Ahora entiendo. No la pidas por las buenas, mucho menos por favor, porque no te pelan. Enchílate, encabrónate, pero organízate, une la voz de muchos que reclaman lo justo, sal a las calles, exige tus derechos y al gobierno no le queda de otra mas que doblar las manos.

 

Lo digo porque estoy asombrado. Traigo el ojo cuadrado, pues lo veo y se me hace imposible, pero es real. Casi, casi, así tantito estamos de que la tarifa eléctrica sea reclasificada en Las Choapas. Y todo, finalmente, se lo debemos al movimiento de Resistencia Civil, sí, los que se oponen a que la Comisión Federal de Electricidad sigan esquilmando a las pobres familias.

 

El acuerdo ya está listo para la negociación. Que pa’l 5 de diciembre, aquí, en este municipio sureño, nos asignarán la tarifa 1-D, que es la que tiene Coatzacoalcos y el estado de Tabasco, y a Las Choapas les sería retirada la 1-B, que es más cara. Como afirman los de la Resistencia Civil, si aquí se pagan 300 pesos, en Coatza y Tabasco, por el mismo consumo, son 100 pesos.

 

El 12 de noviembre, en Villahermosa, dialogaron el superintendente de CFE en aquella zona, José Antonio Narváez; el asesor de la Dirección de Operación, Eduardo Sarabia Loo; funcionarios de la División Peninsular Sur y Sureste, así como integrantes de la Red Nacional de Resistencia Civil de Veracruz, Campeche, Oaxaca y Chiapas. Y de aquel cónclave salió humo blanco.

 

De ahí partió el acuerdo de hallar una solución final al problema del cobro excesivo, que a la postre resulta imposible de pagar cuando el recibo de energía eléctrica reporta números que asustan a cualquiera. Los de CFE y los de Resistencia Civil se reconocieron su personalidad y, sobre todo, respetarse.

 

Ya no habrá cortes de luz, siempre y cuando los usuarios exhiban una calcomanía que les expedirá el movimiento de Resistencia Civil, que les servirá para identificarse y evitar ser hostigados por el personal de CFE.

 

Pero como siempre ocurre, no faltarán vivales que ahora que Resistencia Civil ya logró sus objetivos, intenten colgarse del movimiento. Eso es común. Nunca falta un pillo que se viste de santo. Para ello servirán las calcomanías, para evitar que saquen raja quienes nunca hicieron nada contra el cobro excesivo de CFE.

 

La Resistencia Civil, dicho por su líder, Francisco Jiménez Alejandro, tiene entre mil 800 y 2 mil afiliados, no los cuatro mil que ahora dicen haber estado en contra de la tarifa excesiva que aplica CFE a Las Choapas. Los que no están con RC son redes patito, que nunca buscaron mesas de diálogo, ni protestaron en las calles, ni llevaron el asunto a su mayor nivel.

 

Se dice fácil, pero fue una lucha que costó lágrimas y sangre. A punta de reclamos, de marchas de protesta, pero también de represión, de golpes y de cárcel, el movimiento de Resistencia Civil se fue consolidando. Enfrentó al personal de CFE, a las acusaciones ante el Ministerio Público Federal, a las madrizas orquestadas por el entonces alcalde Renato Tronco, que valiéndose de su policía municipal, los agarraba a trancazo limpio.

 

No es que no quieran pagar la luz. Es que no pueden. Y muchos como ellos, con tres pesos en el bolsillo, o comen o le pagan a CFE. Así de claro.

 

Ellos piden lo que nos beneficia a todos: una nueva tarifa para Las Choapas. Y en eso tienen razón. No es un justo que pague menos tarifa el usuario de Coatzacoalcos que el de Las Choapas cuando hay condiciones semejantes de humedad y cuando aquí no tenemos el mismo nivel económico que en el puerto.

 

Y jodidos nosotros, los de a pie, que no respaldamos algo que es para beneficio general. Muchos sectores debimos integrarnos a la Resistencia Civil para darle fuerza a ese movimiento y que entienda CFE y el mismo Peña Nieto, que la energía eléctrica es un bien nacional, que nos sirve a todos y que no tiene por qué ser considerado un artículo de lujo y pagar por él como si fuera un lujo.

 

No bajará la tarifa porque la CFE sea a toda madre, ni porque Peña Nieto haya cumplido una promesa de campaña. Tampoco porque la reforma energética nos lo ofrezca, pues esa aún está en pañales. Bajan las tarifas porque es una desgraciadez que aquí, en Las Choapas, nos cobren más que lo que se les cobra a los habitantes de Coatzacoalcos o Minatitlán.

 

Ese fue el mejor argumento de Resistencia Civil y eso es lo que los tiene a un paso del triunfo y a Las Choapas casi, casi, con una tarifa de luz que lastime menos los bolsillos de los usuarios.

Y no, no es que seamos más pendejos o los de Coatza o Mina más vivillos. Lo que pasa es que CFE se pasó de galleta. Pero se acabó.
 
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