Muchos dicen que la política es sucia, pero no es así, los sucios son los políticos que, en su afán de llegar al poder o de seguir “mamando de la ubre”, como dijera alguien por ahí, que ahorita sigue pegado a la teta del erario público, recurren a todo tipo de acciones negativas como la simulación, el engaño y la traición, sin importarles el engaño y el daño que le causan al pueblo; una vez en el poder, lo que menos les importa son los ciudadanos y esos electores que los llevaron al puesto público.

 

En este momento tenemos un claro ejemplo con el caso del alcalde Renato Tronco Gómez y el candidato del PRI a diputado federal por el distrito 14, Noé Hernández González, quienes entraron en una guerra de lodo y ahora resulta que se dan el abrazo y firman “la pipa de la paz”, solo faltó que cada quien trajera un puñal en la mano y se lo clavara por la espalda, pero eso ya se verá después de las elecciones.

 

Desde octubre de 2011, Renato comenzó con el golpeteo hacia los petroleros y hacia sus propios dirigentes como Jorge Wade González, líder moral de los petroleros en Minatitlán; contra el propio Noé Hernández, quien era el secretario general de la Sección 10 en esa misma ciudad y que más decir, contra el secretario general de la Sección 26 de este municipio, Carlos Jiménez Hernández, con quien sigue distanciado, luego de que incumpliera el alcalde en otorgar posiciones edilicias al sindicato petrolero, como presuntamente se había pactado durante la campaña electoral a la presidencia municipal.

 

En estos tiempos cuando se avecina un proceso de suma importancia para el país, lo que menos le conviene al PRI es el divisionismo y aunque el sistema gubernamental y aquí me refiero en el caso de Veracruz, tenga conocimiento de que hay gente que tiene cola que le pisen y que sus cuentas no andan nada bien, prefieren utilizar eso como una arma para presionar a esos alcaldes a participar activamente en las campañas a favor de los candidatos del tricolor, después del proceso del 1 de julio, ya se verán los cambios, esto es lo mismo que está ocurriendo en otros estados de la república; el gobierno federal por su parte hace lo mismo con sus ayuntamientos panistas, aunque también está actuando contra ex gobernadores priistas y el candidato al Senado por el Partido de la Revolución Democrática, Enrique Romero Aquino, dijo que tras el escándalo del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, se espera que el siguiente en ser investigado sea el veracruzano Fidel Herrera Beltrán por todo el daño que le causó a Veracruz en el sistema financiero y en cuanto a la inseguridad, cuyas repercusiones se viven en este momento.

 

Decía que en vísperas del proceso electoral, estamos viviendo como ciudadanos una política de simulaciones y engaños, pues quienes participan como candidatos, no les importa en lo más mínimo otra cosa, más que ganar, así sea convirtiendo en su amigo a su peor enemigo o adversario político, regalándose abrazos y apapachos con tal de obtener su voto y el de su equipo.

 

Renato y Noé, como si se tratase de un matrimonio, unieron sus esfuerzos y pactaron trabajar de la mano, lo que más bien parece ser un acto por demás simulado que no beneficiará en nada al pueblo, al contrario, es para darle más en la torre como ya lo hicieron en otras ocasiones otros candidatos y otros diputados que, al igual que Noé Hernández, prometen y prometen y no cumplen, que más ejemplo que el actual diputado federal, Luis Antonio Martínez Armengol que nunca regresó a Las Choapas; no sólo en el PRI sucede esta situación, también ya tuvimos un Robinson Uscanga, de extracción perredista que tampoco volvió a venir a Las Choapas y por ello ni que dudar de que con Noé se repita la historia y no lo volvamos a ver en tres años. (Comentarios y tips a [email protected]).