Preparen; apunten; fuego. Y el gobernador Javier Duarte apretó el obturador que activó el disparo hacia sus objetivos: los periodistas que posaban la foto.
 
Se los digo, acá, sin tapujos, me dio asco.
 
Ver ahí al gobernador de Veracruz, apuntándole a los periodistas, con su cámara con lente de acercamiento, zoom le dicen ellos, es insultante por parte de él y vergonzoso por parte de ellos.
 
La foto fue difundida por la oficina de prensa del gobierno estatal. Fue en el WTC, o lo que es lo mismo, el World Trade Center de Boca del Río. Era la celebración del Día de la Libertad de Expresión, que algunos llaman el día de los periodistas, o el de la comunicación.
 
Según mis orejas entre los colegas reporteros, Duarte disparó el desayuno, echó el discurso, ofreció garantías y respeto para el trabajo de los comunicadores, y después entregó reconocimiento a 35 periodistas con más de 40 años en la profesión.
 
También hubo besamanos. Los periodistas se querían tomar la foto con el gobernador. Hacían filita, se le acercaban, le sonreían. Duarte les echaba la broma. Todos reían. Y lo mejor fue la foto. Javier Duarte con la cámara en las manos, el ojo en la mira, y los periodistas frente a él, unos hasta tirados en el piso, otros agachados, como si fueran los del TRI nacional que va a jugar el Mundial en Brasil. Todos con una sonrisota de oreja a oreja.
 
Preparen; apunten, y que se los fusila el gobernador.
 
Les digo que da asco. En esa foto le apunta a los periodistas, o mejor dicho, a los que se dicen periodistas pero que no informan lo que ocurre en Veracruz. Muchos de ellos sólo son boletineros. Reciben la versión oficial, la del Gobierno del Estado y esa es la que difunden. Luego les dan su pago, el famoso “chayote”, una lana por servicios prestados al gobernador.
 
Son lacayos a punta de “chayotazos”. Y véalos usted ahí, hasta hacían la “V” de la victoria. Y Duarte igual. ¡Qué emoción! El gobernador nos tomó la foto. Pasamos a la historia. Qué poca. Fusilados por Javier Duarte y todavía se sienten felices. Esa “V” que muchos hicieron es por la vergüenza que les falta. Otros porque sus cabezas están vacías.
 
En cambio, a los periodistas que informan, que comunican, que despiertan conciencias, se les trata en Veracruz a puro plomo. Para ellos no hay diploma ni pergamino. A unos ya los mataron, como a Goyo Jiménez, a Regina Martínez, a Milo Vela, a mi cuate Noel López Olguín, a mi amiga Yolanda Ordaz. Y a otros los traen fritos, presionados y perseguidos.
 
Esos periodistas no estuvieron en la ceremonia del Día de la Libertad de Expresión de Javier Duarte. Y mejor. Para qué contaminarse con tanta melcocha, con palabras que no son ciertas, con elogios y compromisos de que el gobierno de Veracruz defiende la libertad de los periodistas a ejercer su profesión sin nada que atente contra ellos, cuando la realidad es que a los que cuida el gobierno es a los que elogian y persigue a los que incomodan a señor Duarte. Les echa la policía, los reprime, les dan de macanazos.
 
Duarte andaba desatado. Decía que Veracruz tiene actitud para escuchar todas las voces, coincidentes y divergentes, en una condición plural. “Su quehacer diario genera opinión pública que nos ayuda a entender nuestra realidad y abre los canales de diálogo entre los diferentes actores políticos y sociales”, dijo el gobernador.
 
Sí, y yo que me lo creo. Puras habas.
 
Si algo hay en el gobierno de Javier Duarte es rechazo a las opiniones críticas. Este gobernador no escucha. Se encabrona cuando se exhiben las carencias de Veracruz y el retroceso en que nos metió Fidel Herrera y cuando le escriben que él lo ha hecho peor.
 
Esa foto es reveladora. El gobernador fusila a los periodistas con un disparo de cámara y ellos le sonríen, se sienten soñados, bendecidos por un político que si algo ha tenido es desprecio por la labor de los críticos. Y si no, que le pregunten a los familiares y amigos de Goyo Jiménez, Regina Martínez, Milo Vela, Noel López Olguín, Yolanda Ordaz y los otros que han muerto por su trabajo profesional y el gobierno de Veracruz se niega a aceptar que murieron por ello.
 
Por eso me da asco esa foto. Duarte los ejecuta y ellos están felices.
 
Pos mire nomás, qué tipos tan sin calzones.
 
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