2009 sirvió para perfilar candidatos del PRI hacia 2010. Puso a Javier Duarte de Ochoa y José Francisco Yunes Zorrilla en la antesala de la gubernatura; complicó el futuro político de Héctor Yunes Landa e hizo reverdecer la esperanza del subsecretario de gobierno, Francisco Portilla Bonilla, de gobernar Veracruz. Duarte de Ochoa y Pepe Yunes alcanzaron la mayor votación que priísta alguno registrara en la elección federal del 5 de julio, en la entidad. Contendieron, uno por Córdoba, y el otro por Coatepec, y sobre su victoria se forjó la plataforma de respectivas aspiraciones. Javier Duarte fue combatido con todo. Enfrentó la embestida del Partido Acción Nacional, que incrustó un candidato sin formación política, como es Carlos Hermosillo, pero sobrado de popularidad por sus logros en el futbol. Tuvo de su lado el señor Duarte el aparato de estado, la burocracia oficial, los vastos recursos, las mañas del PRI y la bendición del gobernador Fidel Herrera, su padrino político, gran protector y quien lo ha visto siempre y sin ambages, como un hijo adoptivo. Javier Duarte tuvo una votación excelsa. Fue cuidado al extremo, arropado por el priísmo y tocado por el poder como nadie más. Pero tiene un escollo que en la mecánica del PRI pareciera insalvable: es observado con recelo, y hasta con rechazo, por los grupos priístas. Pepe Yunes, en cambio, pasó su prueba electoral sin mayor trámite. Venció en Coatepec y allanó su camino a la gubernatura. Ex alcalde, ex diputado federal, ex diputado local, siempre por Perote, su tierra natal, revitalizó sus sueños de ser gobernador de Veracruz luego del fracaso de ser senador, cuya elección en 2006, lo envió a la congeladora hasta que asumió la presidencia del PRI estatal. Ambos, Duarte y Yunes Zorrilla, son las cartas naturales que el gobernador Fidel Herrera Beltrán tendrá para proyectar a su sucesor en el gobierno de Veracruz. 2009 fue, sin embargo, el Waterloo del diputado local Héctor Yunes Landa. Enviado a coordinar la operación política del PRI en Huatusco, donde el candidato Felipe Amadeo Flores Espinosa, venció en las urnas al Partido Nueva Alianza por 200 votos, pero camina en zona de riesgo por el sistema de impugnaciones electorales. Yunes Landa trae el santo de espaldas. Lo amaga la inefectividad política; perdió el control de la fracción parlamentaria del PRI, de la que era líder; retó al gobernador Herrera Beltrán al advertir que los jóvenes priístas deben esperar a madurar para aspirar a la gubernatura, y en consecuencia enfrenta una revisión de cuentas de su paso por el servicio público que lo podría conducir a los tribunales. Una carta emergente para la candidatura del PRI se halla en la Subsecretaría de Gobierno. Francisco Portilla Bonilla, titular en el cargo, opera en la línea del gobernador de Veracruz, deshace entuertos; arma alianzas, y suaviza conflictos. A excepción de Yunes Landa, entre los tres —Duarte, Pepe Yunes y Portilla— surgirá, sin duda, el próximo candidato del PRI al gobierno de Veracruz. Archivo muerto Samuel Aguirre Ochoa y Pergentino Cortez Girón, líder estatal y operador regional de Antorcha Campesina, respectivamente, son dos pájaros de cuenta. En su historial figuran despojos, allanamientos, invasión de predios, hechos de violencia y hasta crímenes. A ellos recurrió el “empresario” Jesús Antonio Macías Yasegey para apoderarse del predio Santa Eugenia, ubicado en el kilómetro 12 de la Carretera Antigua a Minatitlán, hoy avenida Universidad. Hace cinco semanas promovió la invasión por parte de Antorcha Campesina al predio del constructor Oscar de la Cruz Cruz; decían los antorchistas que tenían un acuerdo de compra-venta con la “propietaria” María Teresa Gómez viuda de Valencia. De la Cruz arguyó que él tenía una promesa de venta con la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCEM), organización que se asentó en el camellón y en la banqueta para evitar un enfrentamiento, en lo que será Punta Diamante; otro grupo, la Unión de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de Vivienda de Veracruz, invadió parte del predio propiedad del Parque Tecnológico Puerto México, la máscara de Tony Macías para atesorar tierras. Ayer por la madrugada, Antorcha Campesina se marchó supuestamente porque le dieron terrenos en el municipio de Cosoleacaque —¿y la promesa de venta con la señora Gómez de Valencia?—, aunque luego regresó; UGOCEM también se retiró, y UCISVVER fue desalojada pacíficamente aunque se manifestó en el parque Independencia. La ambición de Tony Macías por atesorar predios es irrefrenable; usa como pretexto al Parque Tecnológico, al que se le han destinado cientos de millones de pesos y se le han asignado, vía la figura de donación, terrenos con una superficie superior al millón de metros cuadrados; es decir, recursos públicos. Tony Macías es, ya, quien detenta la mayor cantidad de tierra en Coatzacoalcos. Dejó atrás a las familias de rancio abolengo, a la pirrurrada insípida y al jet-set decadente… Bronca grande la que le viene a la ivanista Martha Pineda Tapia. En las próximas horas será denunciada ante la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales por coacción al voto. Existe un audio en que se le escucha ofreciendo cantidades de dinero a una activista política de colonias para que le operara apoyos, acarreo y sufragios al entonces candidato del PRI, Iván Hillman Chapoy. Primero ofrece mil pesos; luego 4 mil. Promete que su candidato iría a la colonia y pediría personalmente el apoyo. Finalmente dice que Iván Hillman, ya diputado, le pasaría una mensualidad de mil 500 pesos. La evidencia es contundente y se sanciona con cárcel. ¿De qué cigarros fumas, Martha?… [email protected] [email protected] www.revista-contacto.info