Toda una red de complicidades al interior de la corporación mantiene el jefe de la Policía Municipal en esta ciudad, Wilfrido López Vicente, quien ha sabido tejer su telaraña para poder trepar y conseguir que sus bolsillos se llenen junto con la de algunos oficiales de esa corporación, quienes se consideran en este momento como los preferidos y entre ellos se encuentran los más polémicos policías, Daniel Zapata Alcudia y Juan José Trinidad Pimienta, los cuales se han convertido en el dedo chiquito del director de la corporación quien todo les permite.

 

Ambos elementos, dentro de la corporación, se dan el lujo de arrestar a quien se les da su gana, incluso por no cumplirles caprichitos personales.

 

Es de dominio público que en esta dependencia existe corrupción y muchos han sido testigos de cuando las patrullas llegan a diversos puntos a cobrar las cuotas que les dan en diversos establecimientos, incluyendo la de los roba tubos de la colonia J. Mario Rosado.

 

En la corporación, las multas son excesivas y no todo ingresa a tesorería. La confianza y credibilidad la han perdido estos uniformados, gracias al jefe que los encabeza actualmente y que surgió de las mismas filas policíacas, porque antes de ser “jefe”, era un policía raso, pero gracias a los palancazos y a ser el marido de la secretaria particular del alcalde, logró acomodarse primero como guarura y ahora como director de la corporación, que finalmente ni funge como tal, porque la mayoría de las veces anda como guarura.

 

Lo único que hace es pasearse en un vehículo Ford, color blanco, con vidrios totalmente polarizados sin que tránsito ni la policía estatal lo pare y obligue a cumplir con la ley.

 

El regidor de esta comisión, Rodolfo Sánchez Soto, ya no es tomado en cuenta por la Policía Municipal, lo han hecho a un lado y todo lo que se hace en la corporación es por órdenes del director o directamente de la presidencia municipal.

 

Tal es el grado que los policías, algunos que carecen de conocimientos, hasta se le cuadran a la secretaria particular de la presidencia, Jazmín García Guzmán, cuando ésta los manda a llamar, como el día que se encontraba en el Basurero Municipal.

 

Los abusos de su parte continúan y nadie les dice nada, la impunidad cada vez crece y se están generando malos vicios al interior de la corporación que serán difíciles erradicarlos cuando tome el mando de esta policía una persona que realmente ejerza el mando en la corporación.

 

Es una lástima que los choapenses paguen sus impuestos para tener una buena seguridad y que el jefe de la corporación se preocupe más por cuidar a “su patrón” que a la ciudadanía. (Comentarios y tips a [email protected])