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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Una semana de hueva inesperada

20/11/2014 09:59 a.m.

Por esta vez, el gobernador Javier Duarte de Ochoa sí le atinó. Hubo norte. Pero se le pasó la mano. Suspendió clases en las escuelas más allá de lo razonable y se le volvió a armar.

Sorpresivamente, el lunes 17, día de asueto por el festejo del inicio de la Revolución Mexicana, anunció que por el resto de la semana no habría actividad escolar. O sea, del martes 18 al viernes 21, a disfrutar del descanso. O sea, un mega puente de nueve días, considerando el fin de semana anterior y el fin de semana siguiente.

La medida resultó descabellada. Dijo Duarte que declaraba la suspensión de clases para que los niños pudieran disfrutar de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y también por los efectos del frente frío número 12.

Las reacciones no se hicieron esperar. La rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, de inmediato lo contradijo. En redes sociales señaló que la UV tiene su propio calendario escolar y que no habría suspensión de clases. Otras universidades particulares hicieron lo mismo.

Quedaba la duda sobre si era sólo en escuelas de gobierno. El gobierno de Veracruz tuvo que aclarar que era todo el sistema educativo estatal. Y lo sujetó a prescolar, primaria, secundaria y preparatoria. Excluía así a las universidades.

Javier Duarte es un gobernador sui generis. Carece de la información más elemental y por eso da bandazos, se va de la lengua y sus decisiones a menudo provocan verdaderos torbellinos que lo hacen volar y girar para asombro de sus seguidores y para diversión de sus detractores.

Muchos así lo vimos. Sólo a él se le pudo ocurrir decretar la suspensión de actividades escolares para que los niños acudan a los Juegos Centroamericanos cuando hay un frente frío de larga duración.

O no hay condiciones para salir de casa, o sí las hay para ir a los estadios, albercas y gimnasios. Pero no cuadra que la suspensión sea por los Juegos y al mismo tiempo se expone a los asistentes a sufrir las inclemencias del temporal.

Duarte es el automático: abre la boca y mete la pata. Pudo declarar la suspensión de clases por el frente frío y ya, pero le metió el ingrediente de que era para que los niños pudieran asistir a los Juegos Centroamericanos y del Caribe y ahí se le armó el escándalo.

Le ha protestado medio Veracruz. Sobre todo han alzado la voz los padres de familia —papá y mamá— que trabajan. Muchos de ellos no tienen con quien dejar a sus hijos por las mañanas, mucho menos llevarlos a las competencias deportivas pues primero está su obligación en los centros laborales.

La medida adoptada por el gobernador Javier Duarte fue mal recibida. A media mañana del lunes 17, cuando muchos ni lo imaginaban, la difunde a través del coordinador de Comunicación Social, Alberto Silva Ramos, quien en su cuenta de Twitter la hizo pública.

A esa hora sorprendió a todos. Muchos pensaron que era broma. Muchos dudaron que fuera cierto. Pasaban las horas. La duda persistía. El gobierno de Veracruz tuvo que reiterar que la suspensión era un hecho.

La reacción ha sido extremadamente adversa. Algunas escuelas particulares entraron en rebeldía, no sólo las universidades. Volvieron a las aulas por dos razones: porque existe un bajo interés por los Juegos Centroamericanos, a pesar de que ha habido entrega gratis de boletos para que los estadios no se vean vacíos, y porque el frente frío número 12 no resultó tan devastador como se esperaba.

Qué oso el de Duarte. Creo —y muchos así lo expresan— que quiso ser popular. Creyó que le agradecerían la suspensión de clases y ha resultado una condena general. Fidel Herrera lo hacía y provocaba risa. “Fidel, mi perrito cumple años; suspende clases”; “Fidel, mi abuelita se nos casa otra vez, suspende clases”; “Fidel, troné con mi novio; suspende clases”. Aquello era un chacoteo, pero Fidel hacía reír a los veracruzanos.

Duarte no. El gobernador lo hizo a tontas y a locas. No lo pensó. Quizá lo asesoraron mal. Y sus argumentos fueron cuestionables.

Cómo se le pudo ocurrir invitar a los niños a ir a los Juegos Centroamericanos cuando hay un frente frío. Qué falta de sensatez.

Por lo pronto ya nos recetó una semana de hueva, afectó el ciclo escolar y le sacó canas a papás y mamás que trabajan, pues no tenían con quien dejar a sus hijos.

(Comentarios y tips a: [email protected])


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