La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Juan Ciudadano

Los Gobernados

Más violencia, más fosas clandestinas

19/06/2014 10:32 a.m.

Con Javier Duarte Veracruz de norte a sur se ha convertido en una profunda y larga fosa en la que cientos desaparecen.

Sin embargo, todos los días escuchamos la misma cantaleta chillona: ¡En Veracruz no pasa nada!
No se terminaba de redactar esta columna que ahora estás leyendo, cuando nos enteramos de que en la zona donde es oriundo el más tenebroso gobernador que haya tenido Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, el registro de cadáveres encontrados alcanzaba la suma de 31 cuerpos.


En tierra de Fidel Herrera también hay fosas clandestinas. En su Nopaltepec, en lo más olvidado de Cosamaloapan, también hay muertos sepultados anónimamente por la mano de quienes les quitaron la vida. Y en Tihuatlán han vuelto los enfrentamientos, como en todo Veracruz.
 
A la medianoche del lunes 16, la policía recibió una llamada anónima. Informaba de muertos, ejecutados, a quienes se les inhumó de manera clandestina. Se dio a la tarea de buscarlos y justo donde se les indicó, los hallaron.
 
Llevaban varios días sepultados en el ejido Nopaltepec, en la tierra del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán. Tenían huellas de tortura y el tiro de gracia, la huella del crimen organizado.
 
El martes, al mediodía, elementos de Seguridad Pública estatal y Policía Federal le marcaron el alto a una camioneta de lujo, para una revisión de rutina, en Tihuatlán. Sus ocupantes descendieron y comenzaron a tirar bala.

Hubo una persecución y mataron a los cinco sujetos, todos del sexo masculino.
 
Y eso ocurre cuando hay blindajes, mandos únicos policiales, operativos seguros y quién sabe cuantas otras mafufadas que se inventa el gobierno para enfrentar, sin éxito, la ola delictiva.
 
Otros hechos de violencia se dieron en Agua Dulce, al sur de la entidad. Fueron dos sucesos –de una larga serie que mantiene horrorizados a los habitantes de ese municipio - y se perpetraron con sólo tres horas de diferencia.
 
El primero ocurrió poco después de las cinco de la mañana, cuando tres sujetos ingresaron a un domicilio en la calle Lombardo Toledado, en la colonia Pingüinos, con intenciones de robar. El vigilante, Carlos Hernández Balcázar, los enfrentó. Recibió dos impactos de bala y murió.
 
La policía llegó pero nada pudo hacer. Ni logró auxiliar al cuidador del domicilio, ni atrapó a los asesinos.
 
Tres horas después, casi a las ocho de la mañana, fue hallado un cuerpo, el de José Benito Márquez Carbajal, un tatuador al que todos conocían como “El Beni”, “Veneno” o “Don Veno”, quien sólo tenía 27 años de edad.
 
Hallaron su cuerpo entre el monte, cerca de la entrada al basurero de El Muelle, congregación de Agua Dulce. No tenía huellas de haber sido golpeado, pero sí el tiro de gracia.
 
También en Agua Dulce se reportó la desaparición de dos jóvenes. No están muertos pero se teme que hayan sido levantados.
 
Uno es Luis Felipe Martínez Rivas, moto repartidor, de quien no se sabe nada desde el viernes 13. Simplemente no se volvió a tener contacto con él.
 
El otro es Sergio Manuel Aguilar García. A él se lo llevaron la madrugada del día 12, cuando se encontraba en su domicilio, en e callejón Santo Domingo, en la colonia Díaz Ordaz.
 
En ambos casos se presume desaparición forzada, como las que viene perpetrando un grupo antisecuestros, supuestamente del gobierno, que ha sembrado el terror en la zona sur de Veracruz.
 
A todo esto se suman los asaltos, los levantones, la oleada de robos a casa-habitación, el robo de vehículos.
 
La ola delictiva está en su mayor nivel. En el sur, en el centro, en el norte de Veracruz, la situación es crítica.
 
Los delincuentes se enfrentan al gobierno y se enfrentan entre ellos. Las balaceras están por todas partes. Las ejecuciones son el pan nuestro de cada día.
 
A mí me late que los operativos funcionan a medias. Leemos en los periódicos que las fuerzas de seguridad abaten a pistoleros. Esa es señal de que la autoridad los enfrenta y les pone un alto.
 
Pero también leemos noticias de que gente inocente fue levantada por grupos antisecuestros del gobierno y que los someten a tortura; unos aparecen vivos, malheridos pero vivos, y otros muertos.
 
La violencia no termina. Los delincuentes siguen desafiando a la autoridad y, lo peor, cada vez la sociedad cree menos que esa autoridad pueda acabar con la delincuencia.
 
(Comentarios y tips a: [email protected])


¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.