Los escucha uno y la verdad da coraje. Mínimo debieran tener un poquito de prudencia y callar cuando hay que callar. No a todos se les da hablar con inteligencia, pero cuando menos, si son funcionarios, que se midan.

 

Dice Gabriel Deantes Ramos, secretario de Trabajo del gobierno de Veracruz, que sí, que habrá despidos de petroleros, pero que no hay fijón, están tan bien preparados y tan bien capacitados, que chamba no les va a faltar.

 

¿Dónde, maestro, dónde?

Y yo me quedo con los ojos cuadrados. El titular de Trabajo en el gobierno de Javier Duarte hablando de la manera más simplista del próximo recorte de personal en Petróleos Mexicanos, que por supuesto que va a impactar a la economía de Veracruz.

 

Lo cito textualmente:

“Lo que yo te puedo decir en el caso de Pemex, se habla que muchas personas perderán su empleo, el dato preciso no lo tenemos todavía en cuanto impacte para Veracruz lo que te puedo decir es que toda esa gente que pertenece a la paraestatal tiene un nivel de preparación y capacitación que fácilmente se pudiera emplear en cualquier otro lugar”.

 

El tipo es un frívolo, un irresponsable o un maldito engreído que no se pone a pensar en que muchos de los que se quedarán sin empleo son gente mayor, que estaban a punto de jubilarse y que difícilmente se podrán contratar con alguna empresa.

 

Ahí les va otra frase:

“No tenemos la medición exacta para Veracruz. no tengo el dato preciso y el día de hoy todavía ningún empleo se ha perdido en la paraestatal”.

 

Deantes está mal. Por un lado confirma que habrá recorte de personal y que afectará a Veracruz y por otro sostiene que la reforma energética va a generar empleo y que contribuirá a la derrama económica en la entidad.

 

Una más:

“La Reforma Energética garantiza mayores fuentes de empleo y más para un estado como el nuestro”.

 

¿Le entendieron?

Por un lado dice que habrá recorte de personal en Pemex pero que no hay purrúm, que los trabajadores están tan bien preparados y tan bien capacitados que chamba no les va a faltar. Y por otro asegura que la reforma energética va a generar que haya fuentes empleo.

 

Deantes Ramos tiene una lengua muy larga, pero también muy torpe. El recorte de personal no se da por la baja en los precios del petróleo a nivel internacional.

 

Ese es un pretexto del gobierno. Le vino a la medida para ordenar el recorte de gastos en Pemex y provocar el despido de los trabajadores.

 

Pero todo se inscribe en la reforma energética. El gobierno de Enrique Peña Nieto quiere adelgazar a Pemex y la mejor forma de hacerlo es despidiendo personal, según el reducido cerebro de nuestros señores gobernantes.

 

Lo que debieran hacer es combatir la corrupción, cancelar los contratos que Pemex sostiene con empresas a las que paga miles de millones de pesos cuando los trabajos que ejecuta no cuestan ni la décima parte de ello.

 

Pemex estaría mucho mejor si no tuviera funcionarios de mediano y alto nivel que perciben salarios estratosféricos y que encima de todo le roban a la empresa.

 

Pemex sería mejor si no se desviara tanto dinero hacia el sindicato petrolero, con su ejército de comisionados que ganan un sueldo que no trabajan, la construcción de casas, la compra de vehículos, la vida de jeques que se dan Romero Deschamps y los líderes de todo el sistema petrolero.

 

Lo de la baja en el precio del petróleo a nivel internacional fue un pretexto. El gobierno federal ordenó un recorte porque dejó de percibir ingresos. Y que se la aplican a Pemex para justificar el recorte de personal.

 

Pero todo era parte de la reforma energética, que va a ir matando a Pemex para que comiencen a quedarse con la industria petrolera las empresas del capital privado.

 

Por eso me enchila que un Gabriel Deantes abra la boca y diga que no hay fijón, que sí se van a quedar sin trabajo los petroleros, pero que ni de qué preocuparse, pues ellos están re bien capacitados y que se van a poder colocar en otras empresas.

 

Sí, y seguro van a tener los mismos salarios, las mismas prestaciones, los mismos beneficios que les da Petróleos Mexicanos.

 

Habla así Gabriel Deantes porque él está donde hay. A Deantes se le acusa de haber saqueado a la Secretaría de Educación de Veracruz y ni quien lo toque. Ahora es secretario de Trabajo. ¿Y para qué sirve? Para decir imbecilidades.

 

Valiente güey.

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