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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Adiós Yuribia, adiós

02/12/2014 11:02 a.m.

Los compas de Coatza están a punto de saber qué clase de gobierno tienen; si es de los que dicen mucho y hacen poco; si es de los que roban pero te dejan contento, o si es de los que te hunden, se van y allá que te cargue la bruja.

Los compas de Coatza están a dos días de quedarse sin agua. Dicen que a los de Tatahuicapan se les agotó la paciencia, que van a destruir la presa Yuribia y que el suministro se verá interrumpido para siempre.

Y uno se pregunta, ¿dónde está el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol?

El ultimátum de los ejidatarios de Tatahuicapan es eso: un ultimátum. Dijeron el domingo que no habrá más prórroga. El agua de la sierra de Soteapan es para los serranos. Ni una gota más para Coatzacoalcos.

Y uno se vuelve a preguntar, ¿dónde está el alcalde Caballero?

En ocho meses no se logró un acuerdo con el municipio de Tatahuicapan, lugar donde está enclavada la presa Yuribia y donde inicia el acueducto que transporta el agua, y ahora vienen días difíciles para la población, algo así como medio millón de habitantes de Coatza, Minatitlán y Cosoleacaque, aunque a estos sólo les afecta parcialmente.

En ocho meses las gestiones fallaron, los intentos de comprar a las autoridades ejidales no funcionaron y los intentos de presión se toparon con pared.

Dicen que Coatzacoalcos está preparado. Dicen en palacio municipal que ya tienen 16 de los 22 pozos para abastecer de agua a la ciudad. Dicen que revivieron los pozos que estaban sin uso en la zona de Canticas. Dicen que hay cómo enfrentar la contingencia.

También dicen que como esos pozos usan bombas para extraer el agua, y que funcionan con energía eléctrica, el servicio se va a encarecer. Y es lógico. Hay que pagar el consumo de luz y eso va a reflejarse en el recibo de agua cada mes.

Eso no le importa a Caballero. Si la gente quiere agua, que le cueste. Y si no quiere pagar, que sufran. Y hay quien piensa que va a salir más barato comprar garrafones de agua purificada. O sea que esto es el caos, o el desmadre para que me entiendan mejor.

Ya se me hacía que Caballero no iba a ser buen alcalde. A los alcaldes se les mide por la política. Y si un problema de tipo social, como es el suministro de agua potable, no se soluciona, es porque no saben hacer política.

Ocho meses tuvo Joaquín Caballero para hallar una solución. En ocho meses, si hubiera sido un buen alcalde, hubiera endulzado a los habitantes de Tatahuicapan; hubiera jalado a los líderes sociales de la sierra; hubiera pactado con ellos; hubiera desplegado capacidad de maniobra para garantizar que esos líderes campesinos suscribieran un nuevo acuerdo. Pero el hubiera no existe.

Y es que no pudo. Se sabe que enviaba gente a la sierra a negociar y al final simplemente les dijeron que no, que la presa ya no dará una sola gota para Coatzacoalcos. Y para estar seguros que no les volverán a hacer chanchullo, el jueves 4la van a destruir.

El razonamiento de los campesinos es muy de ellos, pero muy razonable: en Coatzacoalcos el agua se vende; en Tatahuicapan el agua es para bañarse, para lavar ropa, para cosechar su maíz y su frijol; nadie la vende.

Los tatahuicapenses acusan que siempre les hicieron trampa. Dicen que envían el 40 por ciento del suministro a Coatzacoalcos, pero en realidad envían el 80 por ciento.

Esos han sido los puntos de conflicto y en ocho meses no ha habido ninguna solución. La negociación falló. Los líderes campesinos entretuvieron al alcalde Caballero. Le decían que estaban convenciendo al pueblo, que se los estaba poniendo suavecito, que ya casi, ya casi, ya casi. Y era vil engaño. Lo chamaquearon y ahora no tiene nada que decir.

Qué manera de llegar a su primer año de gobierno. Caballero va a rendir su informe y ahí de seguro dirá que él sigue manteniendo abierta su mano amiga para estrechar la de los de Tatahuicapan. Pero lo cierto es que fracasó.

Ahora sólo le queda que el gobierno de Veracruz logre el acuerdo. Dice que el diálogo ya no es con Coatza, que los enviados del gobernador son los que están tratando de evitar la destrucción de la presa.

Pero como sea, Joaquín Caballero no pudo. Así de fácil.

(Comentarios y tips a: [email protected])


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