados y Canales, del entrañable amigo del alcalde, Marco Antonio Juárez, alcanzó un avance físico de 76 por ciento en la obra de pavimentación de la calles Bellavista, entre Platón Sánchez y Francisco Zarco. El monto contratado fue de un millón 251 mil 633.37 pesos. Sólo se pagó el 30 por ciento.

Otras empresas, en cambio, han resultado un fiasco. COCOTAB, por ejemplo, cobró el 30 por ciento de anticipo por la pavimentación de la calle Juan Osorio, con un monto de 6 millones 198 mil 5.44 pesos, pero únicamente presenta un avance físico del 2.21 por ciento.

FC y Márquez Construcciones, del clan del alcalde Theurel, tiene a su cargo la pavimentación de la ruta urbana 7 con un monto de 15 millones 441 mil 264.11 pesos. Se le otorgó un anticipo del 30 por ciento, equivalente a 4 millones 632 mil 379.23 pesos, pero únicamente avanzó un 10.25 por ciento de la obra.

Decenas de trabajos se hallan en la misma tónica. Empresas que han realizado notables avances, se quejan de haber recibido únicamente el 30 por ciento por concepto de anticipo y de ahí ni un centavo más. Otras cobraron ese porcentaje, pero prácticamente abandonaron los trabajos.

Una de ellas es Ingeniería Ambientales y Procesos, de Brian Carlos López Mendoza, director de Adquisiciones del Ayuntamiento de Coatzacoalcos y protegido del alcalde Marcos Theurel.

Daniel Aguilar Avendaño se ha vuelto un demagogo marca Theurel. Cuando asumió la Secretaría de Obras Públicas —octubre 12— anunció que había renunciado a las obras que el Ayuntamiento le asignó en calidad de contratista. Grupo Raudales, la ética por delante, evitaría ser juez y parte.

Su afirmación fue falsa, una vulgar pantomima. Según el reporte RAFF-01, la empresa del secretario de Obras Públicas sigue ostentando cinco proyectos, entre ellos los tramos “A” y “B” de la séptima etapa del malecón costero, con un monto de más de 14 millones de pesos.

Raudales también construye una nave en canchas deportivas del parque Margarita Maza de juárez, con un monto de 3 millones 107 mil 285.19 pesos, en el cual cobró el 20 por ciento de anticipo, pero su avance físico es del 17.82 por ciento.

En otros dos trabajos, el desazolve de canales y la rehabilitación de los baños de la Secretaría de Obras Públicas, se le pagó el 100 por ciento del monto contratado, a diferencia de 12 contratistas que cumplieron con su encargo pero que no se les cubrió ni anticipo ni estimación alguna, entre ellas CARBOT México; Desarrollo de Construcciones y Ecología, y Factores del Istmo, ligadas estrechamente al alcalde Theurel; Edificadora y Urbanizadora del Sureste, de Oscar Fosado; Construlín; GELAPA, de Sergio Palacios Gelabert, y Constructora y Arrendadora GP.

Daniel Aguilar Avendaño tiene estampa de inocente pero le encanta mentir. Dijo ante la prensa que los trabajos de la séptima etapa del malecón se realizaban de acuerdo a lo programado. Falso. El reporte RAFF-01 establece un mísero avance de entre 2.06 y 5.31 por ciento.

 

En los tramos “D” y “E”, a cargo de la compañía INDHECA, el avance es cero.
Tiene Daniel Aguilar un privilegio más. Su empresa Grupo Raudales fue la única que cobró el 20 por ciento de anticipo por dos tramos del malecón que le fueron encomendados.
Su compulsión a mentir es patológica. Tuerce la realidad; engaña sin mesura; tima a los incautos.

Supone que así encubre el fracaso de la obra pública de Marcos Theurel.
Mal supone. Anda perdido.
 
Archivo muerto
Violencia zeta en tres municipios de Sinaloa y Guadalajara. El saldo fue de 42 muertos, 16 calcinados en suelo sinaloense, y otros 26, torturados, asfixiados y acribillados en la capital de Jalisco. Es, presumiblemente, al respuesta de la banda criminal de los zetas al centenar de ejecuciones en Boca del Río y el puerto de Veracruz, perpetradas por los Matazetas, una extensión del Cártel de Sinaloa. Convulso el occidente del país por la oleada criminal, se espera, en consecuencia, otro baño de sangre en Veracruz. La semana que acaba de concluir hubo un ejecutado en Plaza Cristal de la capital, Xalapa, cuyo cuerpo fue sustraído por sus asesinos y dejado en el municipio de Coatepec; enfrentamientos en Xico y Perote, con saldo de varios muertos; cuatro sicarios abatidos en Pánuco; seis cadáveres arrojados en Colinas de Santa Fé, en el puerto de Veracruz, y uno más fue hallado en Martínez de la Torre. Imágenes cotidianas, que a fuerza de repetirse, se vuelven parte del paisaje jarocho. Lo peor, parafraseando a Fidel Herrera, está por venir…

 

A medianoche, el calor abrasador, coqueteaban la dama y el compadre árabe a media alberca, solitaria la mansión en la exclusiva colonia Petrolera. Ahí los halló el marido, la sangre hirviendo, el alma en un hilo, el reclamo en los labios, sin explicación qué pedir. Desde aquella noche no se hablan. Bueno, la dama y el compadre árabe, sí, a escondidas… 

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