Dice Roberto Sánchez Escalante, dirigente del PRI en Emiliano Zapata, que Bertha Hernández tiene una mula por sobrino (Carlos Ernesto Hernández, el alcalde)... porque por más que intenta relinchar, le salen puros rebuznidos...
Es la fauna política en su apogeo...

El difunto Leonardo Retureta tenía un mini-zoológico, si la memoria no me falla, con grandes felinos, gatos salvajes, creo que coyotes y otras especies...

A ciencia cierta, no sé si el restaurante El Granero aún conserva a esos animalitos...

En el fraccionamiento de Las Ánimas, allá por 2008, desapareció el otro mini-zoológico que albergaba hasta donde recuerdo, algunos felinos, cocodrilos o caimanes, y monos araña.

Hace como dos años, Elizabeth Morales prometió un Zoológico para Xalapa, no sé si con especies de la zona o de qué tipo... algunos pensaron que podría hacerse en Los Tecajetes, pero por estar en el centro de la ciudad, la idea dejó de existir. Algunos más pensaron en el parque de El Haya... pero en eso quedó... en ideas y pensamientos...

Hoy, el híbrido que cita Sánchez Escalante me hace recordar a otras bestias, como la hipopótamo que sacrificó un hijo de Blanca Batalla Herber, cuando fue alcaldesa, allá en Alamo... de allí el juego de palabras: “el hijo de su Hipoputama mató a la Hipopótama”. Entonces fue que se descubrió que el junior tenía una especie de zoológico particular...

Alguna vez, cuando Reynaldo Escobar Pérez entró a las redes sociales, fue duramente criticado por subir fotos de alguna aves exóticas en sus jardines... el pavo real es un ave que gustan empresarios y políticos tener en sus prados... la razón que alguna vez me comentó Toño Limón fue porque son mejores guardianes que los perros...

Si bien, no toda la fauna política se ve envuelta en animales salvajes, los domésticos también dan de qué hablar...

Baste recordar el deceso de Carlos Hugo Enríquez Montejo cuando fue atacado por sus perros al momento de que pretendía alimentarlos... quizás el nombre no le diga mucho, pero sí el saber que fue esposo de Gladys Merlín Castro, hija del cacique del Sur (uno de tantos), Heliodoro Merlín...

Sin más podríamos pasar a los perros de Iztapalapa y todo lo demás que en torno a ellos se ha escrito pero seríamos omisos al no recordar al amigo “Solovino”, aquel can que movió el corazón de muchos y también movió a asociaciones en defensa de los animales...

Y si hablamos de perros a fuerza tenemos que hacerlo de gatos... hace poco preguntaba a Laura Haddad del destino de los amigos felinos que habitaban en el cementerio de 5 de Febrero y el Ayuntamiento tuvo a bien (creo así pensarlo) sacar a esa comunidad feral. Me dice Haddad que algunos hubo que sacrificarlos porque estaban enfermos; otros, fueron adoptados; y unos más, fueron llevados a bodegas para combatir a otra comunidad... las ratas.

Por supuesto, y qué decir de esa mala fama que tiene como “Matagatos”, Leonor de la Miyar, miembro de la CMIC y ex funcionaria gubernamental...

Los últimos episodios en que se ve envuelta nuestra fauna política con la fauna salvaje o doméstica fue en Tlacotalpan, donde un cebú murió ahogado al realizarse una tradición absurda amparada bajo la religión... pero son nuestras tradiciones y debemos respetarlas... ¿asícomo igual respeto deberán tener las tradiciones donde mutilan el clítoris a las niñas? ¡Ah! Pero es un animal al que se humilla, al que se somete, al que se lastima... en el otro caso, ¡es una niña!
Y concluimos con Juanelo, el diputado junior, Roberto Pérez Moreno, quien el pasado viernes por la tarde, la noticia que daba era que una leona, propiedad suya, había escapado de su rancho. Por lo mismo, pidió a autoridades de Protección Civil así como las que cooperaban en su búsqueda, que suspendieran el safari porque él se haría cargo de la reina de la selva.

Al final, parece, la leona volvió al rancho de Juanelo...
Después de estos breves comentarios en torno a cómo se conjuga nuestra fauna política con la de la naturaleza, simplemente podemos decir que el líder del PRI en Emiliano Zapata, Roberto Sánchez Escalante, se quedó corto con la mula de Bertha Hernández... es decir, su sobrino... es evidente que hay más híbridos que caminan en dos patas y muchos de ellos ¡son nuestros políticos!