Aunque es visto con buenos ojos el operativo contra vidrios polarizados que implementan los policías estatales y de tránsito y transporte público, sería mucho mejor si lo aplicaran de manera pareja, es decir, que también los funcionarios públicos dejaran de gozar de impunidad y se les exigiera ser el ejemplo de los demás automovilistas, porque todavía existen muchos que traen los vidrios totalmente oscuros.

 

Claro que algunos ya vienen de fábrica, pero también hay automóviles de ediles, directores y patrullas que portan sus cristales ahumados.  

 

Ni tránsito ni la policía aplican pareja la ley, han implementado sus operativos últimamente pero sólo a su conveniencia, porque de hecho, hay funcionarios públicos del ayuntamiento y la propia delegada de tránsito, entre ellos los policías encubiertos que cuidan al alcalde, que circulan en unidades con vidrios polarizados y les vale.

 

Ojalá y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz actuara conforme a derecho y exigiera a los funcionarios ser el ejemplo de los demás. Esta ley de antipolarizados entró en vigor el pasado 16 de octubre, ya en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa.

 

La ley establece que todo vehículo que circule en la vía pública no deberá tener cristales polarizados, obscurecidos o aditamentos que obstruyan la visibilidad al interior del vehículo, salvo cuando éstos vengan instalados de fábrica, de acuerdo con las normas expedidas por la autoridad federal o cuando así se requiera por razones médicas; debidamente acreditada y cualquiera de estas circunstancias se indique en la tarjeta de circulación.

 

La intención de esta ley surgió con el objetivo de la seguridad de quienes tripulan el vehículo, con eso de que en Veracruz casi diario hay ejecuciones, levantones y asaltos en diversos municipios de la zona norte, centro y sur.

 

¿Pero qué garantías de seguridad representan también los policías al traer sus patrullas polarizadas?, recordemos que ya existen antecedentes y denuncias que se han hecho públicamente de que hay agentes en Veracruz al servicio de la propia delincuencia organizada y que los mismos elementos se encargan de entregar a las víctimas con el crimen.

 

No vamos muy lejos, tan sólo en Oteapan, en el mes de abril del año pasado,  un joven fue “levantado” por policías municipales y entregado en Coatzacoalcos a integrantes de la delincuencia organizada, afortunadamente logró escapar de su cautiverio y fue apoyado de inmediato por elementos del Ejército Mexicano, ya que rechazó la intervención de policías intermunicipales que, curiosamente, fueron los primeros en llegar a donde el joven pedía el auxilio.

 

En fin, lo que buscamos es que la ley se aplique a todos por igual, pero sobre todo a funcionarios públicos, porque ya no hay confianza de que anden dentro del marco legal, si recientemente se puso en evidencia que traían sus grapas, entonces qué más podemos esperar de la gente que hoy nos gobierna en Las Choapas. (Comentarios y tips a [email protected])