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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Los JCC: robo, violencia e inseguridad

21/11/2014 10:02 a.m.

Javier Duarte dijo que serían los mejores juegos de la historia. Serían los más seguros. Serían los más lucidos. No es así. Los Centroamericanos y del Caribe llevan el sello del robo y la violencia.

Han robado a los atletas. Han golpeado a un técnico deportivo. Han provocado reacciones de condena, declaraciones de rabia y un temor generalizado porque si algo incumplió el gobierno de Veracruz fue la seguridad como tanto se temía.

Y me pregunto: ¿Seguirá pensando lo mismo el gobernador?

Hay un clima de tensión. La inseguridad se ha expresado como robos y también en un caso de violencia física.

Al abanderado del representativo de Guatemala y participante en la disciplina de vela, Juan Ignacio Maegli Agüero, le robaron su teléfono celular y su cartera cuando se disponía a participar.

“Cuidado a todos los atletas que están en JCC Veracruz 2014, están robando muchísimo! Hoy en 20 segundos, me fueron a distraer preguntándome de la competencia, y se robaron mi billetera y celular adentro de mi barco”, escribió en su cuenta de Facebook.

Ese fue un caso. Hubo otros más. Ahí está el del técnico venezolano, José Martínez Malpica, que sufrió el robo de una cangurera en la que traía 10 mil pesos. Eso sucedió en su cuarto del hotel Lois, uno de los más chics de Boca del Río.

Una pareja entró al hotel. Sorprendió al técnico. Lo amarró y lo dejó así en el baño. Cuando el personal del hotel se percató del hecho, lo auxilió. La víctima y los funcionarios de la delegación venezolana alzaron la voz y protestaron por semejante desmadre, pero todo quedó en su protesta pues no hubo quien se hiciera responsable de resarcir el daño económico causado.

Criticaron la falta de seguridad y que se permitiera a cualquier persona ingresar a los hoteles en que están hospedados los deportistas participantes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

A dos atletas veracruzanas, Alma Cárdenas Azamar e Ivonne Hernández Cruz, las dejaron sin bicicletas de triatlón. Sus equipos estaban en una camioneta que se hallaba estacionada cerca de Antojitos Anita, que se ubica sobre el bulevar Ruiz Cortines, también en Boca del Río.

Otros atletas, como algunos venezolanos, se quejaron de los hoteles en que los metieron, no de “5 estrellas” sino de quinta categoría. Y hasta amagaron con no participar en los Juegos Centroamericanos.

Lo mismo ocurría con los jueces. A Algunos de ellos les asignaron el hotel Acuario, en Veracruz. Protestaron y los pasaron al Kyrios. Menos mal que no los asaltaron.

La seguridad era uno de los puntos cuestionables de Javier Duarte y su gobierno. Se le dijo que esto ocurriría desde que tuvo la puntada de dar por cancelada las villas olímpicas por un conflicto con las inmobiliarias que las construían, que se negaban a acondicionarlas más allá de lo que señalaba el contrato.

Las villas olímpicas dan seguridad a los atletas. Ahí no pueden acceder más que los participantes, el equipo técnico y los directivos. Eso impide que cualquier persona se acerque, que tenga contacto con los deportistas y que pudiera hacerles algo.

Las villas olímpicas generan, además, un ambiente único entre los atletas. Conviven y se concentran en sus disciplinas. En su interior hay gimnasios y áreas de entrenamiento. Y cuando no lo hay, desde ahí se les traslada a otros espacios, sin que tengan contacto con la población en general.

Las villas olímpicas están resguardadas por elementos de seguridad. Es más fácil acordonarlas que poner vigilancia en los hoteles, pues en estos hay huéspedes que no tienen por qué estar sujetos a las medidas que se le imponen a quienes participan en los Juegos Centroamericanos.

Lo que hoy ocurre se veía venir. Cuando se canceló el proyecto de las villas olímpicas se le advirtió a Javier Duarte que la seguridad no sería tan efectiva si se remitía a los atletas a los hoteles de las sedes en que se realiza la competencia. Los hechos demostraron que el gobernador de Veracruz se equivocó.

Hoy las quejas por robos y asaltos, por falta de seguridad, son la nota sobre los Juegos Centroamericanos y del Caribe. A Veracruz se le va a recordar como los juegos más inseguros de la historia, contrario a lo que tanto ofreció en gobernador.

Quienes más los recordarán son los atletas que sufrieron robos, que perdieron su dinero, que se quedaron sin sus bicicletas o sus lanchas de remo, o como aquel técnico venezolano que terminó amarrado y amordazado en el baño del hotel.

Y claro, se van a acordar siempre del gobernador Javier, quien decía que serían los juegos más seguros de la historia.

(Comentarios y tips a: [email protected])


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