No, pos qué les pasa. Ora resulta que hasta en las cuentas personales de internet se mete el gobierno y ejerce la censura y la mordaza.
 
Me lo decía un colega periodista y lo denuncia la reportera Sayda Chiñas Córdova. Si ven que subes un comentario al Facebook y que éste no es del agrado del gobierno, te buscan la vuelta para que lo bajes.
 
Así como lo oyes. Está pasando en todo Veracruz. Como cualquiera, los periodistas opinan sobre lo que hace el gobernador o el presidente municipal o cualquier político, sus desatinos y abusos, la corrupción a lo grande, la impunidad por donde quiera, y de inmediato viene la orden de lo alto.
 
De la Coordinación de Comunicación Social llega la llamada. La recibe el dueño o director del periódico, radio o televisora. Claro, los que están sometidos por el convenio de publicidad. Sí patrón, como usted diga patrón, lo que usted mande patrón. Y llaman a cuentas a reportero y le leen la cartilla. Que baje el comentario porque si no la cosa se va a poner roja, candente, color de hormiga con el gobernador.
 
Y el reportero dice que por qué, que ahí no se metan, que es su cuenta personal y que en eso no mandan. Le dice el director del medio que lo entiende pero que está de por medio la publicidad que le da el gobierno de Javier Duarte y que no se va a pelear con el gobernador. Y sin la lana que le da el gobierno pues nomás no caminan los medios de comunicación.
 
Sí tú, te creo. No eches mano del nombre de Duarte, responde el reportero. Pero el director del medio insiste y habla, trata de convencer, regaña, se exaspera, insiste en que esos comentarios en el feis le están provocando problemas.
 
Ahí no se metan, dice el periodista. Es mi cuenta personal, es lo que pienso, es lo que opino. Y sigue el duelo de argumentos. El director vuelve a decir que está perjudicando al periódico, que no lo obligue a ser más drástico. Que apela a su comprensión. Que ni vale la pena pelearse con el gobernador por un comentario. Y de plano amenazan con el despido. Y ya fuera del periódico, los reporteros no son nada.
 
Algunos ceden. Otros ni madres. Trabajan para el periódico o en el noti de radio o televisión, y se ajustan a la línea que les dictan. Pero el feis es otra cosa. El feis es la libertad. El feis es un espacio abierto donde se puede decir lo que en el periódico no porque no tiene ataduras de publicidad, el convenio o los chayotes.
 
El reportero reclama su derecho a la privacidad y el feis es privado, es suyo, es su medio donde puede opinar lo que quiere.
 
Dice Sayda Chiñas en una entrevista que le hizo el portal sinembargo.mx que más tarda en subir un comentario a las redes, que el gobierno en presionar.
 
“Si trabajas en un medio y criticas algo del gobierno en tus redes sociales, enseguida (el gobierno) se lo comunica a tu jefe. Él te habla y te dice que lo bajes”, señala Sayda.
 
“Si saco algún comentario sobre alguna nota en Facebook, a los 10 o 15 minutos me habla mi jefe pa ra decirme: ‘oye bájalo porque ya te tienen monitoreada y me vas a generar un problema’. Ni siquiera ese tipo de libertades nos permiten. Yo peleaba antes porque decía: ‘son mis redes sociales, puedo tuitear lo que sea, yo pago mi teléfono, no utilizo el teléfono del periódico’. Aun así nos están monitoreando y nos están hostigando”, agrega.
 
Cañón. Bien pinche la actitud del gobierno represor y bien descalzonados los directivos que se prestan a censurar a los periodistas en un medio donde no tienen por qué meterse.
 
Eso es represión pura y lo está haciendo el gobierno de Veracruz, así como los alcaldes que quieren quedar bien con Javier Duarte.
 
La amenaza es la misma en todas partes. Si tus reporteros siguen chingando en feis, adiós convenio de publicidad. Y los dueños de los medios se ponen del lado de su papá gobierno.
 
Está pasando en las ciudades grandes, en Xalapa, en Veracruz, en Coatzacoalcos y en Poza Rica. La presión la ejerce el gobierno estatal y también los alcaldes, el Noño Américo Zúñiga, Gerardo Poo, Joaquín Caballero y Sergio Lorenzo Quiroz Cruz.
 
Eso es una intromisión en la vida privada de los periodistas. La línea de los medios es una cosa y las redes sociales son otra. Pero el gobierno aprieta. No permite que los periodistas ejerzan su libertad de expresión ahí. Reprimen amenazando a los dueños y directivos de la prensa para que estos presionen a sus reporteros. Y Duarte cree que si no le dicen que lo está haciendo mal, ya con eso va a mejorar su imagen.
 
Esto se parece al rey feo que emitió un decreto para que nadie le dijera feo. Así creyó que ya no estaba feo.
 
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