* Peña Nieto será candidato único  * Los que le apostaron a la fractura en el PRI  * Unidos, los priístas ganan y se roban las elecciones  * Pobre México  * El negocio de Jordi Mullor  * Cesan al operador de Adrián Pérez  * MORENA repite la historia de las fallidas Redes Ciudadanas

Sin pena ni escrúpulo, mareada por saberse “alguien”, Lupe Félix de Theurel se ha autoimpuesto una tarea políticamente suicida: opacar y sabotear, una y otra vez, cuantas veces sea necesario, a Karime Macías Tubilla, esposa del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

Hará tres semanas, en Coatzacoalcos, Su Majestad Lupita I asestó un golpe demoledor, fríamente calculado y mejor ejecutado, hacia lo que representa la primera dama del estado, cuya visita —noviembre 10— obedecía al inicio del progama “La vista primero para Adelante”, con el cual se dotará de lentes, sin costo alguno, a 3 mil escolares con problemas visuales.

Aquel evento, estructurado para que Karime Macías arrancara una serie de jornadas sociales en la entidad, tuvo efectos propagandísticos y de lucro político a favor de la esposa del alcalde de Coatzacoalcos, Marco César Theurel Cotero.

Impolítica, deliberadamente imprudente, Lupita Félix no reparó en hablar a la prensa, adelantar alcances del programa, revelar detalles y metas, y ganar espacios en los medios, cuando Karime Macías aún se hallaba en tránsito hacia Coatzacoalcos. Frente a las cámaras y grabadoras, la señora Theurel se proyectaba por encima de la primera dama de Veracruz.

Fue aquella jornada una cátedra de agandalle político. Lupita Félix dispuso de porristas que a la menor provocación interrumpían con gritos y vítores. LU-PI-TA LU-PI-TA LU-PI-TA repetían sin permitir que hilara frases y expresiones en torno a la importancia del evento.

 

Era una escandalera, nada espontánea, calculada así por su autora intelectual.
Provocó la irritación de tres damas que acompañaban a Karime Macías, integrantes del Patronato estatal del DIF, responables, ellas sí, de la implementación del programa “La vista primero para Adelante”.

 

Recelosas, el gesto frío, observaban la pantomina armada por la primera dama de Coatzacoalcos en su afán desenfrenado de impresionar, concitar cariño, popularidad y ser catapultada a la candidatura suplente a la diputación federal.

Quizá por ello, por ese afán protagónico, desfasada, torpe y malintencionada, le fue cerrada la puerta del vehículo en que se transportaba Karime Macías y su séquito, dejada Lupita Félix a pie, agraviada frente a todos. “¿No te subes?”, le dijeron desde el interior del auto, con ganas de dejarla plantada, cuando no había un centímetro de espacio para ella.

Robar es una mala conducta; robarse un evento social es una osadía. Pero sabotear a la esposa del gobernador de Veracruz es un suicidio político.

Manipular las visitas de la esposa del gobernador se le ha vuelto costumbre. Cada que viene Karime Macías Tubilla a Coatzacoalcos, Lupita Félix dispara declaraciones a los medios. Anuncia el evento; destaca la presencia de la primera dama de Veracruz, pero invariablemente ordena insertar en los medios y en la televisión, la imagen de la señora Theurel. Karime, al fin, puede esperar.

Hizo lo mismo en la jornada en pro de los niños con cáncer. Otorgó un donativo de 20 mil pesos y ordenó publicitar el hecho con fines propagandísticos, evidente su mezquindad y su mala fe. Generó con ello una oleada de críticas y el repudio de las asociaciones altruistas, que percibieron el oportunismo y la mala intención.

Hija de la ex alcaldesa de Minatitlán, Guadaulpe Porras David, a quien se le imputan desfalcos, pagos irregulares, violaciones a la Ley Orgánica del Municipio Libre, obras fraudulentas y daño patrimonial por más de 70 millones de pesos, Lupita Félix de Theurel tenía que ser así.

Desbocadamente voraz, intenta protagonizar la segunda versión de su mamá, concentradora de tiempos de radio y televisión y espacios en prensa escrita, pagados con recursos públicos para la construcción de su falsa imagen de redentora.

Usar, sin embargo, el aparato de poder y el andamiaje mediático para sabotear a Karime Macías es, sencillamente, un suicidio.
¡Qué burla!

