Al gobierno municipal parece importarle más la apertura de depósitos y cantinas, que dejan una ganancia redituable para la tesorería municipal, que inyectarle recursos a las áreas deportivas, culturales y centro de recreación en este municipio.

 

Está más que comprobado con la serie de depósitos que se han abierto durante esta administración municipal, aunque mucho de ellos, así como algunas cantinas, operan de manera ilegal y por si fuera poco, ya no son tan rígidos con el horario que se les ha establecido en sus licencias.

 

El encargado de la dirección de bares y cantinas del ayuntamiento, Guadalupe Banderas López, está donde le gusta estar, ese puesto le cayó como anillo al dedo y qué provecho le ha sacado a eso de andar “vigilando” y tener el control sobre los expendios de cervezas, ha metido las patas unas que otras veces, pero ahí la lleva, ganándose el aprecio de algunos por tolerarlos y el repudio de muchos otros por presionarlos e imponerles cuotas con la complacencia de la presidencia municipal.

 

Y es que en la congregación El Cerro de Nanchital, los comerciantes con el giro de venta de cervezas, están encolerizados con la imposición de una cuota forzosa de 2 mil pesos cada uno que tendrán que dar los más de 17 dueños de negocios con venta de licor o cerveza, lo cual será entregado a la Junta de Mejoras de esa congregación, como cooperación para la feria que se llevará  a cabo a partir del 1 de mayo.

 

Mientras eso sucede y muestran preocupación por sacarle provecho a los diversos centros nocturnos y depósitos o cantinas que operan las 24 horas del día, los parquecitos infantiles, canchas, la unidad deportiva Luis Donaldo Colosio y la Casa de Cultura, permanecen en total abandono, no hay para cuándo inyectarles recursos a esos rubros.

 

El parquecito Diana Laura situado en el boulevard Antonio M. Quirasco, es un claro ejemplo del desinterés que existe de parte de las autoridades en atender los centros de recreación y esparcimiento.

 

Permanece en total penumbras y se ha convertido en un lugar idóneo para que operen los delincuentes en las noches, pero como ahí no hay quien aporte recursos, si no por el contrario hay que invertir para su mantenimiento, nada se ha hecho por mejorarlo y así se encuentran otras canchitas en colonias como La Anáhuac, México, La Cuevita y la Miguel Hidalgo, donde sus parquecitos no reciben un solo centavo para su atención.

 

La tolerancia de las autoridades municipales con los centros de vicios, ha ocasionado una serie de problemas sociales, pero más que nada, impulsan el vicio del alcohol en los jóvenes, porque por parte de la Comisión Municipal del Deporte, la llamada Comude, no existe actividad alguna para atraer a los jóvenes a la ejercitación física, por el contrario, ha crecido ese libertinaje de parte del ayuntamiento y de los funcionarios que están a cargo del control de bares, cantinas, depósitos, restaurantes con venta de alcohol y demás establecimientos con ese giro, de tal forma que actualmente cualquier persona vende alcohol en su casa y con que se reporte económicamente, goza de impunidad , es algo similar a la portación de armas, cuyo problema ha crecido principalmente en la zona rural, ya que si los policías municipales encuentran a algún campesino o ganadero armado, antes de detenerlo, llaman a su base para dar el nombre y en base a ello se gira la instrucción de que si procede o no su arresto. Esa es otra historia… (Comentarios y tips a [email protected]).