Y luego por qué les mentamos su mamacita. Nos mienten todo el tiempo. Nos dicen que su prioridad es la calidad educativa y qué tenemos: escuelas piltrafa.

¿Que si hoy comí gallo? Casi.
Es que llegan los directivos de educación, el delegado de la Secretaría de Educación de Veracruz en la zona sur, el oscuro Esteban de Jesús Lara Álvarez, y el supervisor escolar de la zona 63, Sergio García Casados, a hacer cómo que les preocupa dónde toman sus clases nuestros niños.

Vienen, tiran su rollo y se van. Así lo hacen siempre. Y creen que el pueblo está castrado y que no va a alzar la voz y a ejercer su derecho a protestar.

Llegó el delegado y junto con el supervisor entregó algunos apoyos. Y creía que lo colmarían de aplausos, como siempre, pues aplica la política de los espejitos a cambio de oro, y el engaño de las migajas con las que el pueblo siempre se conforma.

Pues esta vez la burla tuvo respuesta. Estas lacras estaban en la escuela 18 de Marzo cuando llegaron padres de familia de la escuela “Cura Don Miguel Hidalgo y Costilla” de Huapacalito y que se arma la grande. Les reclamaron y les dijeron de todo. Y hubiera estado a todas margaritas que los encueraran y los ataran a un poste en el parque Juárez.

La gente tiene razón. Los padres quieren que se acabe la farsa. Este par de güeyes son paleros del gobernador Javier Duarte. Vienen a decir que todo está bien y que se apoya la educación cuando las condiciones de las escuelas son deplorables por no decir infames.

Las escuelas se caen a pedazos, el mobiliario es obsoleto, carecen de ventilación y hasta les faltan aulas para que los alumnos tomen sus clases. Pero qué tal, oficialmente son “Escuelas de Calidad”. ¿Calidad? Que calidad ni que su chin chun chan.

Los padres de familia de la escuela “Cura Don Miguel Hidalgo y Costilla” se engallaron y protestaron. Les recordaron que Petróleos Mexicanos destinó 2 millones de pesos hace cinco años para reconstruir la escuela. El dinero quedó en manos del Instituto de Espacios Educativos de la SEV, obvio en tiempos de Fidel Herrera, y los administró mal... o se lo robaron.

La protesta la encabezó el presidente de la Sociedad de Padres de Familia, Orlando Rodríguez Quiroz, acompañado por la directora del plantel, Artemia Maldonado.

Dicen que les construirían seis aulas, la dirección y los sanitarios. ¿Y qué tienen? Un aula móvil en la que se imparten las clases, que se está oxidando y hasta se gotea.

Ahí los traen a las vueltas, a ver si un día el dinero de Pemex se aplica. ¿Quién se lo robó? ¿A quién hay que reclamarle? ¿A Fidel? ¿A Javier Duarte? Qué poca.

De mentiras no vive el hombre. Los políticos llegan y prometen. Lo hacen en campaña. Luego se van, se olvidan de la gente y los problemas ahí siguen. Maestros y padres de familia son víctimas de una pinche farsa que tiene que acabar.

El tal por cual de Esteban Lara se ha dedicado a engañar a la gente. Acuerda una reunión, le pone fecha y no llega, los deja plantados. Y luego quieren que los maestros apoyen al PRI cuando que el gobierno priista los tiene en el abandono.

La infraestructura de las escuelas del área rural de Las Choapas es para ponerse a llorar. Los alumnos reciben clases bajo la sombra de los árboles. Las aulas se gotean. Otras están a punto de derrumbarse. Y a eso le llaman “Escuelas de Calidad”.

Marco Estrada estuvo ahí y vio la dimensión de la protesta. Les dio la razón a los padres de familia y ofreció que este jueves se les lleve a Xalapa, a la Dirección de Espacios Educativos, ahí donde despacha la sexi Xóchitl Tress, para que les esclarezcan cuándo les va a inyectar recursos y de escuelas de calidad pasen a ser escuelas dignas.

Ahora sólo falta que en Xalapa los atiendan porque siempre es igual. Van, tocan puertas y regresan como fueron.

Es insultante la demagogia de los políticos. Llegan con “apoyos” que son migajas, con unos cuantos útiles escolares, pero las escuelas siguen en el abandono. Por eso el trato al delegado de la SEV, Esteban Lara, y al supervisor Sergio García Casados, recriminándoles las mentiras cuando lo que se requieren son soluciones.

¿Y a usted no le enchila lo de las “Escuelas de Calidad” como a mí? Si así es, vamos bien. Todos, absolutamente todos, debemos protestar, exigir y reclamar que las escuelas tengan todo. ¿Y saben por qué? Porque ahí se forma a nuestros pequeños y se les prepara para la vida. Nomás por eso.

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