Viajar es padre, pero no en los caminos del sur. Me refiero a los caminos de Veracruz, convertidos en tierra de nadie donde una pistola manda y el insulto, lamentada, el grito que sentencia, que amenaza, te reducen a la insignificante condición de ser nada.

 

Viajar, les digo, era un gusto hasta que la delincuencia se hizo dueña de carreteras y parajes, veredas y autopistas, sembrando miedo y a veces muerte.

 

Una de ellas, la de aquí a Ocozocuautla, la que conecta a Las Choapas con tierras chiapanecas, al mismo Tuxtla Gutiérrez, es una trampa mortal, asalto seguro y un botín paralas bandas de salteadores.

 

He sabido —quizátu también— de traumáticas experiencias vividas, y sufridas, por parientes y amigos, que salieron con la confianza de llegar a su destino y a medio trayecto los sorprendió la delincuencia.

 

Después de aquello, y por mucho tiempo, su vida no fue igual. Vivían con el miedo entre la piel, diría el maestro Julio Scherer en sus relatos periodísticos. Sentirlo estresa, te sume en la desconfianza, te hace inseguro. Proyectas angustia, tedescompone el rostro y te dominan las ganas de llorar.

 

Voy al punto. La autopista Las Choapas-Raudales-Ocozocuautla es un peligro. Asaltan con descaro,en sitios específicos, sin nada ni nadie les inquiete, como si tuvieran pacto, convenio o acuerdo con las fuerzas del orden.

 

Presencia, que es mi Biblia periodística, ha reseñado siete asaltos en lo que va de 2012. La Policía Federal la ubica en el lugar 16 entre las de mayor riesgo en el país y dice que es “preferible no pasar por ella”. Así de picudo está el problema. Conuna recomendación así, mejor en Aeroméxico.

 

Dicho en otras palabras, la autopista Las Choapas-Ocozocuautla está desahuciada, en faseterminal.

 

Y vea usted sino. Los clientes preferidos de los bandidos del camino son los autobuses depasajeros, entre ellos ADO y Cristóbal Colón. En 2009, se tiene registro de 20 asaltos; sólo siete se denunciaron. En 2010 y 2011, ocurrieron entre 9 y 12. Eneste 2012, en ocho meses, van 7.

 

Apenas el 15 demayo, en un asalto, los desgraciados dieron muerte a un pasajero que pretendió escapar. El agresor fue detenido, pero los otros tres escaparon.

 

El viernes pasado, hace una semana, otro autobús fue objeto de asalto y todos los pasajeros debieron entregar sus pertenencias. Algunos de ellos retornaron a Chiapas, pues suponen que la denuncia no sirve de nada.

 

Un detalle me llama la atención: los asaltos se producen en el tramo comprendido entre los kilómetros 85 y 97, que es territorio choapense. Sabiéndolo las autoridades, es inconcebible que no implementen operativos para detener a los bandidos delcamino.

 

Sacúdome y no hallo lógica. Pellízcome para ver si estoy despierto. Pienso entonces que hay una red de complicidades que permite que estos vivales actúen con sumatranquilidad, pero sobre todo, con absoluta impunidad.

 

Lo que mástrascien de son los asaltos a autobuses de pasajeros, pero los hay también acamiones materialistas y a transporte de carga, que son internados por caminos vecinales y llevados a ejidos donde resguardan el botín y luego locomercializan. Se habla de maquinaria y material de construcción, que le sirvena empresas contratistas.

 

Un amigo metidoen los círculos de inteligencia política, todo un oreja, dice que es negocio decaciques, solapado por policías municipales, estatales y federales.

 

Mi pregunta es ¿sabiendo en qué tramo de la autopista se producen los asaltos, por qué no seimplementa un operativo interestatal para desmantelar a los bandidos del caminoy desmembrar la red de complicidades que auspicia que, además, pase todo, desde cargamentos de droga hasta indocumentados centro y sudamericanos, con totalimpunidad?

 

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