Maldita la hora en que abrió su bocota Noemí Guzmán Lagunes, dicen que dijo Javier “Pipo” Basáñez Silván, cuando supo que le echaba la culpa a Sedesol municipal de la entrega de las casas en el fraccionamiento El Arbolito, un verdadero fraude.
 
Y es que sí, llegó la secretaria de Protección Civil y que destapa la cloaca. Hizo como que no estaba muy enterada, que como que habría que documentarse más, y zas, que le receta a “Pipo”, el tronquista, la responsabilidad de la entrega ilegal de esas casas a quienes ni siquiera eran los beneficiarios.
 
Hago la historia, pues no todos se saben cómo fue el atraco. Con recursos del Fondo Nacional de Desastres se construyeron casas para damnificados. Así se constituyó el fraccionamiento El Arbolito, en la colonia Aviación.
 
Los beneficiarios eran damnificados afectados por las inundaciones de 2007 en las colonias Tepito, Tiburoneros, Anáhuac y Barrio de las Flores. Las construcción se realizó en 2009, pero nadie las quería habitar.
 
Y ahí es donde aparece “Pipo” Basáñez. En 2011, cuando estaba en Desarrollo Social del ayuntamiento de Las Choapas, tuvo la feliz ocurrencia de entregar las viviendas a gente que nada tenía que ver con las inundaciones, a gente que no era damnificada, a gente que no vivía siquiera en las colonias afectadas.
 
Las casas fueron ocupadas cuando ni siquiera tenían servicios básicos. “Pipo” Basáñez les entregó las llaves y así como llegó, se fue. No hubo documentos qué firmar. No hubo un evento formal porque todo era una trastada, muy propia del tronquismo, al que pertenece “Pipo”.
 
Y entonces les salieron los chipotes a las casas. La mala calidad comenzó a sentirse cuando llegaron las lluvias. Las paredes se filtraban, los acabados estaban pa’l perro, los patios se inundaban pues no servían los drenajes.
 
Y ni a quien reclamarle. Los que estaban ahí eran familiares de los damnificados, o amigos, o conocidos, o simples inquilinos que terminaron pagando una renta por una vivienda que no era propiedad de nadie.
 
Otros dicen que las casas se las dieron a cuidar y que por eso las viven. Algunos otros dicen que están ahí de prestado. Sí, seguro se encontraron con un alma noble y que les dice: métete, vívela y sé feliz.
 
“Pipo” se deslindaba. Decía que él no era el culpable, que fue un acto de buena fe, que fue por tratar de darle uso a esas casas. Y nosotros seguramente nos estábamos chupando el dedo gordo de la pata izquierda.
 
Eso fue ilegal. “Pipo” Basáñez era el responsable de la Sedesol municipal. Su oficina era la que tenía la encomienda de que esas casas se entregaran a los verdaderos damnificados. Pero hizo lo contrario. Fue y les dio las llaves a gente que no tenía derecho alguno y se metió en el pinche broncón al que ahora hace mención doña Noemí.
 
La ñora siempre anda extraviada. Fue senadora y ni se enteró lo que es el Senado. Ahora es secretaria de Protección Civil de Veracruz y sólo sabe de sismos y de inundaciones, pues cuando menos le pasan la información básica para que no la cajetee.
 
Pero esta vez vino al sur. Le preguntaron que qué onda con las casas de “El Arbolito” y se fue de cabeza hablando. Dijo que la responsabilidad es de Sedesol. Y se refería a Sedesol de Las Choapas, ahí donde Javier “Pipo” Basáñez era el que hacía de las suyas.
 
Y por eso es que la declaración revienta a “Pipo”, porque ahora es candidato a síndico en la planilla del PRD. Ahí lo incrustó Renato Tronco, en un acuerdo con el líder perredista, Sergio Rodríguez Cortés.
 
De por sí a “Pipo” no lo quieren. Marco Estrada, que estaba al tanto de lo que ocurría, hace como que nunca fue enterado y que “Pipo” no tendrá peso en el cabildo si ganan las elección municipal de Las Choapas. Pero lo cierto es la declaración de doña Mimí lo exhibe como un funcionario corrupto, que asignaba casas a quienes no eran derechosos.
 
A “Pipo” le cayó el chahuistle. Viene la secretaria de Protección Civil y asegura que la culpable de asignar esas casas fue la Sedesol, donde el tronquista trabajaba. Y sólo le faltó decir que “Pipo” y el Ratón Vaquero se pasaron de lagartos, pues así se hicieron de más adeptos aunque fuera violando la ley.
 
En qué momento abrió su boca doña Noemí. Y qué cosas salieron de ella. Una acusación de corrupción, de ilegalidad. Y justo cuando “Pipo” Basáñez aparece en la planilla de Marco Estrada y puede que llegue a ser síndico municipal. Qué oso.
 
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