* Yunes iba hacia la derrota y prefirió retirarse  * El IFE de Coatza pinta amarillo  * MORENA se infiltró
 
Canto viejo —y cuento viejo— es el informe judicial que implica al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, con el grupo delictivo Zeta, sus encuentros subrepticios, la entrega del territorio al crimen organizado y la consolidación de la violencia, una saga de sangre y muerte.

Actualizado por el diario Excélsior, ese capítulo no es nuevo. Es la hipótesis de que fue el ex gobernador quien dejó hacer a los narcos cuanto les viniera en gana y heredó un estado sumido en la criminalidad, atrapado en el secuestro, en el plagio de migrantes, la extorsión y la zozobra generalizada de la sociedad.

No es tema fresco, pero sí un golpe demoledor a los afanes políticos de Fidel Herrera y al PRI, su alma mater, motor de suspicacias y gestor de morbo cuando el priísmo se haya convulso por la caída de su líder formal, Humberto Moreira Valdés, y el deterioro de imagen de su cuasi candidato, Enrique Peña Nieto, por su nula afición a la lectura, los insultos de su hija a la comunidad tuitera, su machismo — “no soy la señora de la casa”— y su ignorancia sobre el salario mínimo.

Fidel Herrera no es activo ni un aval moral para el PRI. Es, en todo caso, un lastre. Se le apoda Zeta-1.

 

Originalmente, fue la revista Proceso la que en febrero de 2010 tocó el tema que ahora actualiza Excélsior. Obtuvo copias de las declaraciones ministeriales de 14 testigos protegidos que laboraron en el gobierno de Fidel Herrera y formaban parte de las filas de los zetas. Difundió, además, entrevistas con ellos.

Excélsior, en cambio, alude a un reporte de la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, que cita la misma información referenciada en Proceso, el mismo número de testigos y el personaje clave: Fidel Herrera Beltrán.
Según los testimonios recogidos por Proceso y la DEA, ahora difundidos por Excélsior, los zetas tenían una organización denominada La Compañía, que era la encargada de realizar prácticas de extorsión.

Algunos párrafos publicados por Proceso detallan la importancia que habría tenido el régimen fidelista en la consolidación de los zetas y La Compañía:
“Pagados ‘por la mafia’ durante los años que coinciden con el gobierno de Fidel Herrera, los testigos sostienen que la protección de La Compañía en Veracruz no se entiende sin las principales autoridades estatales. Y mencionan varios hechos de esa presunta relación.

“El primero, una supuesta reunión de Fidel Herrera y sus principales jefes de seguridad y justicia con Braulio Arellano Domínguez, conocido como El Zeta-20, El Gonzo o El Verdugo, muerto el pasado 3 de noviembre en un enfrentamiento con elementos federales e infantes de Marina en el municipio de Soledad de Doblado en el centro de Veracruz.

“Los declarantes sostienen que el alegado encuentro con el entonces jefe de Los Zetas en Veracruz ocurrió a finales de 2008 en el hotel Mabiel (Maviels), frente al hospital Valentín Gómez Farías, en Coatzacoalcos.

“Aseguran que Herrera Beltrán estuvo acompañado por el entonces subcoordinador de la SSP estatal de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y actual subsecretario B de la dependencia —que corresponde a la misma zona—, Remigio Ortiz Olivares, quen ha trabajado en esa área desde finales del gobierno de Miguel Alemán Velasco.

(Remigio Olivares es actualmente director de Reclusorios de Veracruz, en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa).
“Los informantes dicen que a esa reunión también asistieron el exsubdirector operativo (Alfonso) Lara Montero, y el subprocurador general de Justicia del estado, Jorge Yunes (Yunis) Manzanares.

(Yunis es subprocurador en el sur de Veracruz, con sede en Coatzacoalcos).

“Agregan que en noviembre de ese mismo año, en la víspera de su IV informe de gobierno, Fidel Herrera acudió a un festejo en una casa del fraccionamiento Las Ánimas, donde vive el propio gobernador, su secretario de Gobierno, Reinaldo Escobar Pérez y los empresarios más ricos del estado.

“Según su versión, en la fiesta estuvieron El Gonzo y Miguel Treviño Morales, el presunto jefe de Los Zetas en Veracruz. También refieren otros festejos que tuvieron lugar en el mismo fraccionamiento en diciembre último.

