La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Juan Ciudadano

Los Gobernados

Cuidémonos hasta de la policía

20/08/2013 10:15 a.m.
Ser suspicaz no es malo. Nos hace ver lo que otros no. Nos deja intuir cuando algo anda mal o cuando alguien se pasa de lanza. La suspicacia es el puente entre lo que ocurre y lo que lo pudo causar. Y nos hace pensar.
 
Mi suspicacia me dice que la ola de robos que sacuden a Las Choapas no es el despertar de los malandros ni su irrupción en el círculo de los seres de bien, así nomás, en forma espontánea. No. Hay algo más. Roban porque alguien les permite delinquir o que inclusive los invitar a tomar lo ajeno.
 
Todos los días se sabe de robos a casas habitación, a comercios, a escuelas. Algunos ocurrieron en el período vacacional, cuando sus moradores paseaban confiadamente. Al regreso, la menuda sorpresa. Los dejaron sin nada.
 
A otros, la delincuencia los estuvo estudiando. Sabían a qué hora se iban los dueños de casa y a qué hora regresaban; si la vivienda se quedaba a solas y a merced de cualquiera.
 
Un maestro salió por la mañana y al regresar hizo el berrinche de su vida. Sólo le dejaron un ropero y un ventilador. Hasta la ropa se llevaron.
 
Los comerciantes se vienen quejando de la ola de robos y ponen el dedo en la llaga cuando dicen que la policía no cumple con su función. Les roban en sus negocios y también son sujetos de extorsión, de pago de piso, de amenazas.
 
Los más afectados son, por extraño que parezca, los negocios del área urbana y las joyerías, donde se supone debiera reinar la policía municipal, en un territorio que debiera ser imbatible, intocable.
 
Apenas el fin de semana, Milano sufrió un atraco de película. De madrugada, los ladrones entraron por el techo, llegaron hasta la caja fuerte, usaron soplete, la abrieron y se llevaron algo así como 80 mil pesos. Fue una insignificancia para tanta espectacularidad. Los cacos han de ser fanáticos del cine de “joligud” y el jefe de la banda se ha de sentir Brad Pitt.
 
Ahora asaltan un vehículo que abastecía a una carnicería. Se llevaron 10 mil pesos pero lesionaron con la cacha de una pistola a uno de los empleados.
 
Tantos casos en tan pocos días suena raro. Hay gato encerrado, diría Sherlock Holmes. Acudo a mi suspicacia y el sensor me dice que la policía no hace su trabajo o que los ladrones actúan con cartas ganadoras, o sea que nadie los molesta y hasta les dice: “chíngale aquí, chíngale allá”.
 
La policía de Las Choapas, la municipal, es un desastre. Su director es un improvisado guarura de Renato Tronco, el ratón más impune de la comarca, que lo habilitó como director de la policía sólo porque el tipo es el dueño de la almohada  de Yazmín García Guzmán, la secre de nuestro querido Alí Babá choapense.
 
Sigue la suspicacia. En la colonia donde vive el director de la policía, Wilfrido López Vicente, el índice delictivo es muy alto. Sigo pensando: o todo mundo le falta al respeto al jefe policíaco o los delincuentes son amigos del alma y hasta vecinos del responsable de la seguridad en Las Choapas. ¿O socios?
 
Ganaderos y comerciantes, petroleros y católicos, y hasta masones, todos acusan que la inseguridad y el vandalismo llegó al tope, que debe intervenir el gobernador Javier Duarte, que debe entrar el Mando Único Policial a Las Choapas, porque las autoridades municipales, los tronquistas y el policía atómico, Wilfrido López Vicente, no pudieron con el paquete. El síndico Sergio Guzmán dice que por ahí, por el director de la corporación, hay que empezar a investigar.
 
Tienen razón, pero yo creo que hay algo más. La delincuencia camina como Pedro por su casa. Nadie le hace frente. La policía los deja operar y hasta parece que cuidara a los ladrones, que les diera pistas, que se hiciera pendeja para que entren a las casas y se lleven lo que le dé en gana. O sea, que la policía es parte de la delincuencia.
 
Ojalá que lo entienda el gobernador porque esto creció porque nadie quiso atender cuando muchos lanzábamos gritos de alerta, cuando decíamos que Las Choapas ya estaba en manos del hampa.
 
(Comentarios y tips a: [email protected])

¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.