Repaso y repaso,y por más que hago memoria, me faltan recuerdos, ejemplos frescos, que superenlo que hoy veo en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y deServicios (CBTis), cuyo sindicato de maestros, una verdadera plaga, ha hechotodo por acabar con los estudios y con el futuro de los alumnos.

 

Les digo algo:me hierve la sangre cada que veo, o que oigo, o que leo cómo los mafiosossindicales toman el CBTis, sin importarles dejar a los estudiantes sin clases,todo por sus pleitos de poder y esa enfermiza vocación de imponer sus caprichosy hacer sus rabietas tan sólo porque se sienten dueños de la institución, sinserlo, claro.

 

Este año ha sidoparticularmente difícil. Vi al CBTis de Las Choapas envuelto en conflictossindicales, y en conflictos con la dirección de la escuela, y en conflictos conla autoridades educativas, y en conflictos con los padres de familia, a los queles duele que sus hijos hayan terminado su educación con tal mediocridad.

 

Trato deentender cómo el CBTis ha estado en manos de gente descalificada, desde el ex directorOtilio Pérez Morales hasta el líder sindical Guillermo Alvarado, otro dirigentecon ínfulas de cacique, con ganas de ser el dueño de la escuela.

 

Otilio le pegóen la torre al CBTis pues no hizo nada por el plantel, no le invirtió uncentavo y nadie sabe dónde quedó la cuota escolar semestral, que dicen losmaestros fue de un millón 200 mil pesos, algo así como 2 millones y medio en unaño.

 

Pasó por ladirección del plantel David Frías Rayo y terminó siendo acusado de acoso, lomínimo para que lo echaran.

 

Llegó Otilio ylos problemas se agravaron. Decían que instrumentó una red de espionaje,grabando las conversaciones de los docentes y empleados en sus computadoras.Bastó que lo apretara el sindicato para que lo echaran.

 

Pero lejos derecomponer el camino, al nuevo director, Raúl Roque Vargas, ni siquiera lepermitían entrar al CBTis de Las Choapas, por órdenes del cacique magisterialGuillermo Alvarado.

 

La última hazañade estos falsos educadores es la indignante forma en que echó a perder laentrega de constancias a los alumnos que egresan del sexto semestre. No seráeste viernes 6 sino el próximo día 10. No será en el Club de Leones, como sehabía programado sino en la galera de la secundaria Lázaro Cárdenas, como si elCBTis de Las Choapas les causara vergüenza.

 

Les decía que meirrita ver y saber cuánto daño le han hecho al CBTis y también a sus alumnos, yno puedo dejar de expresar que ha sido negligente la autoridad educativa, queno ha puesto orden y que no ha puesto en su lugar a un grupo sindical que secomporta como un grupo de presión o como un grupo de choque, suponiendo que sondueños de la institución.

 

Comprendo laindignación de los padres de familia que ven cómo sus hijos han recibido unaeducación a medias y la frescura con que se les ofrece una ceremonia declausura en una escuela prestada. Es más, a falta de director del plantel nadiesabe quién les firmará las constancias y los certificados.

 

Quisiera definirde alguna manera ese caos llamado CBTis de Las Choapas. Quisiera saber quéespera la autoridad para acabar con ese coto de poder del líder sindical.Quisiera entender, y no me entra en la cabeza, cómo se le permite atropellar laformación del estudiante.

 

El CBTis de Las Choapas esun desastre que produce estudiantes medianamente formados y arteramenterelegados. Todo por las cuotas de poder que representan las plazasmagisteriales y las prendas sindicales. Mala suerte. (Comentariosy tips a [email protected])