(Reynaldo Escobar Pérez fue encargado de la Procuraduría y posteriormente procurador en el gobierno de Javier Duarte).
“Relacionan un hecho más: el asesinato de cuatro escoltas de la familia del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, integrantes de la Agencia de Seguridad Estatal. Indican que el ataque, ocurrió en mayo del 2007 en Boca del Río, camino al puerto de Veracruz, fue ordenado por El Gonzo, al confundir el convoy en el que iban los hijos de Peña Nieto con integrantes de La Familia michoacana”.

Cuando se publicó el reportaje de Proceso, Fidel Herrera acusó una intención política; que “Proceso es el medio” para atacarlo, y que habría de denunciar a la revista. No lo hizo. Se le concedió el derecho de réplica y olvidó el episodio.

Excélsior, por su parte, aludió aun personaje cercano a Fidel Herrera, un amigo de la infancia, Rafael Cruz Tronco “El Negro Cruz”, quien solía coyotear en las oficinas del gobierno de Veracruz, tolerado como nadie, solapado como pocos.
“También tuvo una parte importante en los enlaces del crimen organizado su amigo de la infancia, Rafael Cruz Tronco, El Negro Cruz, quien después se alejó por desacuerdos políticos.

“Ya en la presente administración, Escobar Pérez estuvo involucrado en numerosos levantones y ejecuciones, y hasta fue señalado como responsable de la ejecución de Yolanda Ortiz, reportera de Notiver, así como de otros periodistas más”.

Proceso antes, Excélsior ahora, traen en su jugo a Fidel Herrera, señalado su régimen, sus policías, su estructura de poder de solapar y apoyar al narco.

Felipe Calderón, Presidente de México, durante el encuentro con el Movimiento por la Paz, categóricamente señaló a Veracruz como un estado en que el gobierno anterior a Javier Duarte, dejó hacer todo a la delincuencia mayor.

Javier Duarte lo planteó como un problema de manzanas podridas, rebasado el gobierno por la inseguridad, un auténtico baño de sangre, incluidos los casi cien muertos que aparecieron en calles de Veracruz y Boca del Río, en septiembre y octubre, y finalmente entregado el mando al gobierno federal, que implementó el operativo Veracruz Seguro.

A Fidel Herrera se le viene el mundo encima. Delegado priísta en el norte del país, sostiene una pesada carga: el escandalo mediático por sus eventuales ligas con el narcotráfico.
Habrá que ver qué tanto lo sostiene el PRI.
 
Archivo muerto
 
Desinflado, convertido al duartismo, Miguel Angel Yunes Linares anunció ayer su retiro por la candidatura del Partido Acción Nacional al Senado de Veracruz. Rijoso, su lenguaje violento, genio y figura, Yunes trae un discurso descompuesto. Acusa al grupo panista que “amuralló” el PAN, que obedece a intereses personales, de frustrar la democracia interna. Sin dar nombres, increpa a quienes lo derrotaron en la elección de consejeros estatales y lo redujeron a nada. Triste espectáculo el de Yunes Linares. Ir a una contienda interna sin capital político, sería acumular otra derrota, vergonzosa derrota. Optó, en consecuencia, por rendir la plaza sin pelear. Cuanto ocurre entre Yunes y sus rivales panistas es el reflejo de la descomposición del PAN en Veracruz, convertido ese partido en una empresa política de la que Pipo Vázquez, el líder moral azul —el best-seller, porque es el más vendido— obtuvo notarías para los suyos de manos del ex gobernador priísta Fidel Herrera Beltrán y espacios para panistas en el régimen de la fidelidad, a cambio de su complicidad. Es el PAN un partido de ambiciones desatadas, broncudo, símil del PRD pero en azul. En una frase, es más de lo mismo…

 

Tirado a la izquierda, se instaló ayer el Consejo del IFE en el Distrito XI de Veracruz, con sede en Coatzacoalcos. Fueron excluidos más de una decena de mapaches priistas que operaban desde el Instituto Electoral Veracruzano (IEV) y que contribuyeron al fraude que hizo gobernador a Javier Duarte y alcalde al infumable Marcos Theurel, de patéticos resultados ambos en su primer año de desgobierno. Hasta el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), la plataforma política de Andrés Manuel López obrador, tiene su representante. Tampoco así se hace del IFE un órgano electoral imparcial…
 
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