Y la rechifla va para la autoridá. La que dijo que el puente Coatza I se iba a cerrar. La que dio plazos y fechas para suspender la circulación de vehículos. La que obligó a la industrias a modificar su ritmo de trabajo. Y a la mera hora les salió con que siempre me dijo mi mamá que no.
 
Y así demuestran los industriales su malestar, pues ellos ya habían otorgado vacaciones a su personal. A muchos les redujeron su ritmo de trabajo. Dispusieron medidas para reprogramar la elaboración de sus productos y readecuaron sus rutas para el transporte a las plantas de los complejos petroquímicos.
 
O sea que hubo logística y de la buena.
 
Y lo que iba a ser el período más complicado de los últimos años en el puente Coatzacoalcos I, por la sustitución de la trabe levadiza, por el mantenimiento que se le viene dando a esa mole de acero, pues resultó una salida en falso.
 
Les croniqueo el caso.
 
El puente se cerraría del 3 al 9 de agosto. Sería cierre total, como nunca. En seis días se realizaría toda la operación: el primero, el arrastre de la trabe desde el recinto portuario de API; el segundo, el montaje; los siguientes, la instalación y los ajustes en el participarían 40 personas.
 
A los usuarios del puente se les dio aviso. Unos van de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Jáltipan, Acayucan y los pueblos de la sierra a la zona industrial. Y otros lo hacen de Agua Dulce, Las Choapas, Ixhuatlán del Sureste, Moloacán, Nanchital, o de Tabasco, hacia Coatza y más allá.
 
En los complejos petroquímicos laboran miles de personas. Se trasladan a diario y en su mayoría deben usar el puente Coatzacoalcos I, un viejo y anacrónico puente que tiene 60 años de uso en México, pero que fue construido en Europa hace 100 años. O sea que ya está más pa’ allá que pa’ acá.
 
Al puente le ha invertido el gobierno federal 846 millones de pesos en los últimos cuatro años. Súmeles otra millonada en años anteriores, que es como tirar la lana al excusado. Ya se hubiera construido uno de primer mundo, moderno, de cuatro carriles, elevado o levadizo, como fuera, pero que permita el paso de embarcaciones río arriba, hacia Nanchital, Minatitlán, Jáltipan, lo que reactivaría el comercio y que sería un detonante de la economía regional.
 
Pero eso no es negocio. El negocio está en la reparación del Coatza I. Ahí dicen que le sustituyen parte de la estructura y no hacen nada. Sólo liberan facturas y a gastarse el presupuesto. La corrupción en todo su esplendor.
 
El compromiso era que del 3 al 9 de agosto se haría la sustitución de la trabe levadiza. Y se acordó con todo mundo, con los industriales, que modificaron su actividad, dieron vacaciones al personal y redujeron el impacto en el traslado del personal.
 
El ayuntamiento de Coatzacoalcos debía dejar terminadas las obras de la salida hacia Minatitlán, la carretera Transístmica, la repavimentación desde el puente Joroba hasta el puente Calzadas. Esa es la salida natural, pero con la construcción a medias, el flujo vehicular se convertiría en un caos. Por eso era indispensable que esos trabajos estuvieran terminados.
 
A fin de cuentas, la Secretaría de Comunicaciones determinó suspender la operación y modificó el calendario. Ahora será del 23 al 28 de agosto.
 
Que se enchilen los industriales, ya no extraña. Que se enfurezca el pueblo, es común. Que el gobierno ande a los tumbos, nada que nos sorprenda.
 
Vivimos un desgarriate bien organizado. Los industriales apechugan. Pero también retan: no aceptan otra fecha para realizar la sustitución de la trabe del puente Coatza I. O es del 23 al 28 de agosto o es del 23 al 28 de agosto. Ni una fecha más.
 
Y tienen razón. Ya habían otorgado vacaciones a su personal. Así no tendrían tanto flujo de trabajadores hacia la zona industrial. Se reduciría el movimiento de vehículos, todos por el puente Coatza II, el que va de Minatitlán a Ixhuatlán y que conecta con los complejos petroquímicos desde el oriente.
 
Lo que implicará ese movimiento se traduce en millones. Ahora tendrán que movilizar a todo su personal pues los que ya tienen programadas su vacaciones, y que incluso ya se las pagaron, deberán realizar el trayecto complicado todos los días, del 23 al 28 de agosto, cuando se efectúe la sustitución de la trabe levadiza del puente.
 
El malestar es general. El gobierno anda perdido. Y más cuando para esas fechas se esperan fuertes lluvias y vientos. Eso podría impedir que la trabe pudiera movilizarse sobre el río Coatzacoalcos. Es algo semejante a lo que ocurrió con los elementos del túnel sumergido, que por no hacerlo a tiempo, tuvieron que aguardar un año a que las condiciones del clima fueran favorables.
 
El gobierno es un mal rector. Planea mal. Y sus errores generan estragos en la sociedad.
 
 
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