* HEYKA se llevó el mayor contrato del saneamiento urbano  * La sombra de Carlos Brito detrás de la compañía * CONAGUA financia el regreso del PRI a Los Pinos  * Lagunes agravia a secretarias
 
Delfín de aguas negras, Marco César Theurel Cotero nada en los drenajes como un rey. Confecciona ahí negocios —superlativos negocios— de 140 millones de pesos, enmascarados en el proyecto de saneamiento de Coatzacoalcos, para sí, para sus amigos, para sus mecenas y para sus socios políticos.

 

Su programa de sustitución del drenaje sanitario no es, como tanto pregona, una obra social. Es el filón de oro, botín de piratas, de su pequeña y prometedora mafia, integrada por constructores a los que benefició cuando fue secretario de Comunicaciones de Veracruz, y tiempo atrás, en los días en que ocupó la Dirección de Obras Públicas Municipales, y por otro grupo, no de menos cuidado, ligado al contratismo en el gobierno federal.

 

Theurel es implacable en cuestión de obras. Diseña proyectos titánicos, de alta inversión, tan fantasiosos como inútiles, y a menudo de mala calidad. Los viste como obra social, pero en el fondo son simples negocios.

 

Sustituir el drenaje de Coatzacoalcos es una muestra de mezquindad y doble moral, fin perverso, malsana intención. El alcalde urdió una trama en la que la Comisión Nacional del Agua del gobierno federal juega un rol decisivo. Sin su aval, y sobre todo sin sus recursos, no habría podido concretarse el proyecto.

 

Theurel, por ello, no se come solo el pastel. Lo comparte con el fidelismo y el duartismo y con dos funcionarios panistas, piezas clave para acceder al dinero federal: José Luis Luege Tamargo y Víctor Manuel Esparza Pérez, uno director y otro gerente regional de la CONAGUA, quienes le abren puertas, aprueban inversiones y son factor determinante para consolidar el negocio que a la postre implica una alta rentabilidad económica y política.

Calculado en 140 millones de pesos, CONAGUA se hizo cargo del 60 por ciento del proyecto, o sea 84 millones. El resto, otros 56 millones de pesos, los debe erogar el Ayuntamiento de Coatzacoalcos o el gobierno de Veracruz.

Tahúr del billete fino, una vez con el recurso en las manos, Marcos Theurel no tardó en asignar los primeros contratos a empresas que le son afines e incluso cómplices, una de ellas estrechamente ligada a mecenas políticos, y otras, partes del engranaje de la mafia constructora que lo sigue a todas partes y que esta vez acapara obra en su gestión municipal.

HEYKA Construcciones, S.A. de C.V., por ejemplo, se llevó el contrato de mayor cuantía, del orden de 12 millones 770 mil 473.42 pesos, cuyos trabajos se realizan en la colonia Adolfo López Mateos.

HEYKA Construcciones, de origen xalapeño, tiene un largo historial en obra pública, pero siempre bajo la sombra de la sospecha. Siendo secretario de Comunicaciones, Marcos Theurel le asignó trabajos en los municipios de Las Choapas, Acula, Alvarado, Playa Vicente, San Rafael, Atzalán, Pánuco, Rodríguez Clara y Martínez de la Torre, entre otros, que importaron más de cien millones de pesos.

Según contratos de la SECOM, en varios de ellos aparece como representante de HEYKA el ex diputado local Ulises Rodríguez Landa, uno de los alfiles de Carlos Brito Gómez, mecenas del grupo priísta que parió políticamente a Marcos Theurel. Brito fue secretario de gobierno, alcalde de Coatzacoalcos, diputado federal y local, coordinador de la bancada priísta en el Congreso de Veracruz, líder estatal del PRI y ahora es presidente de la Comisión de Procesos Internos del comité estatal priísta.

Metemano en el erario municipal, Theurel es generoso y ventajoso con los contratos para otros socios políticos, empleados y compadres. A las empresas Haus Desarrollo Inmobiliario; EB Construcciones y Arrendamientos; Yesoductos y Dragados, e Ingeniería Ambientales y Procesos, les asignó obra de saneamiento por más de 28 millones de pesos.

Haus, de su compadre José Antonio Parra Cortaza, ejecuta los contratos CNA/002/11, por 5 millones 668 mil 298.60 pesos, y el CNA/012/11, por 10 millones 630 mil 156.02 pesos. Los sectores que le fueron asignados son las colonias Santa Rosa y Teresa Morales.

