La Semana Santa de 2011, dejó un saldo de seis muertos; tres por accidentes automovilísticos y  tres ahogados.

 

En estas vacaciones de 2012, el saldo fue de siete muertos; con la diferencia que ahora cinco de éstos tuvieron otros móviles delictivos y dos perecieron por accidentes. Un clarísimo indicativo que la violencia y la falta de inseguridad reinan en el municipio.

 

En tan solo 10 días ocurrieron la serie de hechos que han mantenido a las autoridades judiciales en apuros, al igual que a policías municipales y estatales.

 

Las vacaciones iniciaron el 2 de abril, pero el primer hecho sangriento se registró el 5 de abril cuando fue acribillado a plena luz del día el joven Gregorio Ramos García de 22 años de edad, quien se encontraba en la calle Jinicuil cerca de las cuatro y media de la tarde cuando le cayó una lluvia de plomo, puros cartuchos calibre 9 milímetros levantaron las autoridades en el lugar de los hechos.

 

Ese mismo día un campesino del ejido Aquiles Serdán de nombre, Abraham Hernández Gómez de 31 años de edad, perdió la vida en la súper carretera Raudales-Ocozocoautla a la altura del kilómetro 87, al derrapar en una motocicleta y golpearla la cabeza.

 

El lunes 9 de abril, se encontró degollado, sin una mano y en estado de putrefacción, el cuerpo del vendedor de películas “piratas” y lustrador de calzado, Vicente Santos Domínguez de 28 años de edad, el cual tres días antes había desaparecido y nadie sabía de su paradero hasta que fue hallado a orillas de la carretera Las Choapas-El Cerro de Nanchital, a la altura del kilómetro 5 en las condiciones ya descritas.

 

El siguiente hecho ocurrió el martes 10 de abril, cuando agentes de seguridad interna de Petróleos Mexicanos dispararon contra el pescador y chatarrero, José Alberto Silván González de 35 años de edad, alias “El Gato”, quien vivía en la calle Cerro Azul de la colonia Tiburoneros, el cual supuestamente fue descubierto cuando robaba en el interior de la factoría.

 

Los agentes de seguridad huyeron y hasta el momento no son localizados. Dicen que el viernes 13 es de mala suerte, cierto o no, este viernes pasado se registró la muerte del joven, Julio Cesar Chávez Huenses de 19 años de edad, quien vino de Puebla a esta ciudad como parte de un viaje religioso, pero lamentablemente mientras se refrescaba en las aguas de un arroyo de la comunidad Río Nuevo, se ahogó y una amiga estuvo a punto de correr con la misma mala suerte, pero ella fue rescata a tiempo.

 

Los hechos continuaron y el sábado por la noche se registra otro deceso en la congregación El Cerro de Nanchital, donde murió víctima de un balazo el carpintero, Fidel Sesnit Mondragón, por presuntos líos de falda, mientras que su sobrino Ezequiel Sesnit Torres, resultó herido al recibir también un balazo a la altura del cuello.

 

El presunto responsable huyó, la fiesta que apenas empezaba tuvo que ser suspendida. Ayer 14 de abril, otro asesinato más y los hechos en la colonia Ignacio Zaragoza, donde fue hallado sin vida Eusebio Delgado Villanueva de 38 años, quien apenas tenía ocho días de haber regresado de los Estados Unidos.

 

Para su mala suerte, las deudas que había dejado pendientes, antes de irse al “otro lado”, no quedaron en el olvido de mentes criminales y ahora que regresó se la cobraron, pues todo apunta que fue víctima de una venganza y a golpes acabaron con su vida.

 

Hoy regresan miles a clases, al igual que docentes y habría que ver qué sorpresa encuentran también los directores en sus respectivos planteles, con eso de que los robos están a la orden del día, ante un gobierno municipal corrupto y deficiente al que sus gobernados solapan. (Comentarios y tips a [email protected])