Si la estrategia en el sindicato de volqueteros  de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) durante el pasado conflicto, era restarle puntos al grupo de Renato Tronco Gómez, lo consiguieron, pues la dirigencia estatal de la CTM obligó a el secretario general, Julio Pérez Bautista, para darle jugada dentro de la directiva al grupo del diputado, Marco Antonio Estrada Montiel, de tal forma que la tesorería del sindicato pasó a manos de José Silvestre Sánchez López y de esta manera ya todos quedaron quietecitos.

 

De antemano sabíamos que el fondo de esta manifestación era la disputa de jugosos  ingresos, producto de los proyectos que existen con diversas compañías.

 

El alcalde Renato Tronco Gómez a través de Julio Pérez Bautista se involucró  en el conflicto que hubo durante 15 días en el sindicato de volqueteros, ya que sentía que tenía el control y no quería compartir el pastel, lo que provocó la rebelión de un grupo de transportistas afines al grupo político de Estrada Montiel, que apoyaron a Juan Bautista López, a quien el año pasado le habían arrebatado la secretaría general de ese gremio, por presuntos malos manejos y la parcialidad con la que repartía el trabajo de acarreos, dejando fuera al grupo de Julio Pérez Bautista.

 

A pesar de que ya transcurrió un mes de que concluyó el problema, la tensión en el interior del sindicato todavía se percibe y es evidente, pues como dice el dicho, donde hubo fuego cenizas quedan y aquí está latente todo, toda vez que ninguna de las dos partes quedó satisfecha al 100 por ciento, mucho menos el grupo de Pérez Bautista.

 

Sin embargo, la contraparte o más bien dicho, Marco Antonio Estrada Montiel y Juan Bautista López, esperan con ansias para llevar a cabo una elección interna y controlar la secretaría general.

 

La rivalidad política entre Renato y Marco ya tiene su rato y midieron fuerzas a inicios del 2011, cuando el alcalde tan pronto asumió el cargo, intentó tomar el control del hospital Doctor Pedro Coronel Pérez para sus fines personales, de tal forma que hizo prácticamente una limpieza general de trabajadores y acomodó a su gente, todo con el respaldo del entonces director del nosocomio, Fernando Zarrabal Solís, quien al final, hasta el trabajo perdió en la Secretaría de Salud y terminó por dar consultas en el DIF Municipal, pues por hacerle un favor a Tronco le salió el tiro por la culata.

 

Estrada Montiel buscó su padrinazgo en la ciudad de Xalapa y con la investidura de diputado, consiguió que todos los despedidos del hospital, incluyendo su sobrina, regresaran a su puesto y la gente de Renato fuera expulsada del hospital.

 

Lo mismo intentó hacer en Hacienda del Estado, pero nada consiguió el alcalde para remover al eterno jefe de esa oficina, Rafael Galindo Sánchez, mientras que en la delegación de tránsito, aunque ambos políticos locales buscaron el hueso para su gente, fue Ricardo Calleja Y Arroyo quien les pegó el brinco para dejar a su “ahijada”, Mélida Campos Martínez y en la oficina de la comisión de agua, por padrinazgo de Guadalupe Mendoza siguió al frente Manuel González Martínez. (Comentarios y tips a [email protected])