Múltiples delitos están impunes en este municipio y con el paso de los días, meses y años van quedándose en el olvido.

 

La llamada Agencia Veracruzana de Investigación, sólo ha cambiado de nombre, anteriormente era Policía Judicial, luego Policía Ministerial, ahora es AVI, pero los elementos policíacos son los mismos, ósea que nada cambia.

 

Existen ejecuciones que han ocurrido del 2011 a la fecha y ninguno ha sido resuelto, todos “están en proceso de investigación” y el caso más reciente ocurrió el pasado miércoles 4 de abril, cuando a plena luz del día y en la calle Jinicuil, como se acostumbraba a matar hace más de 20 a 30 años en este municipio, fue acribillado de 10 balazos el joven Gregorio Ramos García de 22 años de edad, sus nexos no están confirmados, pero entre los mismos corrillos policíacos surgieron diversas hipótesis, máxime que ese mismo día, pero en la noche, fue baleada también una mujer de nombre María Morales Silván en la colonia Ignacio Zaragoza, en cuyo domicilio fueron encontrados unos cigarrillos de marihuana, coincidentemente le dispararon con una pistola calibre 9 milímetros y propios testigos aseguran que a ese domicilio frecuentaba el joven asesinado por la mañana en la calle Jinicuil.

 

Posteriormente, el día lunes 9 de abril, es encontrado el cuerpo del joven Vicente Santos Domínguez de 28 años de edad, a quien mutilaron de un brazo, lo estrangularon y después lo degollaron.

 

El homicidio fue perpetrado según el peritaje, en otro lugar y allá en carretera al Cerro de Nanchital, a la altura del kilómetro 5, fue arrojado su cuerpo.

 

También vivía en la colonia Ignacio Zaragoza, cerca de donde velaron el cuerpo del joven acribillado a balazos y de la vivienda donde balearon a la mujer antes mencionada. Estos son hechos ocurridos apenas en una semana y según las hipótesis, los casos estarían relacionados. No obstante, las autoridades hasta el momento dicen no tener nada y de ahí nadie los saca.

 

Los familiares continúan exigiendo justicia, pero sólo les dan argumentos como tranquilizantes. No obstante, hay casos ocurridos en el 2011 como la ejecución de los ganaderos Octavio Rodríguez Huerta y Claudio Cano Sánchez, en hechos ocurridos en el mes de marzo, sobre el tramo carretero El Cerro de Nanchital-Tronconada, a quienes rafaguearon con armas de grueso calibre y desde entonces sus familiares piden justicia, pero no la encuentran.

 

Las autoridades tienen actualmente un argumento de que si está relacionado el hecho con la delincuencia o la droga, prefieren dejar el caso impune, tal y como pasó con el teniente del Ejército Mexicano desaparecido en este municipio también en el 2011, pero no es que tengan miedo las autoridades para investigar, más bien podría ser por complicidad.

 

Escritos y más escritos han sido enviados por los familiares de las víctimas al subprocurador de justicia, Jorge Yunis Manzanares, pero no hay respuesta.

 

Las detenciones que se presentan de manera continua son por hombres desobligados en la manutención de sus hijos, es decir por el delito de incumplimiento de dar alimentos; otros por amenazas, pero los casos más graves continúan en la impunidad y los asesinos andan libremente por las calles. (Comentarios y tips a [email protected]).