Otra empresa del clan, EB Construcciones y Arrendamientos, de Minatitlán, donde la suegra del alcalde, Guadalupe Porras David, fue presidenta municipal y dejó un boquete financiero de cien millones de pesos, tiene un contrato por 3 millones 662 mil 23 pesos.

Yesoductos y Dragados, de Marco Antonio Juárez, ejecuta obras por un monto de 4 millones 508 mil 15.23 pesos.

Ingeniería Ambientales y Procesos, propiedad del director de Adquisiciones del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, Brian Carlos López Mendoza, realiza el contrato CNA/015/11, en la colonia San Silverio, con un monto de 3 millones 908 mil 216.23 pesos. Hijastro de José Antonio Parra, Brian Carlos tiene en su pasado un conflicto judicial al ser aprehendido por la Policía Federal Preventiva cuando clonaba tapetes ecológicos, sin permiso del titular de la patente.

Con ganas de dar y repartir, Theurel también tuvo manga ancha para el ex presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Coatzacoalcos, Saúl Márquez Casango. A su empresa, Dituplas, le otorgó obras por 2 millones 548 mil 501.46 pesos.

COCOTAB (Consorcio Constructor Tabasqueño) acaparó dos contratos, que suman 5.5 millones de pesos. Su ámbito de acción es la obra pública federal, concretamente la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del gobierno de Felipe Calderón y Petróleos Mexicanos.

Un más es Iduarte Industrial, con sede en Villahermosa, Tabasco, pero con obra pública realizada en Agua Dulce, Veracruz.

De todas las empresas beneficiadas con contratos para el saneamiento urbano de Coatzacoalcos, la única especializada en esa materia es Sydney Consultoría y Edificaciones, con sede en Xalapa, la capital veracruzana. En su historial aparecen obras en Coatzintla y Poza Rica, unos para la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz y otros para la SEDESOL estatal, a cargo de Marcelo Montiel, ex padrino de Marcos Theurel. El contrato asignado fue por 7 millones 36 mil 508.33 pesos.

Extrumex, cuyo representante es Jorge Cobos Echagaray, cuñado de ex alcalde y ex tesorero Luis Rafael Anaya Mortera, y tío político de Marco Antonio Anaya Huerta, socio del alcalde Marcos Theurel, acaparó el suministro de la tubería de polietileno de alta densidad. Se le asignó el contrato ADQCNA/001/11 por un monto de 4 millones 886 mil 464.31 pesos.

En ese terreno, Theurel es un tramposo profesional. Además del suministro de tubería, la empresa de Jorge Cobos posee el único equipo para realizar la termofusión de los tramos, lo que obliga a los constructores a contratarle el servicio.

No es, como se ve, una obra social. El saneamiento de Coatzacoalcos entraña un negocio de 140 millones de pesos, 84 aportados por CONAGUA, urdido por el alcalde Marcos Theurel, del que se benefician él, sus mecenas, sus empleados y sus socios políticos.

Su objetivo final, y encubierto, no es tampoco abatir un problema ambiental. Es generar recursos que irán a parar a cuentas personales y a campañas políticas. Revela, además, el contubernio entre panistas y priístas por un negocio millonario.

Como colofón, se sabe que parte de esos recursos servirán al PRI para hacer campaña, fortalecer la operación política a favor de su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, y retornar así a Los Pinos.

Lo insólito es que sean los panistas de alto rango —Luege, yunquista y aspirante a jefe de gobierno del Distrito Federal, y Víctor Esparza, gerente de CONAGUA en la región veracruzana— quienes financian el regreso del PRI a Los Pinos.
Para Ripley
 
Archivo muerto
 
Al costo, va y viene la versión, vía internet con la última trastada del regidor Lagunes, paradigma del analfabetismo entre los ediles de Coatza: rasuró, dice el que sabe, el aguinaldo de las secretarias. Requería, les dijo, darle a su hijo su beneficio económico de fin de año. Adujo que el joven trabaja con él desde octubre, sin salario, y que lo darán de alta en este enero de 2012. Así que las secretarias terminaron financiándole el aguinaldo al vástago del regidor trastupijes. Se le sabía rapaz; ahora, fanático del nepotismo. Vaya compadre que se bota el gobernador Duarte…
 
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