Y que nos llega el primero. Sí, se llama Víctor Rodríguez Gallegos y es el primero que se suelta el pelo, se lanza al ruedo y eso ha sido violar y violar la ley.
 
El tal Víctor es subdelegado administrativo de la Sedesol federal en Veracruz. Quiere ser diputado federal. Y como está en la plenitud del pinche poder, pues se da vuelo en lo de la autopromoción.
 
Todos pueden externar sus aspiraciones, pero a su tiempo. Y todos lo pueden hacer dentro de lo que establecen las leyes electorales.
 
Pero Víctor Rodríguez no lo hace así. Él recorre el distrito 11 de Veracruz, el que tiene como asiento Coatzacoalcos y que abarca Coatza, Nanchital y Agua Dulce. Y ahí la hace, no de Santa Clós porque ese está muy chapeado y regordete, pero sí de Baltazar porque es de color intenso, como él, y flacucho. Reparte y reparte como si fueran juguetes de Navidad o Día de Reyes.
 
Lo que sí es que el tal Víctor anda crecido. Él es el candidato de Marcelo Montiel, el ex alcalde de Coatzacoalcos y ahora delegado de la Sedesol federal en Veracruz. Y por eso le preocupa un cuerno hacer campaña anticipada.
 
Unos días llega a los ejidos de Agua Dulce y junto con la diputada federal, Patricia Peña Recio, se pone a repartir útiles escolares. Pero es tan torpe que él representa a la Sedesol federal y lo que entrega lleva el logo del programa Adelante, del gobierno de Veracruz.
 
El día que estuvo en el área rural dejó más rencores que adeptos. La gente le hablaba, le exponía sus necesidades, le planteaba el abandono en que los tiene el ayuntamiento, le decían que requieren carreteras, escuelas, puentes. Todos aprovechaban para expresarle que confían en él.
 
Y qué hizo el muy cabrón. Nada.
 
Sólo los oía pero no los escuchaba; los veía pero no los observaba; estaba con ellos pero no los sentía.
 
Ni una coma anotó de todo lo que expresaba la gente. Les llevó su material escolar y hasta ahí. Casi como diciéndoles: tomen su cuaderno y sus lápices y rásquense con sus uñas.
 
Esa es una.
 
Acaba de ir a ejidos de Agua Dulce a entregar apoyos para la gente del campo. En un evento les dio el material del programa Techo Digno ¿Techo qué? Techo madres. Y ahorita les digo por qué.
 
El programa Techo Digno es el federal. El programa Techo Seguro es del gobierno de Veracruz. Los dos son para la gente del campo, para ayudarlos a tener mejores condiciones de vida... y también para votar por el PRI. Es un programa electorero.
 
El asunto fue que convocaron para el Techo Seguro y lo que se dio fue el Techo Digno. Pero eso es lo de menos. Lo que buscan es que la gente se enrole con él.
 
Fueron a ejidos priistas. Acompañado del alcalde Daniel Martínez y miembros de su cabildo, Víctor Rodríguez fue a Encanto Pesquero, El Corozal y Mario Hernández Posadas, puro tricolor. En cambio, ni volteó a ver a La Arena, Los Soldados y El Granero, los de oposición.
 
Esa es otra.
 
En Coatzacoalcos lo ven entregando apoyos a pescadores, gestionados por el senador Pepe Yunes Zorrilla, o encabezando carreras de 10 kilómetros en el malecón, o en eventos de su partido, el PRI.
 
Víctor Rodríguez anda en campaña anticipada y no hay autoridad que lo pare. Los partidos de oposición van a decir que no se vale usar los recursos públicos, sobre todo federales, para autopromoverse, pero a la mera hora les vale si lo sancionan o no. Y eso es ser cómplice.
 
Lo peor es que lo hace a la vista de todos, sin respetar los tiempos electorales y sin atenerse a lo que marca la ley. Usa los programas federales y entrega útiles escolares, pero además los dirige a un público selecto: los habitantes de ejidos que se identifican con el PRI. Es decir, está amarrando el voto duro. Y con el voto duro, ya tiene la mitad de la elección asegurada.
 
Dicen que con la reforma político-electoral se van a acabar las trampas electorales. A ver si es cierto. Ahí tienen a Víctor Rodríguez. Hace campaña anticipada, usa recursos públicos federales y se promueve en horario de trabajo. A ver si lo pueden sancionar.
 
La mera verdad, yo lo dudo.

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