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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Cuando la negligencia gobierna

22/10/2014 12:22 p.m.

Qué hacen ahí, me pregunto. Son alcaldes, como el de Agua Dulce, que no tienen idea de lo que es gobernar. Dejan pasar el tiempo. Dejan de hacer lo que el cargo, la presidencia municipal, les exige.

Y así llegaron las lluvias, con todas sus consecuencias. Las tormentas, los frentes fríos, las caídas de agua, el fenómeno natural en su conjunto, impacta en la infraestructura de las ciudades y los municipios. Y de ello nadie se salva. Ni los más preparados, ni los que tienen los mejores programas de protección civil, ni los que cumplen con todas las normas, pueden evitar que la fuerza de la naturaleza genere daños.

Este frente frío nos dejó fríos. Y más a los 40 alcaldes que no tramitaron a tiempo su Programa Municipal de Protección Civil y la Reducción del Riesgo de Desastres, que es algo así como la licencia que permite acceder a los recursos para enfrentar la remediación de daños ocasionados por fenómenos naturales. La lana, pues.

Sí, 40 de los 212 alcaldes de Veracruz la chafearon. La quinta parte de los presidentes municipales incumplieron con su obligación y en este 2014 no tienen derecho a pedir recursos para enfrentar daños a la infraestructura urbana, a los caminos y puentes, a las contingencias sufridas por la población en general; que si la casita se llenó de agua, que si perdieron todas sus pertenencias, que si se echó a perder la cama, la estufa y el refrigerador, y hasta los que se quedaron sin calzón.

Tenían hasta el último día de abril. Debían entregar a Protección Civil estatal su Programa Municipal de Protección Civil y la Reducción del Riesgo de Desastres. Tuvieron cuatro meses, desde que iniciaron sus gestiones, para afinar el programa. Y no lo hicieron.

Las Choapas es caso aparte. Ahí la culpa la tiene el Concejo Municipal que presidió el tronquista Miguel Ángel Lendechy Ochoa, que resultó una nata rancia al frente de los destinos de los choapenses. No sólo se llevó la lana de las partidas federales y dejó sin salario a los trabajadores, sino que faltó a sus obligaciones como servidor público. La bronca se la dejó a quien habría de encabezar el ayuntamiento de Las Choapas, en este caso Marco Antonio Estrada Montiel, que tampoco da una pues la que gobierna es su esposa Gloria.

Créanme: las lluvias son un negocio. Le conviene a los gobernantes que lleguen, que causen destrozos, que acaben con las carreteras y los caminos, que tumben puentes. En situaciones de contingencia, la ley les permite contratar obra sin licitación, asignarla directamente. Y claro, se la dan a sus amigos y a los que paguen buen diezmo.
Pero el negocio se va a la basura si no cumplen con lo que establece la Ley de Protección Civil y la normatividad para acceder a los recursos del Fondo de Desastres Naturales. Y eso fue lo que le pasó a 40 alcaldes de Veracruz.

Entre ellos están Las Choapas, por culpa del concejo municipal que encabezó Lendechy; Agua Dulce, Nanchital, Moloacán, Tatahuicapan de Juárez, Zaragoza, Ángel R. Cabada, Catemaco, Hidalgotitlán, Uxpanapa, Oteapan y Chinameca.

Entre los más afectados y que no tendrán recursos está Agua Dulce. ¿Y saben por qué? Por negligencia. Sabiendo cómo impactan las lluvias cada año, no se cumplió con la normatividad y eso afectará al municipio en general y a los pobladores que perdieron sus pertenencias en lo particular.

Agua Dulce está al garete. Daniel Martínez lleva diez meses ensayando cómo hacer gobierno, pero no puede. A este vato, lo de la gobernada no se le da.

De enero a abril, Daniel Martínez pudo elaborar el Programa Municipal de Protección Civil y la Reducción del Riesgo de Desastres, pero no lo hizo. Se impuso la negligencia y el valemadrismo.

Ahora tendrá que echar mano de los recursos del municipio para reparar caminos y para atender a los damnificados por las inundaciones, incluida la que provocó el desbordamiento el río Aguadulcita.

Otros municipios anuncian que ya elaboran censos para que la población les haga saber qué perdieron por el paso del frente frío número 7. Enlistan y documentan las calles dañadas, los caminos cortados y los puentes caídos. Saben que al haber cumplido con las normas de protección civil, podrán acceder a los recursos del Fonden.

Pero Agua Dulce no, por culpa del negligente Daniel Martínez. Y Las Choapas tampoco por las burradas y mala fe de Miguel Ángel Lendechy.

Esto ocurre cuando la negligencia es la que gobierna. O cuando la negligencia de uno impactó en el gobierno de otro.

Ahora a ver con qué recursos pueden enfrentar en Agua Dulce y Las Choapas los daños causados por el temporal. Y los que están por venir.
 
(Comentarios y tips a: [email protected])


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