La noche de ayer casi me hace llorar Sheldon Cooper cuando en uno de los episodios del famoso programa “The Big Bang Theory”, su amigo Leonard le dice que finja una sonrisa. Entonces Sheldon hace una mueca intentando obtener una sonrisa falsa.

Sheldon sufre de un trastorno mental llamado Síndrome de Asperger y entre las peculiaridades que hay entorno a este caso, la realidad que vive es totalmente diferente al resto de la gente que podemos citar como “normal”. No entiende el sarcasmo y el doble sentido.

Viene a colación porque empezó a circular por diversos medios de comunicación que Adam Lanza, el joven que mató a su madre y a 20 niños, sufría Autismo o Asperger.

Leo una carta titulada “Yo soy la madre de Adam Lanza”, donde una mujer narra lo difícil que es vivir con su hijo “Michael”, un joven de trece años, que sufre una enfermedad mental y al ser contradecido, irrumpe en violencia extrema, que va de la agresión verbal a la física. Sí, cualquier investigador o doctor pudiera decir que es un síntoma parecido a las reacciones del Autismo o Asperger.

La carta de esta mujer que habla de su experiencia con “Michael”, refiere lo siguiente en este párrafo: “Todavía no sabemos qué tiene Michael. Autismo, déficit de atención dispersa con hiperactivismo y trastorno negativista desafiante o explosivo intermitente, han sido algunos de los diagnósticos debatidos en diversas reuniones con agentes y trabajadores sociales, consejeros, maestros y administradores escolares. Ha tomado montones de medicamentos antipsicóticos y para estados de ánimo; prácticamente una novela rusa de planes conductuales. Nada parece funcionar”.

Esta mujer tiene dos hijos más chicos, que cuando oyen que “Michael” tiene una reacción violenta, aplican un protocolo de seguridad, que es encerrarse en un carro con seguro puesto.
Hay un dato muy interesante que da a conocer esta madre de familia cuando oyó el caso de Adam Lanza: Para ella, lo prioritario, no es regular las armas, sino atender las enfermedades mentales.

Tendrá como tres meses que en “Primero Noticias”, que conduce Carlos Loret de Mola, vi un reportaje especial sobre delincuentes con enfermedades mentales. Asesinos o personas que ocasionaron daños por lesiones a terceros, sólo tuvieron un activo para explotar... y ser considerados “personas peligrosas”.

Concluía el reportaje en la importancia de poder detectar a tiempo enfermedades mentales como esquizofrenia, psicosis, demencia, delirio, paranoia, narcisismo, hipocondría, neurosis, o trastornos mentales como autismo o Síndrome Asperger en aras de atender a estas personas y no sé, entenderlas, comprenderlas y quererlas.

Yo difiero mucho en que Adam Lanza haya tenido Autismo o Síndrome de Asperger. Quizás pudo tener un coctel de las otras enfermedades, pero Autismo o Asperger, sinceramente lo dudo... de acuerdo a lo que he estudiado, las personas con autismo o Asperger son rutinarios, círculos, que planificar con sangre fría un magno homicidio no cabe más que en las autoridades para resolver de manera sencilla, un caso más creando supervillanos.

El caso de Adam Lanza consterna y sacude. Duele. Pero también mueve a la reflexión el hecho de que la conducta del joven Adam ya había sido detectada en las escuelas y pareciera entonces, que no se le dio seguimiento. En el caso de la madre de “Michael”, a ella le recomiendan que sólo que su hijo cometa un delito, le harán caso las autoridades.

Es medianoche... Prendo el televisor. Está “The Big Bang Theory”. Veo a Sheldon Cooper tratando de simular una sonrisa a petición de su amigo Leonard y me dan ganas de llorar... veo la misma mueca que hace mi hijo Carlos cuando se le pide que sonría para tomarle una foto... al igual que Sheldon, tiene Síndrome de Asperger. La realidad supera a la comedia.