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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Un ángel llamado Angélica

21/03/2013 09:59 a.m.
Se llama Angélica y, políticamente, resultó un ángel. Gobernó Las Choapas, quizá como pocos, y dejó huella, perduró su obra, perfeccionó lo ya hecho y por su mente no cruzó la idea de sepultar lo que hicieron sus antecesores. Así enalteció su gestión.

Les decía: se llama Angélica y lleva por apellidos Santos Rueda. Ocupó la alcaldía en un momento crucial, cuando fenecía el ciclo petrolero y Onésimo Escobar Gómez, aquel cacique-patriarca-líder, polémico, cabresto y querido, agonizaba políticamente, ya sin la dirigencia sindical en sus manos.

Doña Angélica ha vuelto a ser nombrada. La recuerdan muchos porque su balance municipal fue positivo, porque si tuvo errores, fueron menos, y porque tomó la estafeta política en el momento en que la influencia petrolera se diluía.

Lo que son las cosas. Nunca digas que de esta agua no has de beber. Cuando Angélica Santos Rueda buscaba ser candidata, hace 18 años, el PRD le cerró la puerta, la ninguneó, no sé si porque se trataba de una mujer, si porque le gustaba ir a misa, o si porque estaban ciegos. Así de pinches se portadron en el PRD. No sabían lo que iba a ocurrir. Se les cayó la quijada cuando la vieron de candidata del Partido del Trabajo, gracias a que su marido, Lenín Ocharán Calles, se movió. Varias organizaciones sociales la respaldaron y ganó de calle. Aquel Ángel llamado Angélica derrotó al cacicazgo petrolero.

Fue una campanada. Onésimo Escobar, en un último respiro de poder, impuso como candidato del PRI a su consuegro, Vicente Moure Baruch, y no le vieron el polvo a la voluntad de los choapenses. El PRI estaba resquebrajado, como perrito sin dueño o como nalga de borracho: pa’ allá, pa’ acá y otra vez pa’ allá y otra vez pa’ acá. La elección se decidió en la mesa, pero la movilización popular obligó a ceder ante quien tenían que ceder.

Me queda el ojo cuadrado al saber que ahora el PRD anda tras los huesitos de doña Angélica, que le baja el sol, la luna y las estrellas; que la quiere de candidata, porque el perredismo en Las Choapas anda de capa caída, en tercer lugar, detrás del PAN y del PRI. Y no está mal, porque los panistas no quieren alianza con el PRD y ya tienen, y hasta presumen, a su candidato, Serafín Roldán Serna.

La vida da vueltas y eso que no es rueda de la fortuna. El PRD, que no tiene nada, trata de convencer a Angélica Santos de participar de nuevo. Destaca que fue buena alcaldesa, que hizo obra y que se manejó con honestidad. Eso no lo encuentran en cualquier candidato. Y tienen razón.

La historia de Angélica Santos Rueda es para un estudio político. No fue una anécdota ni un pasaje de la vida de los choapenses. Es crónica para el registro histórico.

Muchos jóvenes debieran saber que la Casa de Cultura y la Biblioteca Municipal fueron gestionadas y creadas por doña Angélica en su alcaldía. Construyó calles que aun hoy se encuentran en buenas condiciones y no como las obras desechables que sólo son para la foto. Ah, y para que sus compañías se lleven el billete con trabajos de pésima calidad.

En Angélica Santos Rueda nunca anidó la envidia, ni el egoísmo, ni el espíritu destructor que distingue a los mediocres y a los ratones vaqueros. Cuando llegó al poder no demolió la Unidad Deportiva que habían construido los petroleros, sino que la rescató y la rehabilitó. Dignificó así el esfuerzo de los trabajadores que por “militancia sindical” fueron obligados a edificar los cimientos de esa obra, que finalmente era para el beneficio de la gente de Las Choapas.

Y cómo son las recochinas cosas. Hoy muchos jóvenes se debaten entre la drogadicción y el pandillerismo, mientras la unidad deportiva se encuentra entre el total abandono por el gobierno caciquil que padecemos.

No sé si doña Angélica quiere reverdecer sus éxitos. No sé si quiera asumirse como la solución para Las Choapas. Lo que sí sé es que fue una gran alcaldesa y de esas ya no hay. Ojalá lo piense.
Les decía: es un Ángel y se llama Angélica Santos Rueda.
(Comentarios y tips a: [email protected])

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