Archivo muerto
No se matan solos los priístas. Va Enrique Peña Nieto a la Presidencia de México, candidato único, sin correligionario que se le enfrente, sin signos de ruptura, sin nada que le quite el sueño. Al declinar el senador Manlio Fabio Beltrones Rivera a sus aspiraciones y cumplir la formalidad de apuntalar a quien será el candidato del PRI, se diluyó el encono. No se percibe una fractura en la maquinaria priísta, acallados ya los grupos que pretendieron invalidar la convocatoria de candidatos por las modificaciones que unilateralmente realizó el líder nacional del PRI, el tramposo Humberto Moreira; sofocado el brote de inconformidad de quienes repudiaron las alianzas innecesarias con dos rémoras del poder: el Partido Verde y el Partido Nueva Alianza, a cambio de posiciones legislativas que se antojan excesivas. Registrado antier domingo como candidato único, Peña Nieto frustra el intento de la vieja guardia, la nomenklatura priísta, de arrebatar la Presidencia. Con Peña Nieto, salinista, cristaliza el sueño del Grupo Atlacomulco de tomar Los Pinos, postulando a uno de los suyos, como no ocurriera con Carlos Hank, ni con Alfredo del Mazo, ni con Arturo Montiel. Quienes le apostaron a la división priísta, y a la fractura, al factor Beltrones, de pésima reputación, fallaron en su vaticinio. De poco, pues, sirvió el sacrificio de Marcelo Ebrard, otro ex priísta con pasado salinista, al dejar pasar a Andrés Manuel López Obrador y cerrar filas en el PRD, en un hecho inédito, ejemplar en la izquierda, inusual entre los rijosos perredistas, conocida su proclividad a la camorra. Los panistas, por su parte, siguen hechos bolas, sabedores que su mejor carta —o la menos peor— es Josefina Vázquez Mota, saboteada por el Presidente Felipe Calderón, cuyo delfín, Ernesto Cordero Arroyo, no emociona ni a su familia. Hay algo cierto: cuando los priístas cierran filas, negocian o se arreglan, son una aplanadora. Usan el poder para sostenerse en el poder. Roban elecciones, compran conciencias, avasallan impunemente a la democracia, violan la ley, pero en completa unidad. Para eso se pintan solos. Así lo han hecho en todo el país y vienen de regreso, para desgracia de lo mexicanos…

 

Un millón 320 mil 282.25 pesos es, con toda seguridad, la mejor razón para que Jordi Mullor Revilla se aferre a ese negocio que formalmente se denomina sistema de transboradores, cuyos ferris cruzan a diario el río Coatzacoalcos. Esa cifra son los ingresos reportados en 2010, uno de los rubros que mayores recursos le aporta al Ayuntamiento. Quizá por ello Jordi Mullor, su administrador, no suelta el cargo, multiseñalado de prepotente y arbitrario, violador de derechos laborales, como en el caso de doña Gregoria Rodríguez Arias, quien acudió a la vía laboral y logró demostrar que su despido fue injustificado. Consta así en el expediente 55/2009-III y en el acumulado 590/2009-II. Jordi Mullor, sentenciado a reinstalarla, se niega a acatar el fallo. Se coloca así a un paso de ser destituido y encarcelado. No ha entendido que el oro es el oro, y hay que cuidarlo… Rodolfo Morales, quien fuera director operativo de Obras Públicas Municipales y brazo ejecutor del ex secretario de Obras, Adrián Pérez Martínez, fue cesado hace un par de semanas. Durante meses, bajo la mirada del contralor del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, Rafael Tejeda Patraca, estuvo sometido a investigación para que justificara el uso de 5 millones de pesos, entregados para la adquisición de pintura y otros materiales. No pudo explicar en qué se usó ese recurso. Su lugar lo ocupa quien fuera su operadora, la arquitecta Prisma, una dama a la cual ayudó a adquirir una vivienda en Puerto Esmeralda. Todo generosidad don Rodolfo…

 

MORENA —Movimiento de Regeneración Nacional— no es otra cosa más que las Redes Ciudadanas en las que el perredista Andrés López Obrador cimentó su malogrado proyecto presidencial en 2006. Operan igual, afiliando ciudadanos a diestra y siniestra, sin la seguridad de que el día de la elección acudan a votar o sepan cómo cuidar una casilla. No aprendió El Peje la lección…
 
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