¡Fuera mascáras! La corporación policiaca hoy en día no está al servicio del puelo que de sus impuestos paga sus salarios, sino que son meros gatos y guardaespaldas de su patrón, Renato Tronco.

 

En ese contexto, Juan José Sánchez Pimienta, oficial primero de la Policía Municipal, le pidió al regidor encargado de la comisión de Limpia Pública, Roldán Vargas Aguilar, que mejor "se abriera" - lo que en lenguaje gangsteril, que no policial, significa alejarse, no defender un abuso o agresión que se esté cometiendo- que no querían "bronca" con él y que mejor se retirara antes de que tuvieran que recurrir a otras medidas.

 

Ellos traían orden de "romper madre" a quien interviniera en el conflicto del nuevo basurero municipal, se lo aclararon y se lo repitieron, pues los empleados de limpia pública tenían forzosamente que depositar la basura en ese predio habilitado como basurero y la orden "venía de arriba".

 

Estos hechos ocurrieron el viernes 23 de marzo en la comunidad Venustiano Carranza, mejor conocido como kilómetro 6. Los habitantes se encontraban enardecidos y advertían con no permitir que el basurero continuara en ese lugar, pues la pestilencia es insoportable, además de que el gobierno de Renato Tronco Gómez no les dio nada en su primera administración y mucho menos les ha servido en algo durante el presente periodo.

 

“Si no nos dan nada que tampoco nos chinguen”, gritaba una mujer, quien era replegada por elementos de la policía municipal a cargo del director, Wilfrido López Vicente, quien recorría a bordo de su auto Ford, color blanco con vidrios polarizados, muy de cerca, pero a través de radio daba instrucciones a los elementos, entre ellos al oficial con clave “Pegaso”.

 

Los pobladores del kilómetro 6 no contaban con que viniera una orden más brusca contra ellos: “Órdenes del patrón que desalojen y depositen ahí la basura”, enseguida los uniformados cumplieron la instrucción y vestidos con el equipo antimotín entraron en acción.

 

Esperaron que algunos medios de comunicación se retiraran, quedaron otros que aunque vean o sean testigos de sus arbitrariedades se lo solapan, pues son de la misma calaña, no dirían nada y sólo serían un cómplice más de los hechos. El regidor Roldán Vargas Aguilar intentó impedir que se llevara a cabo el desalojo, pero no se lo permitieron.

 

Había elementos con escudos protectores para no dejar pasar a nadie. Al final, el alcalde cumplió su capricho y los policías con las órdenes encomendadas, ganándose así, el repudio de la población, porque están en total desacuerdo con su forma de gobernar, que se conoce por sus atropellos, abusos e imposiciones.

 

Todo lo anterior lo documentan los informadores políticos del gobierno del Estado, que por cierto, se han incrementado en este municipio para estar más al pendiente del actuar del alcalde. Por lo tanto, el gobernador Javier Duarte de Ochoa está bien enterado cada vez cometen nuevas arbitrariedades. El regidor Roldán Vargas Aguilar, a cargo de la comisión de Limpia Pública y el regidor de la comisión de Ecología, Rodolfo Sánchez Soto, son prácticamente un cero a la izquierda, pero porque ellos mismos lo han permitido por no recurrir ante las instancias correspondientes.

 

El edil de extracción panista es discriminado por su ideología política, pero sobretodo porque ha manifestado su inconformidad con el actuar de la administración muicipal y por eso lo han “arrinconado”, el segundo edil, aunque es considerado como gente del equipo tronquista, hoy se encuentra en la cuerda floja, tan es así que está a punto de renunciar a su cargo, pues ya no soporta las acciones negativas del alcalde, ya que nunca se imaginó lo que ocurriría y mucho menos las graves faltas, ilegalidades y atropellos en los que ha incurrido a los que ellos y otros de sus compañeros regidores llaman “el patrón”. (Comentarios y tips a [email protected])