Albañilería. Es quizás uno de los oficios que sea visto de manera despectiva por nuestra sociedad por fama de lépero. Con los varones, un juego de albures; con las damas, piropos subidos de tono.

 

A ello hay que agregarle que se les considera “cheleros”, aunque en la época del presidente Ernesto Zedillo, queda en el recuerdo su encuentro con ellos acompañado de un refresco, aunque hay quienes aseguran que les dijo: “Sírvanme en un vaso para que parezca Sidral”... es el día del albañil.

 

II
¿Alguien sabe cuánto tiempo lleva la construcción del Túnel Sumergido de Coatza? ¿Más de un sexenio? ¿Más del tiempo establecido para su construcción? ¿Más de los recursos establecidos al principio? ¿Quizás el doble? ¿Cuántos secretarios de Comunicación pasaron para su construcción?

Creo que a estas alturas, ya no debe citarse como Túnel Sumergido de Coatza… pueden mejor llamarlo Túnel Sumergido de Cloaca (porque es seguro que alguien se fue muy cabezón con esta obra) o siendo menos peyorativos, Túnel del Tiempo… está de más explicar por qué.

 

Lo curioso de este caso es q ue este próximo miércoles, ha de comparecer ante el Congreso del Estado, Gerardo Buganza Salmerón (SIOP), para hablar del estado que guarda tal obra, de acuerdo a lo que anunció el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXIII Legislatura, Juan Nicolás Callejas Arroyo.

 

III
En torno a los albañiles no sólo se tejen juegos de palabras y parrandas. También hay leyendas, muchas de ellas, relacionadas con la muerte y con el diablo.

 

De las que recuerdo, está la del indio Francisco Cantuña y Pilay, famoso en el Quito por su trabajo en la construcción.

 

Los frailes, por eso, le pidieron se hiciera cargo de levantar el atrio del convento franciscano para determinada fecha… el tiempo se le vino encima y angustiado, no sabía cómo terminar, hasta que se le apareció el Diablo, quien le dijo que le ayudaría a cambio de su alma…
Cantuña aceptó pero condicionó al Diablo a que terminara a la medianoche. Mefistófeles le pareció justo el trato y mandó a sus huestes a trabajar para colocar todas las piedras que dispuso Cantuña para tal obra…
A la medianoche, el Diablo volvió por el alma de Cantuña, pero éste le dijo que no había cumplido con el pacto pues faltó por poner una piedra que el indio había escondido.

 

Furioso, la oscuridad se fue y Francisco Cantuña, de la noche a la mañana, se hizo rico.

IV
No dudo de que Gerardo Buganza se haya empapado en el tema de lo que es la construcción (hasta suena absurdo usar dicha palabra en esta obra) del Túnel Sumergido, pero sería más interesante conocer mejor la versión de los ex titulares de Comunicaciones que de alguna u otra forma, deben saber mucho mejor qué ocasionó el retraso así como el incremento presupuestado en la construcción de la obra ¡y lo mejor! quién realmente gana o ganó con esta situación…
Que Marcos Theurel diera, no sólo su declaración respecto a ello, de ser posible, su declaración patrimonial; lo mismo para Guillermo Herrera Mendoza, Raúl Zarrabal y, para no dejar, al Vinissimo Paco Valencia…

V
El Indio Cantuña no se hizo rico por engañar al Diablo… según cuentan los historiadores, sabía dónde escondían las riquezas de Atahualpa por ser hijo de un terrateniente inca y para no despertar sospechas, y a la vez protegerse con el clero, primero mandó a construir un convento franciscano, y después, inventó la leyenda del Diablo… cuento fácil de tragar para esa época…
En el caso del Túnel Sumergido (en la corrupción), bien valdría la pena observar la génesis de esta obra, averiguar quién de nuestros políticos del sexenio pasado y actual, tiene la astucia del Indio Cantuña para hacer, ya no conventos, pero sí poderosos funcionarios, quizás hasta diputados y por qué no, hasta (ex) alcaldes… una vez identificado a nuestro Indio Cantuña, podremos ver que éste, no sólo es capaz de engañar al Diablo, sino también al pueblo… al pueblo de Veracruz… ¿usted tiene un nombre? ¡yo también!

Héctor Yunes, con talla de Gober
A como van las cosas, Héctor Yunes Landa terminará con el doctor… no es para menos… el pasado jueves fue sorprendido entrándole duro a los tradicionales y sabrosos antojitos papantecos de doña Carmen Pastrana.

 

Pero no crea que acudiría al doctor por indigestión, sino porque si sigue así en sus giras de gestión legislativa, va a tener talla de Gobernador… y de acudir al doctor, de seguro sería al mismo al que fue Juan Antonio Nemi Dib.

 

Allá en Papantla, se encontró con Filemón Ramírez, ex compañero de la facultad de Derecho, y se le hizo de noche, tan es así, que pernoctó en la tierra de la vainilla en casa de su amigo… aunque aclaran que ya no hubo baño “a mentadas de madre”... o a jicarazos...