Enrique Calleja García, regidor segundo del ayuntamiento, sobrino y recomendado de Juan Nicolás Callejas Arroyo, líder moral del magisterio veracruzano y actual aspirante a una senaduría, es una vergüenza como funcionario municipal y representante del pueblo.

 

Es similar o peor a lo que fue Celedonio Callejas Muriel en la administración de Juan Diego Ayala Ortiz. Por gobernantes de este tipo que no sirven para nada, que no desempeñan sus funciones, que no se presentan a sus labores y peor aún, que cobran de los mismos impuestos que pagamos como ciudadanos, el pueblo choapense y México está como está.

 

Para lo único que ésta persona ha servido es para firmar o levantar dedo en el Cabildo y cumplirle sus caprichos ha quien tiene pisoteado al cuerpo edilicio en esta comuna. Fue gracias a su tío, Juan Nicolás Callejas, que hoy Enrique Calleja es regidor del ayuntamiento, porque recordemos que cuando Tronco integró su planilla, no tomó en cuenta a nadie de los priistas ni mucho menos de los Callejas, es más ni Sergio Guzmán Pérez, quien era precandidato a la presidencia municipal, estaba contemplado, fue más tarde cuando se realizaron las negociaciones o más bien, cuando a través de los Callejas se le desbarató su cuadro a Renato Tronco y se le incrustó como síndico a Sergio Guzmán y como regidor segundo a Enrique Callejas, de tal manera que Guadalupe Mendoza bajó de escalafón, pues en un principio él estaba contemplado para la sindicatura, mientras que en la regiduría segunda iba José Javier Palma Maliachi, pero al final lo hicieron a un lado para acomodar a Calleja.

 

Lamentablemente el regidor segundo no ha rendido ningún beneficio para la población choapense, como tampoco los otros lo han hecho, pero cuando menos están en su cubículo y aunque tienen coartada la libertad de decisión, porque sólo uno es el que manda en el ayuntamiento y a los demás los considera sus empleados, cuando la Ley Orgánica no lo estipula así, de plano Enrique Calleja ni llega al Palacio.

 

Sin lugar a dudas ha dejado en mal a su tío Juan Nicolás, quien fue el que lo recomendó y posicionó. Los funcionarios públicos pierden la noción de lo que a la gente le cuesta ganar el dinero para pagarles a ellos, pierden el piso totalmente y aunque en campaña prometen y prometen, al final de cuenta se olvidan de todo. Hoy en día se tiene pésimos gobernantes, que únicamente se preocupan por sus intereses personales, pero no por el beneficio del pueblo.

 

Cuántas promesas no se han hecho, cuántos gobiernos han pasado y lo único que han hecho es enriquecerse a costa del erario público.

 

Tristemente cuando hay elecciones para presidentes municipales, las planillas se integran más bien con personas que son amigos, que tienen recursos para apostarle a la campaña o por meras negociaciones políticas, pero no se toma en consideración su responsabilidad y sus ganas de trabajar, de tal forma que cuando llegan al poder, se olvidan de servirle al pueblo y se convierten en unos holgazanes como los ediles que tenemos como gobernantes hoy en día.

 

Muestra de ello es Enrique Callejas García, quien debería darle vergüenza y ponerse a trabajar por lo que resta de la presente administración, cuando menos en agradecimiento a su tío. (Comentarios y tips a [email protected])