Estos voladores ya no quieren volar. Y no es que les falte turbosina, o que les dé vértigo las alturas, o que le hayan perdido el gusto a la cultura, o que se les haya acabado el espíritu de ave real.

No, los Voladores de Papantla dicen que no darán ni un golpe más en promocionales o filmaciones porque nos les aportan ni un peso, arriesgan su vida, y ni para el alcohol y las curitas les da el gobierno.

El reclamo lo hacen los Voladores que están siempre en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Papantla, cansados de que se use su imagen y no tengan un respaldo económico.

Hace unos días llegó personal de la Secretaría de Turismo y trató de grabarlos. Ellos suspendieron sus actividades y expresaron que no tienen el respaldo de las autoridades municipales de Papantla. Y así, ni emprenden el vuelo, ni danzan en las alturas, ni se dejan ver en ese espectáculo que evoca la cultura totonaca.

Dijeron que ni mais y tienen razón. El gobierno de Veracruz, la alcaldía de Papantla, los hoteleros, los músicos, los artistas de todo género, llegan, los usan y se van. Qué chingolingos son.

Y como ellos, ese es el sentir de gran parte de los habitantes de Papantla que han visto el festival Cumbre Tajín como un super negocio del gobierno y ningún beneficio para los del Totonacapan.

Uno de ellos ha expresado que llegan televisoras de otras ciudades, de otros estados o de otros países, graban, se llevan la imagen y lucran. Y ellos siguen igual de jodidos que siempre.

Carecen de dinero y su vestimenta está tan dañada que da pena verlos. Ganan apenas 80 pesos al día y eso por la coperacha de la gente que los ve en su ritual. ¡80 pinches pesos por arriesgar a vida como lo hacen ellos!

No, no, no. Qué injusticia, carajo. Los Voladores de Papantla es Patrimonio Intangible de la Humanidad. ¿Se oyó bien? Patrimonio Intangible de la Humanidad. Y los tienen marginados, sin apoyo, y todavía les prohíben que pidan la coperacha para sostener a sus familias.

Han tomado la decisión de no seguir realizando su espectáculo para ningún promocional si antes no se les paga por su participación. Y tienen razón. Todo aquel que participa en filmaciones que a la postre generan utilidades, tiene derecho a cobrar sus servicios, máxime que ellos son gente pobre, necesitada, valiente y con un compromiso social.

Ellos se dicen orgullosamente indígenas papantecos y exponentes de la cultura totonaca. Pero su situación económica es preocupante. Y yo me pregunto, ¿qué pasaría si por esa falta de atención del gobierno, algún día dejan de haber Voladores de Papantla? Se acaba una tradición y se acaba el Patrimonio Intangible de la Humanidad. Cañón, güey.

Así está todo. Lo de los Voladores es el reflejo de lo que han hecho con la Cumbre Tajín. Lo usan para hacer negocio, le quitaron su esencia y se ha desvirtuado totalmente.

Hace un año, diversas organizaciones se le pararon de frente al gobierno de Veracruz. Dijeron que no permitirían que se realizara la Cumbre Tajín porque eso no tiene nada de cultural. Es un desfilar de artistas, cantantes, expositores. Y sí, está de pelos, con gente de renombre, pero lo totonaca, lo papanteco, lo cultural apenas si se ve o de plano no se ve.

“UVERPO A.C.”, “Por los que menos tienen del Totonacapan”, “Unidos A.C.” y “Conalcit, A.C.”, son algunas de las agrupaciones que han elevado la voz. Hay un desprecio del gobierno a la esencia cultural. Dicen que generan beneficios para Papantla, pero lo único que se ve es un negocio de 300 millones de pesos que maneja el gobernador Javier Duarte.

Han llegado artistas de la talla de Bjork, Sinead O’Connor, Caifanes, Café Tacuba, Willy Chirino, Jack Johnson, Tool, Babasónicos, Afrojack, Nervo, Primus, la Banda El Recodo. Ahora, en la edición 2015, estará Carlos Santana, el TRI, Ángeles Azules, Javier Batiz, Banda El Limón, La Maldita Vecindad.

¿Qué madres tienen que ver con la esencia totonaca? Ya quisiera ver a Alex Lora trepado en el palo Volador, danzar en él y luego descender colgado de una de las cuerdas en el ritual de los Voladores de Papantla.
La Cumbre Tajín desvirtúa la esencia del Tajín. Una cosa es el espectáculo y el negocio que hay detrás de él y otra las raíces culturales, que debieran respetarse y preservarse.

Por eso hacen bien los Voladores de Papantla. Si quieren que realicen su ritual y que se les filme, que les paguen.
 
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