En la forma de pedir, está el dar, dice un dicho muy popular y muy bien les encaja a los taxistas de este municipio, quienes encabezados por sus líderes, entre ellos Ignacio Soriano Hernández, constantemente están peleando por cualquier cosa y exigiendo a Transporte Público se les cumpla con lo que piden, pero ellos como trabajadores del volante no se preocupan por darle un buen servicio a la ciudadanía  y se olvidan que también tienen una responsabilidad.

 

Aquí me refiero a que no existe ningún control sobre los ruleteros en el aspecto de que los dueños de las unidades no se fijan a quienes les dan la confianza y vemos conduciendo a personas que dan un aspecto totalmente de vándalo, con el cabello largo, melenudo, con la barba descuidada, arete o con los brazos descubiertos llenos de tatuajes.

 

¿Qué confianza pueden brindarle así al usuario?, ¿Por qué se quejan que no ganan en ocasiones nada durante un turno?, pues lógicamente que si el cliente ve a un tipo con ese aspecto no se sube pero ni aunque le regalen el viaje.

 

Encima de eso, hay unidades chatarras que están operando en el sitio de taxis y un claro ejemplo es el marcado con el número 82 que conduce el conocido “Metralleta”, pero ahí ya es responsabilidad de la delegación de tránsito y de transporte público, porque realmente subirse a ese vehículo ya da hasta vergüenza, encima de que echa más humo que las fumigadoras del Centro de Salud, algo parecido a los taxis también de Saúl de Aquino, que hasta hace unas semanas operaban en las mismas condiciones.

 

Es necesario mejorar el servicio y seleccionar a los conductores, porque ciertamente cada día existen más unidades que se incorporan a este gremio y cada vez hay gente nueva en el volante, pero más que generar confianza, provocan todo lo contrario.

 

Durante el año que lleva ya la delegada de tránsito en este municipio, Mélida Campos Martínez, nunca se ha hecho un operativo para vigilar el aspecto físico con el que operan los conductores de taxis, por eso muchos andan en guaraches, gorras y lentes, con los brazos tatuados y descubiertos.

 

Ese tipo que desperdicia la delegada en maquillarse y estar sentada en la sala de la delegación, mejor debería ocuparlo en realizar esa actividad, lo cual hablaría muy bien de su trabajo al frente de esa dependencia.

 

Tampoco hay actividades de cultura vial y de eso únicamente se acuerdan cuando se realiza la Semana de Cultura Vial, de ahí no vuelven nunca más a acordarse.

 

Hasta el momento, ningún otro delegado ha hecho lo que hacía la profesora Gloria Vela Bravo, cuyo trabajo al frente de la delegación, bien o mal, siempre innovaba con alguna actividad y una de ellas que era muy aceptable, era llevar a las escuelas a una pareja de payasos  que divertían a los niños pero a la vez los educaban en cuanto a cultura vial, mucho era lo que aprendían los alumnos pero lamentablemente nadie siguió inculcando ese tipo de educación que mucha falta hace en esta ciudad.

 

Ahora para acabar de amolarla, hasta sin personal se está quedando esta delegación, porque mientras dos andan en las actividades del carnaval de Veracruz, uno fue dado de baja por andar de ebrio y otro más está incapacitado porque fue atropellado el 12 de diciembre por la noche.

 

Habría que levantarles una infracción a los responsables de la delegación de tránsito número 21 para que se pongan a trabajar y también a los dirigentes de taxis para que se pongan las pilas y hagan algo por mejorar el servicio. (Comentarios y tips a [email protected])