De veras, de veras, que el gobernador Javier Duarte es vacilador. Vino al sur, a Coatzacoalcos, y dijo que iba a blindar la ciudad, que les va a partir la maceta a los ladrones y que ora sí, ora sí, será vencida la delincuencia.

 

 Y un titipuchal de güeyes se lo creyeron.

Eso fue la mañana del lunes. Habló el gobernador ante un público selecto: el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, su esposa Karime Macías, los ediles, funcionarios, empresarios, líderes sindicales, profesionistas y una de rémoras que nunca faltan. Les decía que habrá más de 500 elementos de policía estatal, federal, Ejército y Marina, sumados a los que ya existen, y que pondrá un hasta aquí a la oleada de delitos.

 

Y todos vivieron felices.

Entonces comenzaron los recorridos. Cada convoy lo integran cinco, seis, siete, ocho patrullas. Andan con sus torretas abiertas, sus claxonazos, las luces intermitentes, los agentes con pasamontaña, embozados, tan cubiertos que ni su mamases los reconocerían. Y a chingarse la gasolina que al fin que la paga el pueblo.

 

Así se la pasan paseando por toda la ciudad. Arman sus operativos. Pasan a revisión a todo mundo. Incomodan pero ellos van a dar con los criminales porque para eso los trajo el gobernador, para que acaben con los jijuesuchi que se meten a las casas y las desvalijan, que dan los cristalazos o se llevan los carros, que atracan los negocios. Ayúdame a creer, Señor.

 

Pintaba a todas margaritas el llamado Operativo Blindaje Coatzacoalcos, pero de inmediato se enfriaron los ánimos. Tres grupos de policías fueron asignados a las casas de los parientes políticos del gobernador Javier Duarte, o sea a la parentela directa de su esposa Karime Macías Tubilla, atribulados en estos días porque la delincuencia ya les dio donde les duele, en el billete y en su seguridad.

 

Recuerden lo que ocurrió el domingo. Dos de los tíos de la esposa del gober, el tío Pepe Tubilla y la tía Chata Muñoz, estaban encantados con el concierto de Marc Anthony, en el salsódromo, cuando en su casa recibieron la visita de los ladrones. Les bajaron joyas y dinero, y por supuesto el asalto generó psicosis entre los del jet-set y en el medio político.

 

El gobernador presumiendo que la criminalidad está bajando y que le zumban a los tíos de la primera dama de Veracruz. Y eso ocurre el domingo por la noche y a la mañana siguiente que Duarte anuncia el blindaje a Coatzacoalcos.

 

Lo más asombroso no fue que comenzaran los patrullajes. Tampoco que iniciaran los operativos. Menos que revisen a los ciudadanos y les busquen hasta debajo de la lengua o entre los dientes. Lo que a todos les cayó como patada de burra fue ver que a los que les pusieron vigilancia especial, fue a los parientes de Karime.

 

Las fotografías y los testimonios no mienten. En la casa Pepe y la Chata hay vigilancia; en la casa del papá de Karime, Tony Macías, en la colonia Petrolera, hay vigilancia; en la casa de la abuelita, doña Lily Letayf, en el centro de Coatzacoalcos, hay vigilancia.

 

Las patrullas y las motocicletas, con varios elementos uniformados, están en los arriates o en las banquetas. Portan rifles, pistolas y metralletas. Ni quien se le ocurra circular por ahí con aire de sospechoso, porque se va a la cárcel.

 

Los tres domicilios son “zonas de máxima seguridad”, con vigilancia las 24 horas del día. Se les resguarda como si fueran piedras preciosas o un cheque de muchos ceros.

 

La imprudencia es insultante. Javier Duarte implementa el blindaje para Coatzacoalcos y lo primero que hace es darle seguridad extrema a la familia de su esposa Karime, como si ellos valieran más que el pueblo o como si fueran descendientes de Lady Di y el Príncipe Carlos o como si no tuvieran para pagar seguridad privada.

 

No chinguen. Si nomás son la parentela de Karime Macías. No son piezas de cerámica china a la que hay cuidar y resguardar con todo, sin reparar en que esa vigilancia le cuesta al estado, o sea al erario, o sea al pueblo.

 

De veras que sólo locos le pueden creer los veracruzanos al gobernador Javier Duarte. Dizque implementa el Operativo Blindaje Coatzacoalcos y sale con que a los que hay proteger es a su familia política. Qué mal estamos.

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