Arrastrarse con los de arriba y encajarse con los de abajo, con los desvalidos, con la gente indefensa y con los que nada tienen. Es cruel, les digo.

Lo acabamos de ver. Le quitó los baños municipales a la asociación de discapacitados, personas con algún problema al caminar, con alguna limitación, a los que muy pocos les dan trabajo, a los que la misma sociedad margina.

Quien manda en el ayuntamiento, así ande de licencia, de diputado o de gestor de negocios ocultos, se aprovechó de un conflicto entre los discapacitados y les quitó la administración de los baños del parque Licenciado Benito Juárez García.

Ellos tenían esa fuente de ingresos. Se hacen llamar “Ángeles con fuerza de discapacitados de Las Choapas, A.C.” y habían logrado que les dejaran administrar los baños del parque. De ahí lograban algunos ingresos. De las utilidades, les correspondía el 10 por ciento. Cada discapacitado se podía encargar de los baños por espacio de 20 días y disponía de un salario.

Todo iba bien hasta que su dirigente, Eduardo Jiménez Pérez, dejó de rendir cuentas. También lo acusan de beneficiar a un grupo afín a él, a los que les asignaba los turnos y deja fuera a los demás.

Ya le habían pedido un informe de los ingresos. Jiménez Pérez los ignoró. El reglamento dice que debe dar un corte de caja cada mes.

Van tres meses y nada. Así fue acabando con la paciencia de todos.
Ahí reventó el asunto. El domingo 15, un grupo de discapacitados acudieron a los baños y exigieron al administrador que se retirara, pues mientras a él ya le habían tocado varios turnos, a otro miembros de la asociación se les había excluido. Y que se arma la grande.

Llegó la policía municipal. Poco después, personal del ayuntamiento les informó que la asociación ya no tendría a su cargo los baños del parque Juárez y que la administración volvería a la autoridad municipal.

Qué poca. Se aprovecharon del conflicto para despojar a los discapacitados. Se les hizo buena y colocaron ahí a uno de los serviles a sueldo, el ex jefe de prensa del ayuntamiento, Isaí Manueles Arias.

A Isaí lo puso donde merece estar, en un baño público. Sólo faltó que lo pusieran dentro del cesto del papel usado, en su ambiente. Isaí es el que le hace trabajos sucios. Tiene alma de espía pero es torpe y lo que hace queda a la vista de todos.

A Isaí Manueles lo usó para fotografiar a quienes tomaban parte de las marchas de protesta que a menudo terminaban en represión. Lo usó también para infiltrarse entre los periodistas que cubrían el recuento de votos que ordenó el Tribunal Electoral de Veracruz, ante el fraude en la elección municipal de Las Choapas.

A través de Isaí Manueles, se van a quedar con los ingresos de los baños del parque Juárez. Se va embolsar un dinero que pudo servirles a los discapacitados, que en honor a la verdad, lo necesitan más.

Eso sólo lo hace alguien cruel. No lo necesita. Está podrido en millones. Se apoderó de las obras públicas. Dispuso de los recursos municipales, todo en la oscuridad, sin rendirle cuentas a nadie. Lo de los baños del parque Juárez es una minucia que no lo va a enriquecer más. ¿O será que de ahí quiere sacar para el pago de aguinaldo?

A los discapacitados los despojó de un beneficio económico que a ellos les permite aliviar sus necesidades más urgentes. Se valió de una treta, de un pleito interno para sacarlos de la jugada.

Cualquiera con algo de humanidad habría arreglado el problema. Pudo dejar que los discapacitados nombraran a un nuevo dirigente y que todo volviera a caminar sobre ruedas.

Pero así son los miserables. Se queman por una minucia. Y agravian a los demás.
 
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