* Las condolencias de Federico al gobernador * ¿Quién le habrá dicho que Arturo Beltrán Leyva era primo de Fidel? * El fiscal Jácome ya arma otra telenovela judicial * Por no sustentar la acusación, se le cayó el Caso Wong * Ahora se vale de una grabación ilegal

 

No siempre, en política, se llega a un final feliz. Así le ocurre a la alcaldesa de Minatitlán, Guadalupe Porras David, quien a sus tropelías con el erario público y los negocios que ha propiciado para familiares, amigos y compadres, ahora suma una grave imputación de ser autora intelectual de una golpiza contra un menor de edad.

Esa faceta violenta de doña Lupe Porras era apenas conocida.

 

Asomó cuando condujo a los campesinos de Minatitlán a una trampa; los irritó contra el gobierno federal por no aterrizarles recursos para reconstruir caminos dañados por las lluvias e inundaciones de 2008, que prácticamente los aislaron y les impidieron sacar sus cosechas y los condenaron a ver perdida su producción agrícola; los usó para protestar y bloquear la autopista Nuevo Teapa-Cosoleacaque, y finalmente provocó un acto de represión policíaca que sus representados fueran apaleados como animales y encarcelados.

 

Luego, con actitud misericordiosa pagó las fianzas con las que los campesinos pudieron enfrentar sus juicios en libertad.

Ahora se le acusa de proferir amenazas y, peor aún, cumplirlas con la frialdad que suele distinguir a la gente perversa.

No la señala cualquier ciudadano de Minatitlán ni es parte de una embestida mediática, como categoriza su prensa a sueldo las críticas que se le hacen por sus abusos y desatinos.

 

La acusación consta en el oficio número REG6/541/09, de fecha 23 de diciembre del actual, y lo suscribe la regidora sexta del Ayuntamiento minatitleco, Ana María Ribón Morales, a quien la alcaldesa ha hostigado de manera permanente al punto de llamarla ignorante.

Textualmente, en sus partes medulares el oficio dice:
“La hago responsable directa de haber ordenado que algunos de sus colaboradores plenamente identificados golpearan salvajemente a un menor de edad poniendo en peligro su vida, además de daños a una camioneta el día de su dichoso informe.

“Y le recuerdo, por si se le olvidó, que en el cabildo del 17 de diciembre del presente año, frente a todos los regidores, dijo y amenazó que aquel que ande colocando lonitas el día de su informe, lo van a golpear y que ya dio la orden, y existe grabación.

“Acaba de cometer el error más grande de su vida. Todos somos testigos de lo que dijo, y hoy es una 'amenaza cumplida'.

 

Qué dirá el gobernador cuando dice que En Veracruz los Niños no se Tocan, pero aquí en Minatitlán no se cumple, porque ni a un adulto se le pasa que usted mande a golpear, como a los humildes campesinos, mucho menos a un menor de edad.

 

Por lo que los afectados se reservan el derecho de proceder penalmente en su contra ante la fiscalía especial para servidores públicos.

“Así que le pido de la más enérgica: RENUNCIE A SU CARGO, si aún le queda honor, porque si el menor golpeado muere, usted es la responsable, y ya tengo un oficio de la madre del menor con el dictamen del médico legista, en la que la denuncia y decide proceder penalmente con los brutos que golpearon a su hijo y quien los haya mandado”.

Va bien la alcaldesa de Minatitlán. Amenaza con reprimir a quien se le ponga enfrente y cumple su violenta advertencia.
Ahí la lleva.

Circula en internet un correo que da cuenta de una supuesta delación de un empleado de Diario del Istmo que asegura que el columnista (?) Federico Lagunes había incluido en uno de sus textos una condolencia para el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, por la muerte de su primo Arturo Beltrán Leyva, quien no es otro que “jefe de jefes” , líder del cártel de Los Beltrán Leyva, abatido en un enfrentamiento con elementos de la Armada de México.

 

El mismo correo electrónico asegura que la sentida condolencia ya se hallaba en la columna de Federico Lagunes cuando sus superiores se percataron del hecho y la retiraron, no sin antes darle una sanjuaneada de antología.

 

El correo en internet cada vez se reenvía con mayor insistencia; lo remite [email protected], y está al alcance de quien quiera consultarlo... Félix Jácome, fiscal adscrito a la Agencia Cuarta del Ministerio Público del Fuero Común en Coatzacoalcos, ya tiene en mente otra telenovela judicial.

 

En marzo pasado dio muestra de ser un singular guionista, de imaginación ilimitada pero de una absoluta falta de sensatez para conducir una investigación ministerial.

 

Tuvo en sus manos la acusación contra el ex regidor Alejandro Wong Ramos, derivada de una gresca con los periodistas José Luis Pérez Cruz —subdirector editorial de Diario del Istmo—, Roberto Pérez López, Jorge Tolentino García —subdirector de Gráfico del Sur— y José Luis Ortega Vidal —director de Notisur— en la cantina Galería-Bar El Rincón de José Alfredo Jiménez. Ortega Vidal cayó de una altura de seis metros, sufrió graves lesiones y estuvo a un paso de perder la vida.

 

Wong Ramos fue acusado de intento de homicidio, pero el fiscal Félix Jácome no sustentó su caso pues existían múltiples contradicciones entre los periodistas; no citó a declarar a los meseros del lugar y nadie atestiguó haber visto que el ex regidor municipal hubiera arrojado desde el techo a Ortega Vidal; tampoco se le tomó declaración a Ortega Vidal cuando se repuso de las lesiones y de las operaciones que se le practicaron.

 

Desde un principio se percibió que la Telenovela Jácome tuviera lógica. Un juzgado federal amparó a Alejandro Wong y lo exoneró de las imputaciones. Ahora Félix Jácome ya arma otra telenovela. Su principal argumento es una grabación de audio obtenida de manera ilícita, lo cual la hace jurídicamente inaceptable. Jácome va a empinar con esto al subprocurador Jorge Yunis Manzanares y al mismo procurador de Veracruz, Salvador Mikel Rivera. Al tiempo...