Para que un gobierno funcione debidamente y cumpla con sus funciones y sus compromisos con el pueblo, no necesita de un periodo superior a los tres años en el mandato, sino de responsabilidad, porque si tiene malos gobernantes, que encima de ignorantes, son corruptos, así les den 10 años como presidentes municipales no harán nada en beneficio de su municipio.

 

Y aquí hago referencia a la propuesta hecha por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa de ampliar el periodo de alcaldías de tres a cuatro años y para lo cual ya se pidió el quórum de los ayuntamientos veracruzanos, donde la mayoría,  cuando menos en la zona sur lo ha aprobado.

 

Según la propuesta, tiene como objetivo que los gobiernos municipales tengan mayor tiempo para realizar sus obras públicas, que no las dejen a medias y que concluyan sus proyectos, sin embargo, en lugar de esa propuesta, en lo que deberían trabajar tanto el gobierno estatal como federal, es que los recursos aterricen a las arcas municipales con prontitud, porque la mayoría de los alcaldes se queja que les retrasan las participaciones federales y estatales y por ello tienen obras y proyectos inconclusos.

 

Ampliar el periodo de alcaldes a cuatro años, es como cuando un irresponsable pide más tiempo para cumplir, por ello primero deberían de ser responsables con el manejo de los recursos, porque darle cuatro años como alcaldes a personas que no saben administrar, será más de lo mismo, es decir, seguirá pasando lo que en este momento se vive en Las Choapas, donde tenemos un alcalde que pese a presumir de que dos veces ha logrado llegar a la presidencia municipal, de nada sirve, porque sus obras hechas en la primera administración están totalmente destrozadas, otras las tuvo que repavimentar el gobierno panista de Antonio Pouchoulén Cárdenas y en lo que corresponde a este nuevo periodo, sus obras van por el mismo camino, porque algunas han presentado grietas y han tenido que levantar el concreto para repavimentar, otras están inclusas y por si fuera poco, tiene una tesorería en banca rota. Pero no sólo eso, tampoco permite que el síndico revise las cuentas, lo tiene prácticamente congelado y aunque el otro está día con día exige y exige que le dejen revisar los estados financieros, no lo dejan.

 

Entonces de nada serviría darle cuatro años a un alcalde que pretenda comportarse como cacique de su pueblo, que quiera gobernar sin tomar en cuenta su cabildo y mucho menos la propuesta de los ciudadanos. Gobernar no es de tiempos, es de responsabilidad, de saber respetar la ley, no pisotearlas y jugar con ellas.

 

Seguramente dicha propuesta lanzada por el gobierno duartista tendrá su aprobación, porque la mayoría de los ayuntamientos se siente comprometido a hacerlo, sin embargo no miden las consecuencias que traerá en un futuro, porque sin lugar a dudas, habrá otros alcaldes carentes de visión y conocimiento que seguirán regándola así tengan cuatro años de administración y quienes pagarán los platos rotos serán los ciudadanos que tendrán que soportar las payasadas de sus presidentes municipales caciques y tiranos que sólo utilizan el cargo público para enriquecerse sin importarle cumplir con sus compromisos.  (Comentarios y tips a [email protected])