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Juan Ciudadano

Los Gobernados

El asesino del taxi anda suelto

17/06/2014 10:17 a.m.

Fidel Herrera nos dejó muchas pesadillas. Unas tienen que ver con el transporte público, con el servicio de taxis, con la anarquía, con el atropello y ahora con un crimen.
 
Los males en el transporte son como la hidra. Por cada cabeza que le cortamos surgen siete más. Los males se multiplican. Y nos viene a dañar como sociedad.
 
Hoy sabemos que hay un taxista que es un hampón, un auténtico asesino que tiene en sus manos un volante, que transporta a quién sabe cuantos usuarios y que, por su conducta, por su forma de ser, es de los que suele cometer atracos, levantones y hasta crímenes brutales.
 
Todos lo sabemos hoy. Nos enteramos del asesinato de un joven, Isaí García Torruco, y de los daños que sufrieran sus amigos Daniel Bautista Pineda y Alberto Hernández Rivera. Todos embestidos por el taxi en que viajaban sus agresores.
 
A los choapenses, el hecho nos impactó. Habían acudido los tres a un evento en las albercas Las Américas, el Miss Universo Gay. Ahí tuvieron problemas con otros tipos y para evitar un pleito mayor, se retiraron.
 
Iban en la moto de Isaí. Iban los tres sin otra intención que alejarse del lugar. Pero pronto se dieron cuenta que un taxi los seguía, y que en él iban los tipos del conflicto.
 
Aceleraron la marcha. Se dirigieron a Paralelo. Al ver que los iba a alcanzar el taxi, Isaí se internó en otra calle, cerca del CBTis 113. Sin embargo, unos 300 metros adelante de la escuela Margarita Maza de Juárez, el vehículo los embistió.
 
Alberto se salvó porque cayó en una zanja. Isaí y Daniel vieron cómo se les venía encima el taxi. El muy criminal les pasó encima. Los remató. Isaí murió y Daniel sufrió estallamiento de vísceras. Agonizó durante horas, al cierre de la edición de esta columna, nos enteramos de que falleció.
 
Los vecinos salieron a ver qué ocurría. Se percataron que el agresor era un taxista, o por lo menos que el vehículo usado para matar a Isaí y dejar mal herido a Daniel era un taxi. Desgraciadamente no pudieron identificarlo, pues no alcanzaron a ver el número económico.
 
Yo no juzgo a todos los taxistas por igual. Pero de que los hay, los hay. Algunos andan con el crimen organizado. Ahí está el del caso Gregorio Jiménez, el periodista levantado en Villa Allende y traído a Las Choapas, donde lo torturaron y lo ejecutaron, y un taxista se prestó a trasladarlo.
 
Otros más han estado involucrado en hechos delictivos, pasan corriente a los del crimen organizado, son informantes. No todos son así, la mayoría no, pero de que hay criminales ahí, los hechos lo demuestran.
 
El oficio es noble, pero hay tipos que integran comandos al servicio de la delincuencia organizada, que operan con absoluta impunidad. Y, en cambio, los operativos que realizan las corporaciones policíacas y los militares y navales, no sirven de nada.
 
Cada vez somos más los que pedimos que se revise quiénes son los taxistas, a qué fines obedecen, si sólo son trabajadores del volante que así llevan un sustento a sus familias o si hay gato encerrado.
 
La obligación de depurar al gremio de los taxistas es del gobierno de Veracruz. El resultado de haber otorgado placas a cualquiera, a quienes tenían para pagar los derechos de concesión, sin importar que fueran trabajadores del volante, hoy está teniendo sus consecuencias. Pero así lo dispuso Fidel Herrera y no hubo quien lo refutara. Era negocio y se llevó muchos millones.
 
Se requiere un estudio minucioso de antecedentes penales y de sus datos para comprometerlos a realizar un buen desempeño y depurar a quienes no cumplan con esos requisitos, no mínimos, sino puntualmente completos. Y es que ante la gravedad de los hechos, no puede haber tolerancia.
 
En las casas de Isaí y de Daniel hay luto. Un criminal que no se puede llamar taxista los embistió, los derribó de la moto, les pasó en encima, los remató. Hoy, sus familias y sus amigos los lloran. Pero hoy, también, la sociedad está agraviada.
 
¿Con qué confianza puede alguien abordar un taxi si hay el temor de que quien está al volante pueda ser el asesino de Isaí?
 
Son temas que como sociedad debemos exigir. Y a la autoridad le toca investigar, depurar y remitir al responsable ante las instancias legales.
 
(Comentarios y tips a: [email protected])

 


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